¿Cómo está la cultura del servicio en Loja?

Hernán Yaguana Romero

Hoy en día para lograr un cambio de mentalidad que ayude al servidor público a tener una buena relación con la ciudadanía, se requieren adoptar nuevos mecanismos o técnicas modernas que vayan de acuerdo a la época. Ya no sirven las palabras motivadoras de los líderes o la sola predisposición personal. Vivimos un mundo lleno de apresuramientos, donde lo que menos deseamos es “perder el tiempo”. La rapidez y la buena atención deberían ser el referencial de todas las instituciones públicas que aún disponen, en pleno siglo XXI, de procesos donde la presencia física es la única alternativa.

Lamentablemente en nuestra ciudad seguimos con la improvisación, experimentando por aquí y por allá, justificando la presencia de cierto personal administrativo que posee cualidades muy específicas, ubicándolos en puestos donde se requieren otro tipo de competencias. Se pretende mejorar el servicio creando nuevas estructuras dentro de la organización, pero no se dan cuenta que el problema no es el sistema, sino el personal. No es correcto ubicar funcionarios que, en su momento, estuvieron capacitados para dirigir el tránsito dentro de áreas administrativas, eso es ilógico, por más que tengan la mejor intención desconocen de los mecanismos para esas nuevas labores, por tanto, en vez de ayudar van a entorpecer los objetivos, y el malestar va a aflorar. Si la idea es distribuir correctamente al personal, pues, antes de otorgarles cargos delicados como la atención dentro del servicio de matriculación vehicular, debería existir una preparación adecuada y permanente.

Construir entornos de empatía entre los ciudadanos no es tarea fácil, sin embargo, por el prestigio de nuestra Loja y de las nuevas autoridades, recién posicionadas, sugerimos se hagan las evaluaciones correspondientes y se tomen las medidas del caso. (O)

[email protected]