Cantidad de cuadros y obras de arte con distintas técnicas se evidencian al llegar al local de Víctor Hugo Lucero Cabrera, quien tiene 60 años y una trayectoria dilatada en el tema artístico y de investigación.
Considera que toda su vida ha estado inmiscuida en el arte ya que a los 10 años ganó un concurso internacional, “hice un trabajo, lo presenté y gané en Argentina. La obra, que la vendí hace un año no más, era tres rostros que los realicé con un compás. Todo coincidía”, cuenta y asegura que le gustó mucho porque nada es al azar, todo está previsto, calculado; haciendo alusión al infinito.
Hugo asegura que la figura que más aprecia es la circunferencia ya que es la más exacta. Luego empezó a pintar en pencos, paredes, casa, “era más un pasatiempo, ya que incluso hice algunos murales para la gente, pinté algunas obras que las regalé”, recalca.
Ha realizado algunas exposiciones. La primera presentación la hizo en pirograbado, que es una técnica de madera quemada, lo hizo bajo el seudónimo Shalom y fue en homenaje a Tránsito Amaguaña, en la Casa de la Cultura.
Estuvo en Cuenca, ganó un premio latinoamericano que es en hierro a soldadura. Maneja algunas técnicas como pirograbado, aerografía, escultura, pinceladas, soldadura en hierro y más.
Se considera autodidacta. Es soldador de equipo caminero, preparador de cultura física de ciclismo de ruta, tornero, artista, escritor y más. “Soy perseverante y eso me ha permitido aprender y participar en algunos concursos”, relata.
A Hugo lo encuentran de lunes a domingo en el local que se encuentra en la ‘Catacocha’, entre 18 de Noviembre y Sucre. Ahí luce parte de las obras que ha realizado, algunas de las cuales ya están vendidas. En la mayoría de cuadros ubica mariposas, pues le atrae mucho esta especie.
Al gustarle la investigación, el 20 de noviembre de 2018, presentó una nueva técnica que se denomina convergencia. Presentó siete obras con esta técnica que es poco conocida. Al final dice que su intención es seguir aportando a crear nuevas formas de crear arte. (DVL)