‘No podemos hablar de calidad de educación en el Ecuador’

PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.
PROFESIONAL. El docente jubilado manifiesta que de parte del Ministerio se ejerce una marcada presión sobre los docentes.

Luis Alfredo Cuenca dice que en capacitación se abandonó a los colegios que asumieron el BI.

El profesional lojano, Luis Alfredo Cuenca Ojeda, un docente jubilado y estudioso de las letras, manifiesta que en el Ecuador no se puede hablar de una educación de calidad, en razón que el propio Estado impuso una especie de ‘aberración pedagógica’, caracterizada por la presión al maestro, a través de la sobrecarga de trabajo, constante pedido de informes, entre otros, sin que exista estímulo económico alguno.

El docente, quien laboró por el lapso de 34 años en el magisterio, y en los últimos en el Bachillerato Internacional (BI) confiesa que tampoco esta modalidad recibió apoyo del Ministerio de Educación, particularmente para los docentes del Colegio de Bachillerato Daniel Álvarez Burneo.

Luis Alfredo Cuenca Ojeda, recientemente jubilado, cuenta a Diario La Hora su paso por la docencia y un concepto de lo que concibe de la educación que se imparte al momento en el Ecuador. Habla también de la falta de apoyo estatal al BI.

¿Por qué optó por la docencia y no por otra profesión?

Recuerdo al maestro de mis primeras letras: el Hno. Marista Juan Carlos Ventura, el artífice de que, a los tres meses de escolaridad, todos los niños de primer grado ya supiéramos leer, en la Escuela Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha.

¿Esto le sirvió de motivación para inclinarse por la docencia?

Sí. Enriqueció mi vida infantil y la llenó de alegría, magia, color y sentido. Aquí puede estar la raíz de mi vocación por la cultura y la docencia. También el hecho de ser hijo de maestro coadyuvaría, significativamente, a definir mi interés por la labor magisterial.

¿Qué tiempo se entregó al magisterio?

34 años. Simultáneamente, 10 años a la docencia en la UTPL. Además, inicialmente, trabajé seis años de empleado público en el Hospital Isidro Ayora. Empecé como maestro en Palanda, en Zamora Chinchipe. Continué en el Colegio Marista de Macará y en el Colegio 12 de Febrero, de Zamora. En Loja, trabajé en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

¿Se puede vivir del sueldo de maestro?

En la revista digital El Correo, de la Unesco, de octubre de 2019, en el mensaje conjunto para el Día Mundial de los Docentes, se pone de manifiesto la preocupación por la escasez y carencia de docentes en los países tercermundistas y en vías de desarrollo.

¿En qué radica esa preocupación?

Principalmente se centra, por una parte, en el papel de primordial importancia que cumplen los docentes en el mundo actual y; por otra parte, en la retención de los profesores jóvenes para el futuro inmediato y mediato: «Al ser la docencia una profesión mal pagada e infravalorada, resulta muy difícil atraer y retener el talento. Las tasas de abandono aumentan rápidamente en todo el mundo, debido en parte a la precariedad del empleo y a las escasas oportunidades de desarrollo profesional continuo».

¿Cuál es el trato que el Estado da al maestro?

El Bachillerato General Unificado (BGU) es un fracaso evidente por ser burocrático y acumulador de papeles que a los maestros atosiga, agobia, quema, enerva y termina enfermándolos, a causa de un sinfín de activismos y reuniones que lo distraen de su actividad específica: la enseñanza-aprendizaje.

¿Esto no debe ser así?

Es inaudito que, a causa de la aberración pedagógica que impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se haya generado más del el 50% de incremento a la carga horaria, sin un centavo de compensación. Por esta sinrazón, hay maestros de secundaria que tienen un exagerado número de paralelos, algunos llegan al colmo de 15, con 300, 400, 500 o más alumnos.

¿Hay presión?

Sí. Se obliga a entregar resultados evaluativos cada seis semanas.

Así, ¿se puede ofrecer calidad?

No. ¿En estas condiciones, de qué calidad de educación podemos hablar en el Ecuador?

Se habla mucho del Bachillerato Internacional (BI). El gobierno de Correa dijo ser un gran logro, ¿es verdad?

