Una atención médica diferente

Jaime A. Guzmán R.

Igual que cualquiera de ustedes le puede suceder, por circunstancias de enfermedad inesperada de un familiar, hube que acudir a un hospital en Orlando, Estados Unidos de Norteamérica, en el cual tanto la paciente como todos los acompañantes recibimos una atención muy diferente a la que se da en nuestro país.

Traigo este caso porque creo que es importante para la reflexión y obviamente en procura de lograr un cambio de 80 grados en la atención medica en Ecuador, especialmente en Loja.

Desde el ingreso a emergencia en dicha casa de salud, pude observar las siguientes actitudes y valores, algo que en nuestro país parece habérseles olvidado. El personal administrativo, las auxiliares de enfermería, los enfermeros, los laboratoristas y los propios médicos, sin distinción de edad, credo, sexo, raza, nacionalidad, lengua y condición económica en minutos brindaron una atención integral avanzada de calidad, eficiencia y eficacia, dentro de los cuales el amor, el humanismo, el respeto a su dignidad y el derecho de la paciente a estar acompañada de sus familiares, ocuparon un lugar privilegiado.

Acá en Ecuador, con las excepciones de rigor, como todos conocemos, con una amnesia general de los principios éticos y morales de la profesión médica, los pacientes y sus familiares son tratados con una indiferencia, inhumanidad y dureza absoluta.

Sin duda esta experiencia que me ocurrió quedará marcada en mi vida, con el anhelo de que- ojalá pronto- las personas que desarrollan su actividad en las casas de salud, aprendan a aprender a tratar al enfermo y sus familiares con bondad, sensibilidad, cariño y prudencia.

Pienso que todos juntos podemos hacer la diferencia y por tanto todos tenemos que unirnos para cambiar esta situación. (O)