Redacción GUAYAQUIL
En el interior de la vieja Penitenciaría del Litoral están confirmados 120 privados de la libertad víctimas de tuberculosis. Así lo indicó Alfredo Muñoz, director de este centro carcelario para presos aún sin sentencia condenatoria en firme.
Esto, mientras el deceso de un interno activó las alarmas en el penal, el jueves cuando los familiares de Alexis N., denunciaron que el reo de 30 años, ingresó sano y bueno al reclusorio hace cinco meses, sin embargo, se contagió con tuberculosis dentro del centro de rehabilitación y pereció.
La muerte del detenido se registró en una casa de salud privada. Él fue sacado envuelto en sábanas hasta la ambulancia que lo trasladaría hasta el hospital donde finalmente murió.
Preocupación
Las autoridades del centro se muestran preocupadas por los casos de tuberculosis que existen en el penal, porque podrían derivar en una epidemia.
Los restos de Alexis se velaron en una casa de la Isla Trinitaria, sur de Guayaquil y según sus familiares, contrajo la enfermedad dentro de la Penitenciaría del Litoral, en donde cumplía 10 años de prisión por el delito de robo.
Denuncian que el enfermo no habría recibido la atención médica adecuada dentro del reclusorio.
Debido a su cuadro crítico, la semana pasada tuvieron que sacarlo de la cárcel con la ayuda de otros reos, por lo que debieron pagar 120 dólares por la autorización respectiva.
El caso pondría en evidencia una crisis de hacinamiento en esta cárcel, situación que preocupa a las autoridades penitenciarias que reconocen que hay reos que padecen tuberculosis y posiblemente otras enfermedades.
Hacinamiento
Alfredo Muñoz, director de la cárcel, reveló que existe un hacinamiento del 100%, y se ha convertido en una bomba de tiempo porque se teme una epidemia de tuberculosis que ya cuenta con 120 casos. “Estamos preocupados porque el hacinamiento, sumado a la tuberculosis, puede producirse una epidemia”, explicó.
En celdas para 4 detenidos duermen hasta 11 personas. La Penitenciaría del Litoral tiene capacidad para 4.800 internos, pero aquí viven 9.500 y ese número va en aumento. “En un mes y medio a 2 meses llegaremos a 10.000 detenidos si no se adoptan medidas”, dijo Muñoz.
Los enfermos de tuberculosis permanecen en un pabellón de aislamiento y las autoridades tratan de detectar a tiempo los nuevos casos. La situación se agrava porque en los pisos altos no llega el agua, lo que provoca condiciones de insalubridad.
No hay presupuesto para pavimentar los corredores; en los aguaceros se forman grandes depósitos de agua y mosquito. (DAB)
Falta de guías, otro problema
° La seguridad es otra preocupación por la falta de guías penitenciarios: para los 9.500 internos solo hay 70 guías por turno.
Esto provoca que existan pabellones, como el de toxicómanos en recuperación, que son controlados por sicólogos y terapeutas del Ministerio de Salud.
Actualmente, se analizan traslados y agilitar los procesos de prelibertad para los internos que legalmente ya pueden acogerse a este beneficio.