Karen Sosa, una soprano sin fronteras

Karen Sosa Limones canta desde el vientre o, por lo menos, desde ahí germinó su pasión por la música. La soprano ecuatoriana (Esmeraldas, 1994) está segura que el sonido le llegaba desde antes que su madre diera a luz. Siente que desde ese entonces podía escuchar los golpes de la marimba, así como las canciones de Silvio Rodríguez o de Mercedes ‘la Negra’ Sosa o Pablo Milanés.

Dice que la voz, posiblemente, le viene desde una tía lejana, que de sus parientes cercanos no hay nadie dedicado a la música profesionalmente; aunque su padre es un melómano empedernido y siempre hubo melodías en su hogar.

El dato
Semanas atrás, la soprano ofreció el recital ‘Canto para volver’ en la Casa de la Música.

Semanas atrás, la soprano ofreció el recital ‘Canto para volver’ en la Casa de la Música.

“En mi casa siempre había gente. Muchos amigos músicos de la familia se reunían y cantaban, tocaban la guitarra, había un ambiente de fiesta: eran las tertulias musicales. Además, la música estaba siempre: la trova y la canción protesta se escuchaba a diario”, cuenta Karen, quien revela que se escapaba para siempre estar en sintonía musical.

“Tenía unos cuatro añitos y recuerdo que en las reuniones me mandaban a dormir, pero yo bajaba y después se daban cuenta que ya estaba en medio de la sala cantando. O ya de noche, en medio del silencio, juntaba mi oído al parlante, bajaba el volumen para no ser descubierta y escuchaba a Juan Gabriel o Rocío Dúrcal”.

Soprano. La artista interpreta ‘Alfonsina y el mar’ en el aula de la maestra Cecilia Tapia.
Soprano. La artista interpreta ‘Alfonsina y el mar’ en el aula de la maestra Cecilia Tapia.

Buen oído

Tendría unos cinco años cuando miró la disciplina y exigencia del maestro Abraham Bishara, quien dirigió por décadas el Coro Polifónico de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres. “La primera vez que lo vi, estaba retando a dos chicas por desafinadas. Cuando le contaron mis intenciones de cantar en el coro, dijo: ‘Está muy chiquita’. Con todo, me hizo una audición. Tocaba cada tecla y me pedía que repita la nota. Al final, solo exclamó: ‘Esta niña tiene oído’. Yo no sabía que significaba eso. Solo supe desde ahí que quería ser cantante”.

El dato
Fue corista de Karla Kanora.
Años más tarde formaría parte del coro, ya no a la cabeza con Bishara sino con la batuta del maestro David Calle, pero su formación no arrancaría ahí precisamente.

A los siete años, Karen se va ganando la confianza de quien sería su ‘papá musical’. Empezaría sus estudios formales con el maestro lojano Agustín Ramón San Martín en el Conservatorio Municipal, donde además aprendió a entonar la marimba y a danzar los ritmos típicos folklóricos de su tierra.

Y como se tiene un ‘papá musical’, también aparece la ‘mamá’. Con la maestra Cecilia Tapia Samaniego continuaría su formación en Quito. Ella sería toda una hada madrina en el camino artístico de la soprano.

Solista. Fue la voz en el estreno de la  ‘Misa desde la Mitad del Mundo’.
Solista. Fue la voz en el estreno de la ‘Misa desde la Mitad del Mundo’.

Proyección

Karen ya tenía todo empacado, pues Rusia la esperaba. El país europeo, que es reconocido por su formación musical, es su nuevo territorio. Una beca la llevó a la Universidad Estatal del Suroeste.

A vísperas de su partida, la cantante lírica hace memoria de su recorrido: con ocho años fue la encargada de homenajear con su voz a Antonio Preciado; llegó a Quito para estudiar Derecho en la Universidad Católica y formó parte del coro hasta ser su solista; estudió en el Conservatorio Nacional de Música y fue integrante de la Big Band de Jazz, dirigida por Larry Salgado; fue solista en el estreno mundial de la ‘Misa desde la Mitad del Mundo’, del compositor Eduardo Florencia (2017); e ingresó como soprano al Coro Mixto Ciudad de Quito de la Fundación Teatro Nacional Sucre.

Asegura que todos estos logros son compartidos, pues sus progenitores, Dixon Sosa y Katia Limones, y su hermana, Katia, siempre estuvieron apoyándola.

Ese sentimiento es el que también le motiva a un día ayudar a su gente. Entre sus expectativas está el regresar a Ecuador para enseñar en Esmeraldas, en la tierra que la vio convertirse en cantante mucho antes de nacer. (DVD)