Eddy Arrobo Rodríguez
Quiero aprovechar este espacio para rendir mi homenaje al personal de salud, a esos héroes que cada día entregan su vida por tan noble vocación, pues, desde mediados de marzo, fecha del génesis de la pandemia, los funcionarios de las respectivas casas de salud públicas como: médicos, enfermeras, personal administrativo y de mantenimiento han estado y están en la primera línea contra la batalla de la Covid-19.
Lo irónico es que hemos enviado a nuestros médicos a batallar desnudos, sin protección adecuada, con sobrecarga de trabajo y para colmo de todo, sus sueldos no han sido asignados de manera oportuna.
El poder político imperante no atiende los justos reclamos del personal de la salud, solo se los visibiliza para la foto para ganar adeptos, pero en realidad, se han olvidado de quienes cotidianamente a través de su ejercicio laboral, ponen en riesgo sus vidas y la de sus familias, pues, son muchos los casos en los que han enfermado gravemente e incluso han muerto.
En distintos países se premió por este esfuerzo con un bono por esta misión. En cambio, en el país de la corrupción, la pandemia sirvió para dar paso a la venta con sobreprecio de medicamentos e insumos médicos y en la Asamblea Nacional se repartieron los hospitales, como si la salud fuera un juego, un negocio más, siendo totalmente insensibles ante el dolor de la población.
Ahora el personal de la salud está en pie de lucha en las calles por falta de pago de sus sueldos; es perseguido y amenazado con perder su trabajo; y, la policía dejó de recibirlos con aplausos y pasó a recibirlos con antimotines, tolete y gas. Es nuestro deber como ciudadanos recíprocos respaldar a nuestros héroes, en gratitud a lo que ellos hacen por nosotros.