Los preparativos, planificación y comienzos de la puesta en marcha del Bachillerato Internacional en el Colegio Daniel Álvarez Burneo fueron sobremanera arduos. El cambio fue verdaderamente disruptivo porque el Ministerio de Educación, en la práctica, con respecto a capacitación, nos abandonó a nuestra suerte, como también, al resto de colegios fiscales y fiscomisionales del Ecuador.

¿Eso fue obstáculo para su colegio?

No. Al contrario, hemos obtenido resultados satisfactorios que nos colocan, a la cabeza, entre los mejores colegios del Ecuador, que han adoptado el BI: altos porcentajes en la obtención de diplomas. Las dos últimas promociones obtuvieron el 100% de diplomas. Notas de las diversas asignaturas, especialmente Matemáticas e Inglés, que superan la media aritmética mundial. Investigaciones de calidad modélica en Biología. Trabajos evaluativos y monografías de alto nivel en todas las materias. Los alumnos de la promoción 2019, de siete monografías de Literatura que presentaron al BI, seis obtuvieron la máxima calificación: A; y la restante: B, que se considera satisfactoria.

Si no hubo apoyo del Ministerio para el BI de su plantel, ¿cómo se justifica el que haya tenido éxito?

Los profesores del ‘Daniel Álvarez Burneo’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación, fuimos proactivos y trabajamos con sinergia. Buscamos capacitación, por nuestra cuenta y riesgo, de múltiples maneras: viajamos a varios colegios del Ecuador donde ya tenían experiencia con la naturaleza y funcionamiento del Bachillerato Internacional; contratamos capacitadores para necesidades específicas, con el apoyo de autoridades institucionales.

Es decir, ¿aportaron con bienes y persona?

Sí. De nuestro exiguo bolsillo salió el dinero para la compra de algunos recursos apropiados.

Los profesores del ‘Daniel Álvarez’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación (para el BI), fuimos proactivos y trabajamos con sinergia”

A causa de la aberración pedagógica que se impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se generó más del el 50% de incremento a la carga horaria”

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Un perfil

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Nació en Loja, parroquia El Sagrario, el 22 de julio de 1959.

Hijo de Alfredo Rogelio Cuenca Quezada (celicano) y de Zoila Luz Ojeda Bravo (gonzanameña). Tiene 10 hermanos.

Estudios primarios: Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha, y Juan Manuel Ojeda Luna, de Gonzanamá.

Ciclo básico: Colegio Técnico Agropecuario de Gonzanamá.

Bachillerato: Colegio Bernardo Valdivieso.

Superiores: UNL donde obtuvo el título de licenciado en Lengua y Literatura.

Estudió el ciclo doctoral en Ciencias de la Educación en la misma Alma Máter.

En la UTPL se graduó de doctor en Ciencias de la Educación y de doctor en Lengua Española y Literatura.

Coautor de la obra ‘Existencialismo y Literatura: Pablo Palacio’, publicada por la UTPL.

Las Cifras

34 AÑOS laboró en el magisterio.

10 AÑOS Simultáneamente como docente en la UTPL.

6 AÑOS como empleado público en el Hospital Isidro Ayora.

El dato

En Loja, trabajó en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

Luis Alfredo Cuenca dice que en capacitación se abandonó a los colegios que asumieron el BI.

El profesional lojano, Luis Alfredo Cuenca Ojeda, un docente jubilado y estudioso de las letras, manifiesta que en el Ecuador no se puede hablar de una educación de calidad, en razón que el propio Estado impuso una especie de ‘aberración pedagógica’, caracterizada por la presión al maestro, a través de la sobrecarga de trabajo, constante pedido de informes, entre otros, sin que exista estímulo económico alguno.

El docente, quien laboró por el lapso de 34 años en el magisterio, y en los últimos en el Bachillerato Internacional (BI) confiesa que tampoco esta modalidad recibió apoyo del Ministerio de Educación, particularmente para los docentes del Colegio de Bachillerato Daniel Álvarez Burneo.

Luis Alfredo Cuenca Ojeda, recientemente jubilado, cuenta a Diario La Hora su paso por la docencia y un concepto de lo que concibe de la educación que se imparte al momento en el Ecuador. Habla también de la falta de apoyo estatal al BI.

