Asesinato a control remoto: la teoría de Irán

Caso. Irán culpa a los opositores y a Israel durante el funeral del científico asesinado. (EFE)
Caso. Irán culpa a los opositores y a Israel durante el funeral del científico asesinado. (EFE)

Irán despidió ayer con honores a su principal científico nuclear, Mohsen Fajrizadeh, de cuyo asesinato culparon, además de a Israel, al grupo opositor en el exilio Muyahidin al Jalq.

Las investigaciones han permitido, según el Ministerio de Inteligencia, empezar a identificar a «los elementos terroristas» detrás de un asesinato que ha conmocionado al país y elevado la tensión regional.

Fajrizadeh, que según Occidente e Israel dirigió el antiguo programa secreto iraní para desarrollar armas atómicas, murió el pasado viernes en una emboscada a las afueras de Teherán, convirtiéndose en el quinto científico nuclear asesinado en una década en el país.

Según el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjaní, citado por la televisión estatal, «la operación fue muy compleja y se realizó de modo remoto con equipos electrónicos»: «Nadie estaba en la escena», explicó.

Hipótesis del crimen

Tras el asesinato, el Ministerio de Defensa informó que hombres armados habían disparado contra el vehículo del científico y habían hecho estallar un coche, pero la jornada de ayer ha cambiado la versión oficial de los hechos.

Antes de la confirmación de Shamjaní, la agencia semioficial Fars apuntó que el asesinato se efectuó mediante armas automáticas colocadas en un vehículo y activadas por control remoto, sin que hubiera presencia de asaltantes humanos.

Al parecer, el vehículo usado en el ataque, cuyo dueño abandonó Irán el pasado 29 de octubre, fue a continuación detonado para borrar pruebas.