Más del nefasto correato

Ecuador acaba de sufrir un revés por el caso Chevron. El laudo de la Corte Internacional de La Haya se revertió en su contra, al anularse la condena a Chevron. El perjuicio económico se estima en UDS 9.500 millones. Este caso fue manejado por el régimen correísta con negligencia, cuando el Tribunal consideró que Ecuador violó los tratados internacionales de protección de inversiones, además de actuar, como fue práctica común en el gobierno correísta, con fraude, sobornos y corrupción. El Estado ejercerá el derecho a reclamar a los responsables del régimen anterior. Las reacciones virulentas del “monstruo” que desgobernó por una larga década, no se hicieron esperar. Lo sucedido en la Asamblea Nacional, por parte de ciertos “angelitos”, es otra vergüenza para el país. Asambleístas corruptos de las bancadas AP, Suma y otros, abusando de sus cargos y poder buscaron sus víctimas entre el personal de asesores y subalternos, para exigirles altas sumas de dinero, configurando delitos de extorsión, concusión, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito, bajo la amenaza de que esas eran las condiciones para mantener sus cargos. Hipócritamente les llamaron “diezmos”.

Fabián Francisco Pérez de Castro
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