A las 11:15 inició la caminata de fe por las calles céntricas de la ciudad de Loja.
Entre la multitud que la mañana de ayer, se sumó a la procesión de la Virgen del Cisne, estuvo Rosa de Jesús Prieto, quien arribó el último viernes desde la ciudad de Cuenca para cumplir su promesa de venerarla y agradecerle por tenerla con salud y poder velar por su familia.
A las 11:15 empezó la procesión con la imagen de la Virgen del Cisne, que desde muy temprano la ubicaron en un templete que se armó en los exteriores de la iglesia Catedral. Luego de la misa campal los fieles tomaron en andas la imagen para caminar con ella por las calles céntricas de la urbe.
Camino de la fe
De la iglesia la imagen de la Virgen del Cisne bajó por la calle Bernardo Valdivieso hasta la calle Colón; de ahí fue a la calle Bolívar para subir hacia la calle Mercadillo e ir al oriente para bajar por la Bernardo Valdivieso y llegar al templo en donde estará hasta el viernes primero de noviembre de 2019.
Un sol radiante
La procesión estuvo presidida por monseñor Walter Heras Segarra, administrador apostólico de la Diócesis de Loja, quien se desempeña, también, como vicario apostólico de Zamora Chinchipe. Otros sacerdotes del distrito participaron del extraordinario evento de la religiosidad lojana.
El clima se tornó benigno durante la procesión y el sol se mostró en todo su esplendor y muchos de los asistentes utilizaron gorras para protegerse del astro rey que no dejó de brillar durante toda la caminata que duró alrededor de unos 90 minutos y participaron miles de feligreses.
EL DATO
Los aspirantes a policías de la escuela formaron un cordón de seguridad de la sagrada imagen.