¿Por qué optó por la docencia y no por otra profesión?

Recuerdo al maestro de mis primeras letras: el Hno. Marista Juan Carlos Ventura, el artífice de que, a los tres meses de escolaridad, todos los niños de primer grado ya supiéramos leer, en la Escuela Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha.

¿Esto le sirvió de motivación para inclinarse por la docencia?

Sí. Enriqueció mi vida infantil y la llenó de alegría, magia, color y sentido. Aquí puede estar la raíz de mi vocación por la cultura y la docencia. También el hecho de ser hijo de maestro coadyuvaría, significativamente, a definir mi interés por la labor magisterial.

¿Qué tiempo se entregó al magisterio?

34 años. Simultáneamente, 10 años a la docencia en la UTPL. Además, inicialmente, trabajé seis años de empleado público en el Hospital Isidro Ayora. Empecé como maestro en Palanda, en Zamora Chinchipe. Continué en el Colegio Marista de Macará y en el Colegio 12 de Febrero, de Zamora. En Loja, trabajé en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

¿Se puede vivir del sueldo de maestro?

En la revista digital El Correo, de la Unesco, de octubre de 2019, en el mensaje conjunto para el Día Mundial de los Docentes, se pone de manifiesto la preocupación por la escasez y carencia de docentes en los países tercermundistas y en vías de desarrollo.

¿En qué radica esa preocupación?

Principalmente se centra, por una parte, en el papel de primordial importancia que cumplen los docentes en el mundo actual y; por otra parte, en la retención de los profesores jóvenes para el futuro inmediato y mediato: «Al ser la docencia una profesión mal pagada e infravalorada, resulta muy difícil atraer y retener el talento. Las tasas de abandono aumentan rápidamente en todo el mundo, debido en parte a la precariedad del empleo y a las escasas oportunidades de desarrollo profesional continuo».

¿Cuál es el trato que el Estado da al maestro?

El Bachillerato General Unificado (BGU) es un fracaso evidente por ser burocrático y acumulador de papeles que a los maestros atosiga, agobia, quema, enerva y termina enfermándolos, a causa de un sinfín de activismos y reuniones que lo distraen de su actividad específica: la enseñanza-aprendizaje.

¿Esto no debe ser así?

Es inaudito que, a causa de la aberración pedagógica que impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se haya generado más del el 50% de incremento a la carga horaria, sin un centavo de compensación. Por esta sinrazón, hay maestros de secundaria que tienen un exagerado número de paralelos, algunos llegan al colmo de 15, con 300, 400, 500 o más alumnos.

¿Hay presión?

Sí. Se obliga a entregar resultados evaluativos cada seis semanas.

Así, ¿se puede ofrecer calidad?

No. ¿En estas condiciones, de qué calidad de educación podemos hablar en el Ecuador?

Se habla mucho del Bachillerato Internacional (BI). El gobierno de Correa dijo ser un gran logro, ¿es verdad?

Los preparativos, planificación y comienzos de la puesta en marcha del Bachillerato Internacional en el Colegio Daniel Álvarez Burneo fueron sobremanera arduos. El cambio fue verdaderamente disruptivo porque el Ministerio de Educación, en la práctica, con respecto a capacitación, nos abandonó a nuestra suerte, como también, al resto de colegios fiscales y fiscomisionales del Ecuador.

¿Eso fue obstáculo para su colegio?

No. Al contrario, hemos obtenido resultados satisfactorios que nos colocan, a la cabeza, entre los mejores colegios del Ecuador, que han adoptado el BI: altos porcentajes en la obtención de diplomas. Las dos últimas promociones obtuvieron el 100% de diplomas. Notas de las diversas asignaturas, especialmente Matemáticas e Inglés, que superan la media aritmética mundial. Investigaciones de calidad modélica en Biología. Trabajos evaluativos y monografías de alto nivel en todas las materias. Los alumnos de la promoción 2019, de siete monografías de Literatura que presentaron al BI, seis obtuvieron la máxima calificación: A; y la restante: B, que se considera satisfactoria.

