Betuneros están de luto

LUGAR. Jorge Ramírez trabajaba en los bajos del Sindicato de Choferes, donde hoy sus compañeros lo extrañan.
LUGAR. Jorge Ramírez trabajaba en los bajos del Sindicato de Choferes, donde hoy sus compañeros lo extrañan.

BABAHOYO

El betún de Babahoyo está de luto. Y es que la repentina partida de Jorge Alberto Ramírez Figueroa, de 55 años de edad, a quienes sus colegas popularmente lo conocían como ‘cachicambo’, ha dejado un vacío allí en los bajos del Sindicato de Choferes, sitio en el que se dedicaba a sacarle brillo a esos deslucidos y polvorientos zapatos.

Aún se desconoce qué fue lo que le causó su repentina muerte, aunque se presume que una caída, producto de su embriaguez le habría segado el existir.

Sus restos fueron localizados luego de que su hermana, Nancy Ramírez, notara que desde el inmueble del occiso salía un hedor. Inmediatamente ella alertó a la Policía, quienes al llegar hasta las calles Barreiro y Vargas Machuca se encontraron con el cuerpo en estado de descomposición, por lo que fue llevado directamente hasta la morgue de la ciudad.

La mujer de 57 años cuenta que la última vez que lo vio a su hermano fue el sábado anterior, a eso de las 18:00, estando él completamente ebrio.

Bebía mucho

Sus compañeros de oficio ya no lo ven a él, pero como parte de sus recuerdos solo queda esa carreta en la que hasta hace unos días se ganaba unos cuántos dólares para solventar su alimento y la sustancia aquella que se había convertido en su mejor y, a la vez, peor amigo: el alcohol.

Allá en la esquina de los betuneros, nadie sabe por qué tomaba tanto, nunca le compartió sus problemas a nadie, sus penas y secretos se los llevó consigo al más allá.

“Hubo un tiempo en el que dejó el trago casi por dos años, ahí sí se atendía muy bien, comía de forma elegante, pero de pronto recayó y en este último año se regaló por completo al licor”, recordó Alfredo Blum.

Su partida, ha dejado un vacío en el corazón de sus colegas betuneros, pero a su vez, una lección de vida, la cual una vez más les ha enseñado que el alcohol no conduce a nada bueno. (NDA)