Se crea un área de amortiguamiento, en la que sí permitirá la colocación de pozos.
El presidente, Lenín Moreno, a través del Decreto Ejecutivo 751, amplió en más de 60.000 hectáreas la zona intangible del Yasuní. Es decir, el territorio de aislamiento voluntario para las comunidades Tagaeri y Taromenane en zonas de Orellana y Pastaza. Esta zona pasa de 758.051 a 818.501.
La ampliación se realiza en cumplimiento de la consulta popular de febrero de 2018, en la que la población se pronunció a favor de incrementar en al menos 50.000 hectáreas esa zona. Sin embargo, el resultado tenía un segundo componente: reducir el área de explotación petrolera autorizada por la Asamblea en el parque nacional de 1.030 a 300 hectáreas.
En más de dos páginas del Decreto, se hace una detallada descripción de los límites de nueva zona intangible. A su vez, en el artículo 3 se establece una zona de amortiguamiento de 10 kilómetros de ancho “contiguo a toda la zona intangible redelimitada”.
EL DATO
En 30 días, los Ministerios encargados emitirán los instrumentos y definiciones necesarias para la implementación del decreto. En esta zona se prohíbe la extracción minera y de recursos forestales, pero se permite la colocación de “plataformas de perforación y producción de hidrocarburos”; o sea, pozos petroleros. Además, se dispone que las operaciones petroleras autorizadas deberán utilizar técnicas de bajo impacto, autorizadas por el Ministerio del Ambiente y el de Energía.
En otras palabras, el Decreto establece una zona de protección más amplia para estas comunidades, pero viabiliza operaciones petroleras en el último colchón de protección de la naturaleza y de esos pueblos.
En 180 días, los Ministerios de Ambiente y Energía y la Secretaría de Derechos Humanos realizarán la delimitación física de la nueva zona intangible, que incluye la demarcación con hitos; así como la elaboración y difusión de la cartografía oficial.
¿Es un avance?
Luego de analizar el detalle de los nuevos límites de la zona intangible, Esperanza Martínez, presidenta de la organización Acción Ecológica, que ha defendido la zona, explicó que lo que se hace es ampliar el área en algunos sectores donde ya hay operaciones petroleras, en el extremo occidental, principalmente, pero al mismo tiempo se reduce la protección de esas áreas. “No ganamos nada porque se permiten plataformas petroleras en la zona de amortiguamiento, lo que estaba prohibido en el Decreto anterior”, dijo.
EL DATO
Según un informe técnico del Ministerio del Ambiente, fechado en junio de 2018, solo existe una intervención de 47,2 hectáreas dentro del parque Nacional Yasuní.“Todo esto estaría dirigido a viabilizar las operaciones del campo Ishpingo del ITT”, agregó Martínez.
Sin embargo, Carlos Pérez, ministro de Energía, afirmó que la ampliación cumple con la Ley y favorece la protección de los pueblos en aislamiento voluntario. “No estamos sacando zonas que antes estaban cubiertas, solo incrementando la cobertura. Además, con respecto a la Zona de Amortiguamiento, estamos especificando que solo se podrán instalar plataformas petroleras con todos los permisos. Antes se hablaba de la posibilidad de facilidades productivas en genérico”, puntualizó.
Timoteo Huamoni, líder de la nacionalidad Waorani, denunció que los pueblos de la zona no han sido consultados en el proceso, y que las decisiones del Gobierno son lesivas para la naturaleza y la vida indígena. (JS/ASC)