Si no hubo apoyo del Ministerio para el BI de su plantel, ¿cómo se justifica el que haya tenido éxito?

Los profesores del ‘Daniel Álvarez Burneo’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación, fuimos proactivos y trabajamos con sinergia. Buscamos capacitación, por nuestra cuenta y riesgo, de múltiples maneras: viajamos a varios colegios del Ecuador donde ya tenían experiencia con la naturaleza y funcionamiento del Bachillerato Internacional; contratamos capacitadores para necesidades específicas, con el apoyo de autoridades institucionales.

Es decir, ¿aportaron con bienes y persona?

Sí. De nuestro exiguo bolsillo salió el dinero para la compra de algunos recursos apropiados.

Los profesores del ‘Daniel Álvarez’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación (para el BI), fuimos proactivos y trabajamos con sinergia”

A causa de la aberración pedagógica que se impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se generó más del el 50% de incremento a la carga horaria”

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Un perfil

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Nació en Loja, parroquia El Sagrario, el 22 de julio de 1959.

Hijo de Alfredo Rogelio Cuenca Quezada (celicano) y de Zoila Luz Ojeda Bravo (gonzanameña). Tiene 10 hermanos.

Estudios primarios: Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha, y Juan Manuel Ojeda Luna, de Gonzanamá.

Ciclo básico: Colegio Técnico Agropecuario de Gonzanamá.

Bachillerato: Colegio Bernardo Valdivieso.

Superiores: UNL donde obtuvo el título de licenciado en Lengua y Literatura.

Estudió el ciclo doctoral en Ciencias de la Educación en la misma Alma Máter.

En la UTPL se graduó de doctor en Ciencias de la Educación y de doctor en Lengua Española y Literatura.

Coautor de la obra ‘Existencialismo y Literatura: Pablo Palacio’, publicada por la UTPL.

Las Cifras

34 AÑOS laboró en el magisterio.

10 AÑOS Simultáneamente como docente en la UTPL.

6 AÑOS como empleado público en el Hospital Isidro Ayora.

El dato

En Loja, trabajó en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

Luis Alfredo Cuenca dice que en capacitación se abandonó a los colegios que asumieron el BI.

El profesional lojano, Luis Alfredo Cuenca Ojeda, un docente jubilado y estudioso de las letras, manifiesta que en el Ecuador no se puede hablar de una educación de calidad, en razón que el propio Estado impuso una especie de ‘aberración pedagógica’, caracterizada por la presión al maestro, a través de la sobrecarga de trabajo, constante pedido de informes, entre otros, sin que exista estímulo económico alguno.

El docente, quien laboró por el lapso de 34 años en el magisterio, y en los últimos en el Bachillerato Internacional (BI) confiesa que tampoco esta modalidad recibió apoyo del Ministerio de Educación, particularmente para los docentes del Colegio de Bachillerato Daniel Álvarez Burneo.

Luis Alfredo Cuenca Ojeda, recientemente jubilado, cuenta a Diario La Hora su paso por la docencia y un concepto de lo que concibe de la educación que se imparte al momento en el Ecuador. Habla también de la falta de apoyo estatal al BI.

¿Por qué optó por la docencia y no por otra profesión?

Recuerdo al maestro de mis primeras letras: el Hno. Marista Juan Carlos Ventura, el artífice de que, a los tres meses de escolaridad, todos los niños de primer grado ya supiéramos leer, en la Escuela Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha.

¿Esto le sirvió de motivación para inclinarse por la docencia?

Sí. Enriqueció mi vida infantil y la llenó de alegría, magia, color y sentido. Aquí puede estar la raíz de mi vocación por la cultura y la docencia. También el hecho de ser hijo de maestro coadyuvaría, significativamente, a definir mi interés por la labor magisterial.

¿Qué tiempo se entregó al magisterio?

34 años. Simultáneamente, 10 años a la docencia en la UTPL. Además, inicialmente, trabajé seis años de empleado público en el Hospital Isidro Ayora. Empecé como maestro en Palanda, en Zamora Chinchipe. Continué en el Colegio Marista de Macará y en el Colegio 12 de Febrero, de Zamora. En Loja, trabajé en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

¿Se puede vivir del sueldo de maestro?

