La Compañía Nacional de Danza, bajo la dirección de Laura Aris, presenta ‘Línea y contorno de un abismo’, una de las coproducciones de Artes Vivas 2018.
DAMIÁN DE LA TORRE AYORA
“Era importante contener la palabra en su esencia, eso es mantener la escritura”. Esa fue la premisa de Laura Aris tras digerir la obra y vida de Pablo Palacio. Esa fue la columna vertebral de su bitácora de trabajo al hacer una cartografía del autor lojano. Eso es lo que quiso escribir desde y para el cuerpo: el puño y letra del movimiento en escena.
La reconocida coreógrafa española Laura Aris le dio puntapiés al tiempo; devoró (¿‘deboró’?) los cuentos y novelas de Palacio (Loja, 1906-Guayaquil,1947); cual antropófaga, saboreó cada una de las palabras que entraban por sus ojos y que se extendían con ritmo por todo el cuerpo; por momentos fue ‘doble y única mujer’ en su imparable trabajo – que contó con Julia Faber y Cristina Baquerizo, quienes también fueron únicas por su doble esfuerzo-.
“Logramos en un mes hacer lo que se hace en tres”, dice Aris, quien tuvo a las agujas del reloj en su contra y parecía que le hacían ‘chaj, chaj, vertiginosamente’. “Claro que se suman las semanas intensas de investigación junto a Julia Faber, las residencias, y el contacto permanente, miles de mails y skypes con Cristina”, agrega la bailarina catalana.
Así, en ese contexto, se traza en las tablas ‘Línea y contorno de un abismo’, una de las coproducciones del Festival Internacional Artes Vivas de Loja (Fiavl 2018), que tuvo su estreno en el Teatro Nacional Benjamín Carrión.
Esta propuesta contemporánea de la Compañía Nacional de Danza del Ecuador (CNDE), que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP) y del Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividades (Ifaic), tiene como ejes transversales «la disolución de fronteras, la diferencia como libertad de expresión y el reconocimiento de la diversidad”.
Miradas
Para Josie Cáceres, directora de la CNDE, la puesta significó todo un “desafío”, tanto por la complejidad palaciana como por el trabajar junto a una coreógrafa de talla internacional como Aris.
Todo fue superado por el profesionalismo de la directora española y de los intérpretes que “cuentan con la capacidad técnica y artística para aportar a un proceso creativo interdisciplinario, al estar familiarizados con la búsqueda constante de nuevas formas de expresión desde la danza, pero siempre en relación con otros lenguajes: el teatro, las artes visuales, la música, entre otros”, opina Cáceres en un texto.
Por su parte, Aris, en medio de un ensayo, entre revisar el vestuario y evaluar los soportes técnicos, pronuncia: “He intentado habitar a Palacio, no explicarlo”.
En medio de extenuante trabajo, está convencida de que los bailarines captan al escritor y lo transmiten desde las tablas: “Creo que Palacio está presente. Con mucho respeto lo hemos colocado en escena. El elenco y todos los que participan son gente creativa: estoy orgullosa”.
Palabra y símbolo
Aris dice que sentía cierta presión porque nunca había trabajado una dinámica literatura-danza. “Tenía experiencias con el teatro, el performance y la música”. Y vuelve a rondar esa idea de la esencia de la palabra, de que la escritura de Palacio trascienda a la propia literatura y dramaturgia.
Y lo hace cuando se rompe la cuarta pared. Cuando desde el video las citas de Palacio penetran la retina del espectador al compás del movimiento: las letras proyectadas guardan el ritmo y el silencio en los bailarines.
A esto, se suma el que se reivindique la lectura desde una interacción lúdica, en la cual los danzantes comparten frases del escritor lojano y el público termina declamándolas: un hilo de murmullos termina siendo una cadena de voces.
La ausencia de la madre y los armarios serán una constante palaciana en escena. La madre, pasado y presente, esos huesos que uno quiere abrazar, rondará en múltiples ocasiones: una ausencia que no pasa desapercibida.
Los armarios, más allá de objetos escenográficos, son la metáfora de la mirada de Palacio: todos guardan secretos, todos tienen muertos en el placard, a la vez que en lo más profundo se esconde lo anormal, lo que rompe lo cotidiano, ese desorden que termina marcando un equilibrio en el que se bambolea el espectador, que termina introduciéndose en ese gran armario de Palacio: su mente.
Narrativa
“Concibo y me sirvo de la danza como herramienta, no como objetivo aunque, sin quererlo, la danza también da forma a mi espiritualidad. Intento crear discursos teatrales sostenidos por el movimiento. En la danza encuentro cierta lógica: una lógica temporal y efímera que revela partículas de verdad. A veces esas partículas desaparecen al final de la creación, a veces perduran. Me interesa el eco de movimiento”.
Este texto es una reflexión de Aris, quien en ‘Línea y contorno de un abismo’ permite que no se apague el eco de Palacio, que desde otras expresiones muestra su sociedad, años 20’ y 30’, y su mirada de vanguardia, su estar adelante en el tiempo.
“Pienso que ‘Vida del ahorcado’ lo tiene todo. Es un proceso de depresión ‘heavy’ con un humor espectacular, muy inglés. En sí, todos sus relatos de ficción son una mirada aguda de la miseria humana. Lo interesante, es que a sus personajes los lleva al límite sin juzgarlos”.
De esta manera, aparecerá un fluir de conciencia en el escenario: una siamesa con una monstruosidad que erotiza; el pueblo enardecido que pide justicia a pedradas; un apasionado hombre que hace que sus besos sean mordiscos… Personajes de Palacio que construyen una obra íntima que se sostiene con la música de Rodrigo Becerra, hasta llevar al público a un estado onírico de soñar con los ojos abiertos, de arriesgarse a caminar por el contorno del abismo, sin miedo a caer en él.
Ficha Técnica
‘Línea y contorno de un abismo’
° Concepto y dirección: Laura Aris
° Residencias Artísticas: Hellerau – European Center for the Arts Dresden (Alemania)/ International Summer Intensive (Canadá).
° Creado e interpretado: Darwin Alarcón, Luis Miguel Cajiao, Luis Cifuentes, Vilmedis Cobas, Fernando Cruz, Camila Enríquez, Franklin Mena, Sisa Madrid, María José Núñez, Lizeth Samaniego, Yulia Vidal, Catalina Villagómez y Eliana Zambrano.
° Creación e interpretación musical: Rodrigo Becerra.
° Asistencia de Dirección: Cristina Baquerizo y Jorge Alcolea.
° Diseño de Escenografía: Alicia Herrera y Laura Aris.
° Vestuario: Lila Penagos.
° Iluminación: Gerson Guerra.
Perfil
Laura Aris
° Fue parte de la compañía belga Ultima Vez, dirigida por Wim Vandekeybus. Cofundadora, junto a Jorge Jáuregui, de la plataforma artística Ember. Ha colaborado con Vandekeybus e Ivo van Hove en las óperas ‘Salomé’ (2017) y ‘Elektra’ (2019). Es profesora invitada en reconocidas compañías de danza como: Impulstanz Vienna (Austria), P.A.R.T.S. Performing Arts Research & Training Studios (Bélgica), Deltebre Dansa (España) y HKAPA Hong Kong Academy for Performing Arts (China).
TOME NOTA
La obra se presentará en Quito, en el Teatro Sucre, el 28 de noviembre (19:30).