Servir es la vocación de ‘Don Edmundito’ en la Eerssa

PERSONAJE. Edmundo Cabrera en uno de sus tantos viajes. En la gráfica labora dotando de alumbrado público en el sector de Amaluza.
PERSONAJE. Edmundo Cabrera en uno de sus tantos viajes. En la gráfica labora dotando de alumbrado público en el sector de Amaluza.
AMISTAD. Haciendo un alto a sus actividades cotidianas, la cuadrilla de alumbrado público junto a Edmundo Cabrera (segundo desde la derecha).
AMISTAD. Haciendo un alto a sus actividades cotidianas, la cuadrilla de alumbrado público junto a Edmundo Cabrera (segundo desde la derecha).

Carismático y siempre alegre. Así luce en forma permanente Edmundo Rosalino Cabrera González, oriundo de la parroquia Urdaneta, en el cantón Saraguro, quien hace pocos días recibió un reconocimiento por su jubilación, tras más de 40 años al servicio de la Empresa Eléctrica Regional del Sur S.A. (Eerssa).

Sonriente dice que empezó a laborar desde los 17 años en la institución, bajo el mando del extinto Carlos Mora, a quien le gustaba trabajar con gente de este sector “porque somos duros para el trabajo”, menciona mientras lanza una carcajada que contagia a sus compañeros.

‘Don Edmundito’, como lo identifican, señala que sus inicios en la Empresa Eléctrica fueron cargando cemento para las obras y botando escombros en invierno, por el lapso de tres meses. Luego pasó a construcciones de redes, entre 1978, fecha en la que se empezó a distribuir energía a los cantones; aquí estuvo por alrededor de 20 años.

Posteriormente, pasó al mantenimiento de transformadores y desde hace 20 años se dedica a la instalación de alumbrado público. Dice que su mayor satisfacción es trabajar como si la Empresa fuera suya y que a más de percibir un salario, recibe la gratitud de la gente que recibe el alumbrado público.

También ‘Don Edmundito’ siente melancolía porque por trabajar para darles lo que necesitan sus cuatro hijos (Luis, Karolina, Paulina y Francis) no ha tenido mucho tiempo para ellos, por eso les ofrece disculpas, pero agradece el respaldo de su esposa (Ricardina Ordóñez) para poder hacer de los tres primeros (el cuarto tiene 15 años y estudia) unos verdaderos profesionales ya que por dedicarse desde temprano a laborar pudo culminar solamente los estudios primarios.

Así, tras un descanso para brindar la entrevista, ‘Don Edmundito’ se despide con la misma alegría de siempre. Él ha podido recorrer varios sectores recónditos de Loja, Zamora Chinchipe y Gualaquiza, en Morona Santiago; siendo un ejemplo de humildad y de trabajo. (DVL)