Decisiones administrativas y financieras ahora se toman en el Ministerio de Cultura, en la ciudad de Quito.
Desde el pasado 28 de febrero, el Teatro Nacional Benjamín Carrión de la ciudad de Loja, considerado como uno de los principales escenarios culturales del país, dejó de tener autonomía y eso dio lugar a que decisiones que lo involucran, se tomen ahora desde el Ministerio de Cultura, en la ciudad de Quito.
El director Ejecutivo del Teatro Nacional Benjamín Carrión, Ricardo Sempértegui Valdivieso, confirmó que ya no gozan de autonomía, sino que ahora “dependemos de planta central, es decir del Ministerio de Cultura. Ellos están manejando todos los procesos”.
Explica que desde Quito se encargan, por ejemplo, de pagos hacia proveedores, al personal y otros asuntos financieros y administrativos que anteriormente se resolvían en Loja.
Medida
El director Ejecutivo del Teatro Nacional Benjamín Carrión recuerda que el pasado 28 de febrero recibió una comunicación donde se señalaba que la decisión se daba por la situación económica del país y el recorte que se está haciendo en las instituciones públicas. Ello derivó en la salida de seis funcionarios, quienes laboraban en áreas como la financiera, administrativa, jurídica, tesorería y compras públicas. Actualmente, el espacio físico que ellos venían utilizando, ubicado junto a la Dirección Ejecutiva, permanece cerrado y sin uso.
Labor
Sempértegui Valdivieso manifiesta que pese a la medida, quienes laboran en la entidad continúa laborando y llevando a cabo la programación que se presentó para todo este año.
Asimismo, menciona que no es necesario trasladarse a Quito para presentar alguna propuesta cultural. Dice que se lo puede hacer en las oficinas del Teatro, y que desde aquí se remite la información a planta central para que sea desde ahí donde se dé el visto bueno.
Criterios
El escultor y gestor cultural lojano Bayardo Cuenca Mayorga no está de acuerdo con esta decisión. A su criterio, “es nefasto que tengamos que todavía seguir en estas dinámicas de centralismo absurdo”.
Refiere que si bien hay normas que se deben seguir desde instancias superiores, “es triste que nosotros gestando desde Loja, trabajando desde Loja, produciendo desde Loja, tengamos que depender de que autoridad que no tiene absoluto conocimiento de lo que se hace aquí” diga lo que se debe hacer o no. Agrega que no le encuentra lógica a esto.
Para el antropólogo y docente universitario Ramiro Villamagua Vergara, si esto se tratara de una medida provisional, “se puede entender”. Sin embargo, enfatiza que “toda institución manejada a control remoto tiende a hacer mal las cosas”.
LAS CIFRAS
17 PERSONAS laboran actualmente en el Teatro Benjamín Carrión.
6 FUNCIONARIOS salieron de sus cargos.