En la revista digital El Correo, de la Unesco, de octubre de 2019, en el mensaje conjunto para el Día Mundial de los Docentes, se pone de manifiesto la preocupación por la escasez y carencia de docentes en los países tercermundistas y en vías de desarrollo.

¿En qué radica esa preocupación?

Principalmente se centra, por una parte, en el papel de primordial importancia que cumplen los docentes en el mundo actual y; por otra parte, en la retención de los profesores jóvenes para el futuro inmediato y mediato: «Al ser la docencia una profesión mal pagada e infravalorada, resulta muy difícil atraer y retener el talento. Las tasas de abandono aumentan rápidamente en todo el mundo, debido en parte a la precariedad del empleo y a las escasas oportunidades de desarrollo profesional continuo».

¿Cuál es el trato que el Estado da al maestro?

El Bachillerato General Unificado (BGU) es un fracaso evidente por ser burocrático y acumulador de papeles que a los maestros atosiga, agobia, quema, enerva y termina enfermándolos, a causa de un sinfín de activismos y reuniones que lo distraen de su actividad específica: la enseñanza-aprendizaje.

¿Esto no debe ser así?

Es inaudito que, a causa de la aberración pedagógica que impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se haya generado más del el 50% de incremento a la carga horaria, sin un centavo de compensación. Por esta sinrazón, hay maestros de secundaria que tienen un exagerado número de paralelos, algunos llegan al colmo de 15, con 300, 400, 500 o más alumnos.

¿Hay presión?

Sí. Se obliga a entregar resultados evaluativos cada seis semanas.

Así, ¿se puede ofrecer calidad?

No. ¿En estas condiciones, de qué calidad de educación podemos hablar en el Ecuador?

Se habla mucho del Bachillerato Internacional (BI). El gobierno de Correa dijo ser un gran logro, ¿es verdad?

Los preparativos, planificación y comienzos de la puesta en marcha del Bachillerato Internacional en el Colegio Daniel Álvarez Burneo fueron sobremanera arduos. El cambio fue verdaderamente disruptivo porque el Ministerio de Educación, en la práctica, con respecto a capacitación, nos abandonó a nuestra suerte, como también, al resto de colegios fiscales y fiscomisionales del Ecuador.

¿Eso fue obstáculo para su colegio?

No. Al contrario, hemos obtenido resultados satisfactorios que nos colocan, a la cabeza, entre los mejores colegios del Ecuador, que han adoptado el BI: altos porcentajes en la obtención de diplomas. Las dos últimas promociones obtuvieron el 100% de diplomas. Notas de las diversas asignaturas, especialmente Matemáticas e Inglés, que superan la media aritmética mundial. Investigaciones de calidad modélica en Biología. Trabajos evaluativos y monografías de alto nivel en todas las materias. Los alumnos de la promoción 2019, de siete monografías de Literatura que presentaron al BI, seis obtuvieron la máxima calificación: A; y la restante: B, que se considera satisfactoria.

Si no hubo apoyo del Ministerio para el BI de su plantel, ¿cómo se justifica el que haya tenido éxito?

Los profesores del ‘Daniel Álvarez Burneo’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación, fuimos proactivos y trabajamos con sinergia. Buscamos capacitación, por nuestra cuenta y riesgo, de múltiples maneras: viajamos a varios colegios del Ecuador donde ya tenían experiencia con la naturaleza y funcionamiento del Bachillerato Internacional; contratamos capacitadores para necesidades específicas, con el apoyo de autoridades institucionales.

Es decir, ¿aportaron con bienes y persona?

Sí. De nuestro exiguo bolsillo salió el dinero para la compra de algunos recursos apropiados.

Los profesores del ‘Daniel Álvarez’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación (para el BI), fuimos proactivos y trabajamos con sinergia”

A causa de la aberración pedagógica que se impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se generó más del el 50% de incremento a la carga horaria”

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Un perfil

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Nació en Loja, parroquia El Sagrario, el 22 de julio de 1959.

Hijo de Alfredo Rogelio Cuenca Quezada (celicano) y de Zoila Luz Ojeda Bravo (gonzanameña). Tiene 10 hermanos.

