‘El misterio de las catedrales’, de Fulcanelli

Por Oswaldo Paz y Miño J.

El dolor aturde mí espíritu, la causalidad que me llena de tristeza es propicia para traer ante ustedes un libro presentado con alegría el 05 de junio de 2016. Esta vez el trago es amargo. El sorbo es cruel.

‘El misterio de las catedrales’, de Fulcanelli, un tomo sorprendente y revelador, trascendente y fundamental. Escrito ‘entre columnas’ y, por tanto, sólido, permanente como la piedra que, aunque convertida en polvo, sigue siendo piedra.

Absortos, dolientes, impotentes hemos visto al fuego devorar grandes espacios del continente y contenido de la catedral de Notre Dame, de París. Nos imaginábamos lo peor; menos mal no sucumbió, aguantó estoica a las llamas, soportó valiente el ardor en su piel y se defendió entregando al alquímico fuego partes de sí misma, para salvar el todo.

Se quejaba, mientras el río Sena surtía a borbotones el alivio, París sufría, el mundo en vilo, una parte de su patrimonio cultural, histórico, se consumía: dolor, dolor, dolor. Tanto misterio, envuelto:

“La catedral de París, como la mayoría de las basílicas metropolitanas, está colocada bajo la advocación de la bendita Virgen María o Virgen Madre. En Francia, el vulgo llama a estas iglesias las Notre Dame. Son, pues, dedicadas a la Madre (en latín ‘mater’, ‘matris’) a la Matrona en el sentido primitivo, palabra que, por corrupción se ha convertido en Madona, mi Señora y, por extensión, Nuestra Señora. Por otra parte, la Biblia nos dice que María, madre de Jesús, era de la rama de Jesé. Ahora bien, la palabra hebrea ‘Jes’ significa el fuego, el Sol, la divinidad. Ser de la rama de Jesé equivale a ser de la raza del Sol, del fuego. Como la materia tiene su origen en el fuego solar, tal como lo acabamos de ver, el mismo nombre de Jesús se nos presenta en su esplendor original y divino: fuego, Sol, Dios. Por último, en el Ave Regina, la Virgen es adecuadamente llamada Raíz (Salve, Radix) para señalar que es principio y comienzo del Todo. ‘Salve, raíz por la cual la Luz ha brillado sobre el mundo’” Págs. 79-82.

“Tales son las reflexiones que sugiere el expresivo bajo relieve que acoge al visitante bajo el pórtico de la basílica. La Filosofía hermética, la antigua Espagírica, le dan la bienvenida en la iglesia gótica en el templo alquímico por excelencia”, Pág. 82.

Las catedrales llevan huellas. Son producto del trabajo de los masones operativos, de los aprendices, compañeros y maestros talladores de piedra bruta, que las transformaron en joya pulida con el cincel y el martillo. Canteros, constructores que, con tiento, talante y talento, utilizaban la escuadra y el compás en beneficio de la humanidad, a las que legaron no solo los grandes monumentos construidos, sino su conocimiento secreto.

El manuscrito de las catedralesa
El lector profano tiene en ‘El misterio de las catedrales’ material abundante y bello para descubrir por dentro, y no de manera vulgar, a la Catedral de Nuestra Señora de París, que según se ha dicho quedará restaurada en cinco años, el número quinario que simboliza la quinta esencia, la sustancia vital, la fuerza intelectual del hombre, y a los elementos: tierra, agua, aire, fuego y germen, todos estos partícipes de la construcción de la Catedral y del reciente flagelo.

El Misterio de las Catedrales’, de Fulcanelli, puede ser el manuscrito que usted aguardaba para transponer el umbral que le separa del saber oculto que los constructores de las catedrales tuvieron”.“He sido puesta a prueba durante siglos, y hallada ser verdadera. Los caminos del mundo muestran la impronta de mis pies y las catedrales de todas las naciones dan testimonio de la destreza de mis manos. Lucho por la belleza y la simetría. En mi corazón habitan la Sabiduría, la Fuerza y el Valor para aquéllos que los buscan” (Diario Masónico).

‘El Misterio de las Catedrales’, de Fulcanelli, puede ser el manuscrito que usted aguardaba para transponer el umbral que le separa del saber oculto que los constructores de las catedrales tuvieron y han transmitido a sus fraternos a través del tiempo. La ‘Geometría Sagrada’, que, después de un proceso iniciático, se aprende que resume: Sabiduría, Fuerza y Belleza.
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Sobre el escritor
° Seudónimo de un autor de alquimia del siglo XX que fundó escuela y cuya identidad es discutida; podría tratarse del francés Eugène Canseliet (1899-1982), pero tal atribución es cuando menos problemática. La figura del misterioso Fulcanelli suscita todavía hoy las más asombrosas especulaciones y mueve a las más diversas conjeturas, tanto sobre su verdadera identidad como sobre los conocimientos que reveló en sus dos obras: El misterio de las catedrales (1926) y Las moradas filosofales (1931). Estos dos sorprendentes e intelectualmente sólidos libros superaron enseguida el ámbito esotérico y llamaron la atención de muchos artistas, científicos, eruditos y personas libres de prejuicios. (Fuente: www.biografiasyvidas.com)