Haruki Murakami: Un escribano que habla del escribir

Un escritor, que ante todo es un lector, da cuenta de su rutina de trabajo y su perspectivas sobre la lectura.

Karla Jaramillo Puertas

Un escritor que se ha dedicado al oficio durante 35 años, que tiene publicadas cerca de 30 obras, varias de ellas traducidas a 50 idiomas y leídas en Asía, Europa, EE.UU. y Latinoamérica es, sin duda, una persona proba para hablar acerca de escribir. Y de esto trata el libro del japonés Haruki Murakami, ‘¿De qué hablo cuando hablo de escribir?’.

Pero no son técnicas las que se encuentra en la obra, pues para el autor estas no existen o, dicho de otra manera, cada escritor tiene su propia manera de hacerlo.

Lo que sí hallará son las rutinas desarrolladas por Murakami y que le han permitido cultivar su carrera literaria, la cual compartió recientemente en Quito, al ser entrevistado en vivo en el evento ‘Murakami en Paralelo Cero’, previo al desarrollo de la Feria Internacional del Libro y la Lectura que termina, justamente, hoy.

Lectura

En el libro, subraya la importancia de leer: “La lectura constituye un entrenamiento que no puede faltar de ningún modo y, a la postre, es la más determinante a la hora de ponerse a escribir”.

Una vez adquirida la costumbre de la lectura no se la abandona así se carezca de tiempo o “por muy cerca que se tenga a mano YouTube, los videojuegos en 3D o lo que sea, alguien con el hábito de la lectura leerá espontáneamente”.

Es una obra muy personal e íntima que permite conocer no solo al escribano sino, principalmente, a la persona de carne y hueso que ha pasado por necesidades económicas, que gusta del deporte y que se ha visto afectado por las críticas de su trabajo, pero que a la par saborea el éxito gracias a la acogida de los lectores.

Alivio

En las páginas, en cierto punto, se desahoga por toda la ola negativa que se produjo cuando no obtuvo el premio convocado por la editorial Bungei Shunju luego de haberse presentado por dos ocasiones.

Hecho del cual hasta se publicó ‘Por qué Haruki Murakami no ganó el Premio Akutagawa’. A lo que se pregunta ¿A qué se debe “tanta algarabía para publicar un libro que se explaya en dar cuenta de las razones de mis derrotas”? Al mismo tiempo, se responde y es consciente que con premio o sin él sus lectores habrían sido los mismos y sus detractores, a esos que tanto irrita, también.

Sabe que lo que permanece en el tiempo, para las generaciones futuras, son sus libros no los premios ya que “sí una obra es buena de verdad, todo el mundo lo reconocerá y habrá superado así la prueba del tiempo”.

Camino

Murakami describe el reto que implicó entrar en el mundo anglosajón, el cual inició cuando uno de sus traductores se ofertó para traducir uno de sus trabajos. A partir de ese momento, un nuevo mundo por descubrir estaba en sus manos al que se entregó de lleno, a tal punto que se trasladó a vivir a ese país para gestionar, directamente, acciones en el mundo editorial.

En el capítulo ‘Ahora bien, ¿qué escribo?’, comenta que la observación juega un papel trascendental y para ello se debe “adquirir el hábito de observar en todos sus detalles los fenómenos y acontecimientos que tienen lugar delante de nuestros ojos. Cualquier cosa, por pequeña que sea de lo que ocurre con las personas que le rodean a uno, reflexionar sobre ello”. Lo cual se convertirá en material que se almacenará en nuestro cerebro y que será utilizado, de manera espontánea, al momento de escribir.

Murakami, al igual que muchos escritores, deja “reposar” sus trabajos. En ese tiempo se dedica a otra actividad para posteriormente, retomarlo y empezar la tarea de reescribir las veces que sean necesarias hasta que el texto esté a completa satisfacción. En este ejercicio su esposa juega un papel preponderante ya que es la primera en conocer sus obras y darle su opinión lo que le facilita a la hora de corregirlos hasta alcanzar la perfección. Indica “que la responsabilidad más grande del escritor es para consigo mismo, con su trabajo, con alcanzar la máxima calidad de la que es capaz y ofrecer el resultado a los lectores”.

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«Es una obra muy personal e íntima que permite conocer no solo al escribano sino, principalmente, a la persona de carne y hueso”.

Perfil

Haruki Murakami

Escritor japonés (Kioto, 1949). Estudió Literatura y Teatro Griego en la Universidad de Waseda. Es autor de títulos como: ‘Tokio Blues’, ‘Baila, baila, baila’, ‘Kafka en la orilla’, ‘After Dark’, ‘1Q84’, entre otros. Ganador de los premios Franz Kafka, Jerusalén, Cataluña y Hans Christian Andersen.