Un legado en honor a la Virgen del Cisne que sigue vigente

TRADICIÓN. En este año, los descendientes de la familia Mora-Castillo, utilizaron un chaleco azul.
TRADICIÓN. En este año, los descendientes de la familia Mora-Castillo, utilizaron un chaleco azul.

El mantenimiento de la Urna del Villonaco, donde cada 20 de agosto se celebra una misa, lo realizan los descendientes del matrimonio Mora-Castillo.

Los descendientes del matrimonio conformado por Hernán Mora Samaniego y Blanca y Graciela Castillo Carrión continúan con el legado de venerar a la Virgen del Cisne. Y eso se refleja en la conocida Urna del Villonaco, que está ubicada en terrenos de esta familia, en la vía Loja-Catamayo.

El mantenimiento del sector, donde cada 20 de agosto, antes del mediodía, se celebra una misa con la presencia de la Virgen del Cisne, lo realizan los descendientes del matrimonio Mora-Castillo con ayuda de priostes.

Hernán Mora Samaniego y Blanca y Graciela Castillo Carrión procrearon ocho hijos, de quienes seis estuvieron presentes este año en la eucaristía de la Urna del Villonaco. Los otros dos están en el extranjero. A más de los hijos, en esto colaboran otros descendientes de esta familia, tales como nietos.

Felipe Mora Castillo, uno de los hijos de este matrimonio, refiere que lo que los motiva a venerar a la ‘Churona’ es la herencia espiritual que les legaron sus antepasados.

Así también, dice que como familia, siente una alegría inmensa de tener a la Virgen del Cisne en sus terrenos. “Ellas nos protege, es nuestra Madre Santísima”, dice el ciudadano.

LA CIFRA

8 HIJOS procreó el matrimonio Mora-Castillo.