Telenovela política

Karla Jaramillo Puertas

Dos hábitos le debo a mi madre. El primero no ver telenovelas y el segundo mirar los noticieros, para estar informado de la actualidad del país.

Traigo a colación este tema ya que mirar los noticieros televisivos reemplaza a cualquier telenovela de moda. Hagamos un pequeño repaso en la política ecuatoriana y encontraremos: intriga, traiciones, deslealtades, muertes, ofendidos, arrepentidos… tal cual argumento novelístico.

Debo reconocer que hace 10 años no era tan emocionante como ahora. En el período de Moreno se han escrito los mejores capítulos. Primero un vicepresidente preso. Luego denuncias de diezmos o impuestos al trabajo donde sólo se destituyó a Normita la Recaudadora ya que el sobornado tuvo la diligencia de grabar el audio. Es decir, presentó pruebas, lo que no ha sucedido con otros, caso contrario a cuántos les hubiese tocado la misma dosis.

Todas las semanas hemos vivido asombrados el destape de actos de corrupción. Esos que nos mantienen al pie de la tele y que intrigados e indignados queremos conocer el desenlace de los mismos. Claro que en las telenovelas las situaciones corren rápido y en la vida real debemos esperar meses.

En estas semanas hemos participado pasivamente de la denuncia realizada en contra de la ahora exvicepresidenta María Alejandra Vicuña, quien ha salido a defenderse argumentando que la persiguen por ser mujer y por ser de izquierda cuando sabemos que es por corrupción y ahí no hay distinción de género ni de ideologías.

El guayaquileño Otto Sonnenholzner fue posesionado como vicepresidente el martes 11 de diciembre con 94 votos afirmativos, 27 votos negativos y 7 abstenciones. De esta manera, se convierte en el tercer vicepresidente de Moreno. Hasta el momento tiene aceptación en la Asamblea y sectores estratégicos del país. Toca esperar su desempeño. (O)

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