Estudios primarios: Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha, y Juan Manuel Ojeda Luna, de Gonzanamá.

Ciclo básico: Colegio Técnico Agropecuario de Gonzanamá.

Bachillerato: Colegio Bernardo Valdivieso.

Superiores: UNL donde obtuvo el título de licenciado en Lengua y Literatura.

Estudió el ciclo doctoral en Ciencias de la Educación en la misma Alma Máter.

En la UTPL se graduó de doctor en Ciencias de la Educación y de doctor en Lengua Española y Literatura.

Coautor de la obra ‘Existencialismo y Literatura: Pablo Palacio’, publicada por la UTPL.

Las Cifras

34 AÑOS laboró en el magisterio.

10 AÑOS Simultáneamente como docente en la UTPL.

6 AÑOS como empleado público en el Hospital Isidro Ayora.

El dato

En Loja, trabajó en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

Luis Alfredo Cuenca dice que en capacitación se abandonó a los colegios que asumieron el BI.

El profesional lojano, Luis Alfredo Cuenca Ojeda, un docente jubilado y estudioso de las letras, manifiesta que en el Ecuador no se puede hablar de una educación de calidad, en razón que el propio Estado impuso una especie de ‘aberración pedagógica’, caracterizada por la presión al maestro, a través de la sobrecarga de trabajo, constante pedido de informes, entre otros, sin que exista estímulo económico alguno.

El docente, quien laboró por el lapso de 34 años en el magisterio, y en los últimos en el Bachillerato Internacional (BI) confiesa que tampoco esta modalidad recibió apoyo del Ministerio de Educación, particularmente para los docentes del Colegio de Bachillerato Daniel Álvarez Burneo.

Luis Alfredo Cuenca Ojeda, recientemente jubilado, cuenta a Diario La Hora su paso por la docencia y un concepto de lo que concibe de la educación que se imparte al momento en el Ecuador. Habla también de la falta de apoyo estatal al BI.

¿Por qué optó por la docencia y no por otra profesión?

Recuerdo al maestro de mis primeras letras: el Hno. Marista Juan Carlos Ventura, el artífice de que, a los tres meses de escolaridad, todos los niños de primer grado ya supiéramos leer, en la Escuela Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha.

¿Esto le sirvió de motivación para inclinarse por la docencia?

Sí. Enriqueció mi vida infantil y la llenó de alegría, magia, color y sentido. Aquí puede estar la raíz de mi vocación por la cultura y la docencia. También el hecho de ser hijo de maestro coadyuvaría, significativamente, a definir mi interés por la labor magisterial.

¿Qué tiempo se entregó al magisterio?

34 años. Simultáneamente, 10 años a la docencia en la UTPL. Además, inicialmente, trabajé seis años de empleado público en el Hospital Isidro Ayora. Empecé como maestro en Palanda, en Zamora Chinchipe. Continué en el Colegio Marista de Macará y en el Colegio 12 de Febrero, de Zamora. En Loja, trabajé en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.

¿Se puede vivir del sueldo de maestro?

En la revista digital El Correo, de la Unesco, de octubre de 2019, en el mensaje conjunto para el Día Mundial de los Docentes, se pone de manifiesto la preocupación por la escasez y carencia de docentes en los países tercermundistas y en vías de desarrollo.

¿En qué radica esa preocupación?

Principalmente se centra, por una parte, en el papel de primordial importancia que cumplen los docentes en el mundo actual y; por otra parte, en la retención de los profesores jóvenes para el futuro inmediato y mediato: «Al ser la docencia una profesión mal pagada e infravalorada, resulta muy difícil atraer y retener el talento. Las tasas de abandono aumentan rápidamente en todo el mundo, debido en parte a la precariedad del empleo y a las escasas oportunidades de desarrollo profesional continuo».

¿Cuál es el trato que el Estado da al maestro?

El Bachillerato General Unificado (BGU) es un fracaso evidente por ser burocrático y acumulador de papeles que a los maestros atosiga, agobia, quema, enerva y termina enfermándolos, a causa de un sinfín de activismos y reuniones que lo distraen de su actividad específica: la enseñanza-aprendizaje.

¿Esto no debe ser así?

