Voluntad en finanzas

Si bien los pronósticos de crecimiento de la economía mundial no serán tan sombríos como se estimaba hace unas semanas, no se debe bajar la guardia. En promedio, las economías de América Latina caerán 8,1% este año, mientras que la del Ecuador decrecerá 11%, auguró ayer el Fondo Monetario Internacional.

En tiempos de pandemia, toda mejora de pronóstico desde el punto de vista económico, resulta ser una buena noticia. Las proyecciones, si bien pueden cambiar, se acompañan de una advertencia clara: la política fiscal de aquellos países con posibilidad de recuperarse debe ser clara y agresiva.

El crecimiento en el nivel de deuda pública es generalizado a nivel mundial, y en mayor medida, en países en vías de desarrollo y con baja capacidad de financiamiento interno. Este es el caso del Ecuador.

Se estima que, a nivel mundial, el endeudamiento llegará a un promedio del 100% del producto interno bruto. Es decir, para cubrir sus cuentas, muchos países se habrán visto en la necesidad de endeudarse incluso por encima de su propia producción interna.

En teoría, el monto tendría que ir bajando en la medida en la que las economías se recuperen, pero esto solo sucederá si existe voluntad y capacidad interna de ordenar las arcas públicas y hacer los sacrificios que sean necesarios para reducir el peso de la deuda de manera que las necesidades básicas de la población se cumplan, y se fomente un marco regulatorio interno capaz de acompañar el proceso.

La historia nos ha enseñado que a la brava, ningún proceso cala en el tiempo. El diálogo y el consenso nos traerán más posibilidades.

Las fuerzas naturales que llevamos dentro son las que verdaderamente curan enfermedades.”

Hipocrates (c. 460-370 a.C.) Padre de la medicina moderna, antigua Grecia.

Una vez que el charlatán adquiere poder sobre nosotros, será muy difícil recuperarlo.”

Carl Sagan (1934-1996) Astrónomo, astrobiólogo y escritor estadounidense.