Azuayo y residente en EE.UU., lleva cinco años entregando su contingente en la vía.
El haber recibido, hace seis años, una botella de agua para calmar la sed es un gesto que marcó la vida de Galo Ramiro Minga, ciudadano oriundo de la provincia del Azuay y residente en Estados Unidos.
Esa botella con el líquido vital la recibió cuando caminaba como un romeriante más en la peregrinación de la Virgen del Cisne, de la cual él es un fiel devoto.
Ese gesto lo impulsó a hacer una “obra de caridad” por los demás y lleva ya cinco años regalando botellas de agua a quienes caminan acompañando a la Virgen del Cisne en la romería con destino a Loja.
“Hay muchas personas que a lo mejor no tienen para una botella de agua y vienen a acá con la fe a la Virgen Santísima”, dice.
En la romería de ayer, Minga volvió a regalar botellas de agua. En esta ocasión, fueron alrededor de 3.000 que obsequió, cada una de 600 mililitros. Para ello, alquiló un camión pequeño y se apostó en el sector de la ‘Y’ de la vía Loja-Catamayo.
El ciudadano, con sus propios fondos, compró las botellas para regalarlas. Hubo personas que le ayudaron a entregarlas. Quienes las recibían agradecieron y continuaron su camino, pero ya con un poco de agua para hidratarse.
Galo Ramiro Minga dice que continuará con este gesto mientras Dios le dé vida y salud. Él trabaja en el área de la construcción en el país norteamericano pero siempre viene por estos meses a Ecuador a visitar a la Virgen del Cisne y, desde hace cinco años, a regalar botellas de agua a los peregrinos.
LA CIFRA
42 AÑOS es la edad del benefactor.