Pincelando la unidad

Mons. Alfredo Espinoza Mateus, sdb

Celebramos a Loja en sus fiestas de Independencia. Alzaremos nuestras voces y diremos con alegría un ¡Viva Loja! Voz festiva, pero al mismo tiempo voz de compromiso.

Uno en estas líneas editoriales la celebración cívica y el Festival de Artes Vivas ya en plena marcha.

Francisco nos dice que los artistas tienen la función de “ser guardianes de la belleza, heraldos y testigos de la esperanza para la humanidad”.

También afirma que “El artista es el testigo de lo invisible, y la obra de arte es la prueba más fuerte de que la encarnación es posible. Para hacer visible el misterio de la fuerza propia de una obra de arte, son necesarias las manos del artista, y las manos, simbólicamente, son las que nos dan la dignidad porque son nuestro instrumento de trabajo”.

Y ahí está nuestra tarea como ciudadanos en estas fechas cívicas. Nos toca ser artistas para pintar una bella obra de arte que se llama Loja. Una obra de arte que es el desarrollo de esta castellana ciudad.

Pero no solamente tenemos nuestras manos, tenemos nuestra mente, nuestro corazón, nuestra alma, nuestros sueños e ilusiones. Por eso, hoy los quiero invitar a todos a ser artistas de la unidad.

Tomemos los pinceles y volvámonos todos artistas. Hay que pintar la unidad. Podemos definir la unidad como la armonía entre las personas de un grupo. Esta tarea nos exige a todos compromisos concretos. Pintar la unidad implica el respeto al otro, el valorar a la otra persona, el aceptar la riqueza de cada uno y la contribución diferente que puede hacer al bien común.

Pintar la unidad también nos exige el saber dialogar, el escuchar lo que el otro piensa, el superar intransigencias, intemperancias, violencias, imposiciones y sobre todo, nos pide el amar al otro porque es mi hermano.

Construyamos la unidad a partir de una visión compartida, una esperanza anhelada, un fin noble o una causa para el bien común. Y creo que todos anhelamos hacer de Loja una ciudad fraterna y de paz.

Celebramos a Loja y hagamos de ella una verdadera obra de arte. (O)