Familia Universal

Rodrigo Montero Correa

Hay personas que expresan: los tiempos pasados fueron mejores, ¿cuál será el motivo de esta precisión? Efectivamente en épocas pretéritas la consolidación familiar, célula social, integrado por el padre ejemplo de sabiduría y la madre abnegada y sacrificada en el rol del hogar, venían los hijos con gran alborozo y júbilo a quienes se les entregaba amor, buenos modales, educación acrisolada, respeto para sus padres, mayores, profesores en general toda persona y la naturaleza, estas normas se las recibía en la escuela y colegio, contenidos prácticos de gran valor que fueron abolidos en el correato por la corrupción en todas sus modalidades.

Ha transcurrido el tiempo y la estructura del hogar con las dos columnas del Rey Salomón: la llama del amor universal y la dulzura y encanto de virtudes, prácticas del día a día, se vienen destruyendo, de poco a poco se derrumban el castillo de naipe, hoy es normal que las parejas se desintegran, abandonan los hijos y van en busca de otras personas para la crianza de hijos ajenos, de pronto la pareja se dedica al trabajo en el país o el extranjero, dejando a sus hijos al cuidado y protección de familiares.

Estas acciones permiten un caldo de cultivo para el cambio de buenas costumbres al desorden, del respeto al irrespeto, del amor al odio, de la construcción a la destrucción.

Qué pasa con esta fenomenología, las personas con el modernismo buscan fuera del hogar, fuera de la persona encontrar soluciones a los graves problemas sociales y económicos, abandonando lo sustancial que corresponde al ejercicio de las buenas relaciones y ejemplos que deben darse al interior de la familia para potencializar una conducta de hermandad y conocimiento de arquitectos del universo por el bien humano. Es hora de despertar y vivir la realidad, pues las ilusiones y espejismo nos están destruyendo. (O)

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