Es inaudito que, a causa de la aberración pedagógica que impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se haya generado más del el 50% de incremento a la carga horaria, sin un centavo de compensación. Por esta sinrazón, hay maestros de secundaria que tienen un exagerado número de paralelos, algunos llegan al colmo de 15, con 300, 400, 500 o más alumnos.

¿Hay presión?

Sí. Se obliga a entregar resultados evaluativos cada seis semanas.

Así, ¿se puede ofrecer calidad?

No. ¿En estas condiciones, de qué calidad de educación podemos hablar en el Ecuador?

Se habla mucho del Bachillerato Internacional (BI). El gobierno de Correa dijo ser un gran logro, ¿es verdad?

Los preparativos, planificación y comienzos de la puesta en marcha del Bachillerato Internacional en el Colegio Daniel Álvarez Burneo fueron sobremanera arduos. El cambio fue verdaderamente disruptivo porque el Ministerio de Educación, en la práctica, con respecto a capacitación, nos abandonó a nuestra suerte, como también, al resto de colegios fiscales y fiscomisionales del Ecuador.

¿Eso fue obstáculo para su colegio?

No. Al contrario, hemos obtenido resultados satisfactorios que nos colocan, a la cabeza, entre los mejores colegios del Ecuador, que han adoptado el BI: altos porcentajes en la obtención de diplomas. Las dos últimas promociones obtuvieron el 100% de diplomas. Notas de las diversas asignaturas, especialmente Matemáticas e Inglés, que superan la media aritmética mundial. Investigaciones de calidad modélica en Biología. Trabajos evaluativos y monografías de alto nivel en todas las materias. Los alumnos de la promoción 2019, de siete monografías de Literatura que presentaron al BI, seis obtuvieron la máxima calificación: A; y la restante: B, que se considera satisfactoria.

Si no hubo apoyo del Ministerio para el BI de su plantel, ¿cómo se justifica el que haya tenido éxito?

Los profesores del ‘Daniel Álvarez Burneo’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación, fuimos proactivos y trabajamos con sinergia. Buscamos capacitación, por nuestra cuenta y riesgo, de múltiples maneras: viajamos a varios colegios del Ecuador donde ya tenían experiencia con la naturaleza y funcionamiento del Bachillerato Internacional; contratamos capacitadores para necesidades específicas, con el apoyo de autoridades institucionales.

Es decir, ¿aportaron con bienes y persona?

Sí. De nuestro exiguo bolsillo salió el dinero para la compra de algunos recursos apropiados.

Los profesores del ‘Daniel Álvarez’, al no tener capacitación del Ministerio de Educación (para el BI), fuimos proactivos y trabajamos con sinergia”

A causa de la aberración pedagógica que se impuso, arbitrariamente, 30 horas de clases, se generó más del el 50% de incremento a la carga horaria”

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Un perfil

Luis Alfredo Cuenca Ojeda

Nació en Loja, parroquia El Sagrario, el 22 de julio de 1959.

Hijo de Alfredo Rogelio Cuenca Quezada (celicano) y de Zoila Luz Ojeda Bravo (gonzanameña). Tiene 10 hermanos.

Estudios primarios: Nuestra Señora del Cisne, de Catacocha, y Juan Manuel Ojeda Luna, de Gonzanamá.

Ciclo básico: Colegio Técnico Agropecuario de Gonzanamá.

Bachillerato: Colegio Bernardo Valdivieso.

Superiores: UNL donde obtuvo el título de licenciado en Lengua y Literatura.

Estudió el ciclo doctoral en Ciencias de la Educación en la misma Alma Máter.

En la UTPL se graduó de doctor en Ciencias de la Educación y de doctor en Lengua Española y Literatura.

Coautor de la obra ‘Existencialismo y Literatura: Pablo Palacio’, publicada por la UTPL.

Las Cifras

34 AÑOS laboró en el magisterio.

10 AÑOS Simultáneamente como docente en la UTPL.

6 AÑOS como empleado público en el Hospital Isidro Ayora.

El dato

En Loja, trabajó en el Colegio La Dolorosa y, finalmente, en el Colegio Daniel Álvarez Burneo durante 28 años.