Combustibles sin subsidio no desestimulan el contrabando

REALIDAD. El mercado de combustibles en el país está lejos de la libre competencia.
REALIDAD. El mercado de combustibles en el país está lejos de la libre competencia.

El espacio para tener un mercado con niveles internacionales es mínimo.

En octubre de 2019, cuando se anunció la eliminación inmediata de los subsidios, el Gobierno argumentó que, además del ahorro fiscal, esa medida minimizaría el contrabando de combustibles por las fronteras.

Ese mismo argumento se repitió cuando se estableció el actual sistema de bandas que, en el caso de la extra, ecopaís y diésel, permite un aumento o disminución de los precios en un 5% cada mes.

Comparación de precios

El problema radica en que, incluso con un subsidio de cero, los precios locales de las gasolinas se mantienen muy por debajo de los que registran nuestros vecinos.

Así, por ejemplo, el diésel actualmente se comercializa en $1,25, pero el Estado sigue subsidiando 35 centavos por galón. En otras palabras, si se termina completamente con esa ayuda pública, el precio final llegaría a un máximo de $1.60.

Ese nivel no es comparable con los $2,20 y $3 en Colombia y Perú, respectivamente. Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador, explicó que en esas condiciones se mantienen intactos los incentivos para el contrabando.

La misma realidad se replica con las gasolinas extra y súper que, aunque ya no tienen subsidio, alcanzan precios que van desde $1,75 y $2,50, mientras la comercialización en el exterior no es menor a $3,30.

Sin resultados ni controles efectivos

Según el Ministerio de Gobierno, el contrabando de combustibles le cuesta al país alrededor de $400 millones anuales. Esa realidad no ha cambiado, sino que se ha profundizado en los últimos años, a pesar de que desde 2013, en cumplimiento a un decreto ejecutivo firmado en 2012, todas las estaciones de servicios ubicadas en zonas de frontera, tanto en el norte y sur como en el oriente, son de propiedad de Petroecuador.

La petrolera pública no solo está encargada de la comercialización, sino también de la distribución de los combustibles.

“Las autoridades deben explicar qué resultados tuvo la medida; si hubo un ahorro en el despacho; si se redujeron problemas como el despilfarro, contrabando y la escasez”, acotó Erazo.

Antes de ese cambio, las estaciones de servicios estaban militarizadas y los dueños privados se limitaban a abrir y cerrar esos negocios, debido a que el ejército gestionaba los despachos.

Este diario envió una solicitud de información a Petroecuador sobre los resultados de su administración de los puntos de venta en frontera y los controles que se han ejecutado para minimizar el contrabando; sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo ninguna respuesta.

Mínimo espacio para precios internacionales

A pesar de que, en los últimos decretos emitidos por el Gobierno, incluido el 1158, se dice que la meta es que los precios converjan a niveles internacionales, las posibilidades de que eso suceda son mínimas.

Los privados solo puede importar combustibles más caros y de mejor calidad en la franja de la súper, que solo representa el 5%. El resto del mercado (95%) seguirá en manos del Estado sin posibilidad de mejoras de ningún tipo.

Así mismo, en ese pequeño espacio de competencia tampoco queda claro qué precios internacionales son el estándar y no se ha evaluado bien cómo es el comportamiento del cliente nacional.

Antonio Mendoza, ingeniero petrolero, comentó que antes de la liberalización de la súper, por ejemplo, ese combustible representaba el 12% del mercado. “El consumidor ecuatoriano es muy sensible al precio, no necesariamente a la calidad”, puntualizó. (JS)

Los precios sin subsidio no son iguales a los precios internacionales. La posibilidad de que lleguemos a los niveles de otros países de la región es mínima, aunque el Gobierno haya puesto eso como un objetivo dentro de los últimos decretos que ha emitido”. Oswaldo Erazo, de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador.