Mantienen viva la memoria de quien donó el acta de la independencia

Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.
Acción. Ana Luisa y Susana Beatriz, dos de las hijas de María Riofrío, muestran una copia del acta.

María Riofrío de Eguiguren hizo el gesto hace 30 años y lo hizo por Loja.

“La cultura exquisita, la gran afición y el conocimiento histórico y literario de mi madre se ha hecho presente hoy como nunca en nosotros. Y cuando está fresco y latente su recuerdo, recibe un reconocimiento a un acto de desprendimiento inmenso para su ciudad, su cultura e historia”, fueron parte de las palabras que mencionó Susana Beatriz Eguiguren Riofrío, en el homenaje que le hizo el Municipio de Loja el 16 de febrero de 1990 a su madre, María Riofrío de Eguiguren.

Fue un reconocimiento en razón que María Riofrío fue la que donó el acta de independencia de Loja, en la que consta el texto auténtico redactado en castellano antiguo, con el sello real e incluyen las firmas y rúbricas de los héroes que permitieron la gesta.

Han pasado 30 años del fallecimiento de María Riofrío de Eguiguren y sus hijas hacen memoria del hecho histórico y altruista, pues se considera este documento como el certificado de nacimiento de la ciudad.

Historia

Susana Beatriz Eguiguren Riofrío cuenta que su abuelo, Rafael Riofrío Eguiguren, fue un gran historiador lojano, “tuvo papeles importantes, pero no le puedo decir cómo llegaron a su poder ya que son cosas del siglo anterior, pero entre los papeles que heredó mi madre constaba el acta de independencia”, afirma.

Ella guardó sigilosamente los documentos y consideró que no era justo que estén en un lugar cerrado, sino que más bien Loja debería conocer su origen ya que el acta de independencia es un documento de gran valor para la ciudad.

El escrito, que el Municipio de Loja mantiene su custodia, fue ubicado en una estafeta del Salón del Cabildo. La donación fue hace unos 30 años, ya que lo hizo un poco antes de fallecer. Sus restos descansan en la cripta del templo de Santo Domingo.

Este acto altruista lo hicieron bajo el consentimiento de los hijos de María Riofrío que fueron siete: Susana Beatriz, Ana Luisa, Mary Rose, Cecilia Ximena, Juan (+), Raquel (+) y Lucía (+) Eguiguren Riofrío. “Aceptamos plenamente y la acompañamos en la entrega”, afirma Susana.

Se recuerda también que, aunque María Riofrío habitó en distintas zonas de Loja, cuando entregó el documento residía por las calles Bernardo Valdivieso y 10 de Agosto.

Las hijas de María consideran que es un homenaje recordar en sus 30 años de fallecida la acción que hizo, “ya que era una mujer muy culta, autodidacta, tocaba el piano una preciosa música clásica. Hubiéramos querido tener esa virtuosidad”, menciona con una sonrisa.

EL DATO

Era aficionada al arte, la literatura, la pintura y la historia. Disfrutaba tocar el piano y su música clásica.

María Riofrío de Eguiguren hizo el gesto hace 30 años y lo hizo por Loja.

“La cultura exquisita, la gran afición y el conocimiento histórico y literario de mi madre se ha hecho presente hoy como nunca en nosotros. Y cuando está fresco y latente su recuerdo, recibe un reconocimiento a un acto de desprendimiento inmenso para su ciudad, su cultura e historia”, fueron parte de las palabras que mencionó Susana Beatriz Eguiguren Riofrío, en el homenaje que le hizo el Municipio de Loja el 16 de febrero de 1990 a su madre, María Riofrío de Eguiguren.

Fue un reconocimiento en razón que María Riofrío fue la que donó el acta de independencia de Loja, en la que consta el texto auténtico redactado en castellano antiguo, con el sello real e incluyen las firmas y rúbricas de los héroes que permitieron la gesta.

Han pasado 30 años del fallecimiento de María Riofrío de Eguiguren y sus hijas hacen memoria del hecho histórico y altruista, pues se considera este documento como el certificado de nacimiento de la ciudad.

Historia

Susana Beatriz Eguiguren Riofrío cuenta que su abuelo, Rafael Riofrío Eguiguren, fue un gran historiador lojano, “tuvo papeles importantes, pero no le puedo decir cómo llegaron a su poder ya que son cosas del siglo anterior, pero entre los papeles que heredó mi madre constaba el acta de independencia”, afirma.

Ella guardó sigilosamente los documentos y consideró que no era justo que estén en un lugar cerrado, sino que más bien Loja debería conocer su origen ya que el acta de independencia es un documento de gran valor para la ciudad.

El escrito, que el Municipio de Loja mantiene su custodia, fue ubicado en una estafeta del Salón del Cabildo. La donación fue hace unos 30 años, ya que lo hizo un poco antes de fallecer. Sus restos descansan en la cripta del templo de Santo Domingo.

Este acto altruista lo hicieron bajo el consentimiento de los hijos de María Riofrío que fueron siete: Susana Beatriz, Ana Luisa, Mary Rose, Cecilia Ximena, Juan (+), Raquel (+) y Lucía (+) Eguiguren Riofrío. “Aceptamos plenamente y la acompañamos en la entrega”, afirma Susana.

Se recuerda también que, aunque María Riofrío habitó en distintas zonas de Loja, cuando entregó el documento residía por las calles Bernardo Valdivieso y 10 de Agosto.

Las hijas de María consideran que es un homenaje recordar en sus 30 años de fallecida la acción que hizo, “ya que era una mujer muy culta, autodidacta, tocaba el piano una preciosa música clásica. Hubiéramos querido tener esa virtuosidad”, menciona con una sonrisa.

EL DATO

Era aficionada al arte, la literatura, la pintura y la historia. Disfrutaba tocar el piano y su música clásica.

María Riofrío de Eguiguren hizo el gesto hace 30 años y lo hizo por Loja.

“La cultura exquisita, la gran afición y el conocimiento histórico y literario de mi madre se ha hecho presente hoy como nunca en nosotros. Y cuando está fresco y latente su recuerdo, recibe un reconocimiento a un acto de desprendimiento inmenso para su ciudad, su cultura e historia”, fueron parte de las palabras que mencionó Susana Beatriz Eguiguren Riofrío, en el homenaje que le hizo el Municipio de Loja el 16 de febrero de 1990 a su madre, María Riofrío de Eguiguren.

Fue un reconocimiento en razón que María Riofrío fue la que donó el acta de independencia de Loja, en la que consta el texto auténtico redactado en castellano antiguo, con el sello real e incluyen las firmas y rúbricas de los héroes que permitieron la gesta.

Han pasado 30 años del fallecimiento de María Riofrío de Eguiguren y sus hijas hacen memoria del hecho histórico y altruista, pues se considera este documento como el certificado de nacimiento de la ciudad.

Historia

Susana Beatriz Eguiguren Riofrío cuenta que su abuelo, Rafael Riofrío Eguiguren, fue un gran historiador lojano, “tuvo papeles importantes, pero no le puedo decir cómo llegaron a su poder ya que son cosas del siglo anterior, pero entre los papeles que heredó mi madre constaba el acta de independencia”, afirma.

Ella guardó sigilosamente los documentos y consideró que no era justo que estén en un lugar cerrado, sino que más bien Loja debería conocer su origen ya que el acta de independencia es un documento de gran valor para la ciudad.

El escrito, que el Municipio de Loja mantiene su custodia, fue ubicado en una estafeta del Salón del Cabildo. La donación fue hace unos 30 años, ya que lo hizo un poco antes de fallecer. Sus restos descansan en la cripta del templo de Santo Domingo.

Este acto altruista lo hicieron bajo el consentimiento de los hijos de María Riofrío que fueron siete: Susana Beatriz, Ana Luisa, Mary Rose, Cecilia Ximena, Juan (+), Raquel (+) y Lucía (+) Eguiguren Riofrío. “Aceptamos plenamente y la acompañamos en la entrega”, afirma Susana.

Se recuerda también que, aunque María Riofrío habitó en distintas zonas de Loja, cuando entregó el documento residía por las calles Bernardo Valdivieso y 10 de Agosto.

Las hijas de María consideran que es un homenaje recordar en sus 30 años de fallecida la acción que hizo, “ya que era una mujer muy culta, autodidacta, tocaba el piano una preciosa música clásica. Hubiéramos querido tener esa virtuosidad”, menciona con una sonrisa.

EL DATO

Era aficionada al arte, la literatura, la pintura y la historia. Disfrutaba tocar el piano y su música clásica.

María Riofrío de Eguiguren hizo el gesto hace 30 años y lo hizo por Loja.

“La cultura exquisita, la gran afición y el conocimiento histórico y literario de mi madre se ha hecho presente hoy como nunca en nosotros. Y cuando está fresco y latente su recuerdo, recibe un reconocimiento a un acto de desprendimiento inmenso para su ciudad, su cultura e historia”, fueron parte de las palabras que mencionó Susana Beatriz Eguiguren Riofrío, en el homenaje que le hizo el Municipio de Loja el 16 de febrero de 1990 a su madre, María Riofrío de Eguiguren.

Fue un reconocimiento en razón que María Riofrío fue la que donó el acta de independencia de Loja, en la que consta el texto auténtico redactado en castellano antiguo, con el sello real e incluyen las firmas y rúbricas de los héroes que permitieron la gesta.

Han pasado 30 años del fallecimiento de María Riofrío de Eguiguren y sus hijas hacen memoria del hecho histórico y altruista, pues se considera este documento como el certificado de nacimiento de la ciudad.

Historia

Susana Beatriz Eguiguren Riofrío cuenta que su abuelo, Rafael Riofrío Eguiguren, fue un gran historiador lojano, “tuvo papeles importantes, pero no le puedo decir cómo llegaron a su poder ya que son cosas del siglo anterior, pero entre los papeles que heredó mi madre constaba el acta de independencia”, afirma.

Ella guardó sigilosamente los documentos y consideró que no era justo que estén en un lugar cerrado, sino que más bien Loja debería conocer su origen ya que el acta de independencia es un documento de gran valor para la ciudad.

El escrito, que el Municipio de Loja mantiene su custodia, fue ubicado en una estafeta del Salón del Cabildo. La donación fue hace unos 30 años, ya que lo hizo un poco antes de fallecer. Sus restos descansan en la cripta del templo de Santo Domingo.

Este acto altruista lo hicieron bajo el consentimiento de los hijos de María Riofrío que fueron siete: Susana Beatriz, Ana Luisa, Mary Rose, Cecilia Ximena, Juan (+), Raquel (+) y Lucía (+) Eguiguren Riofrío. “Aceptamos plenamente y la acompañamos en la entrega”, afirma Susana.

Se recuerda también que, aunque María Riofrío habitó en distintas zonas de Loja, cuando entregó el documento residía por las calles Bernardo Valdivieso y 10 de Agosto.

Las hijas de María consideran que es un homenaje recordar en sus 30 años de fallecida la acción que hizo, “ya que era una mujer muy culta, autodidacta, tocaba el piano una preciosa música clásica. Hubiéramos querido tener esa virtuosidad”, menciona con una sonrisa.

EL DATO

Era aficionada al arte, la literatura, la pintura y la historia. Disfrutaba tocar el piano y su música clásica.