Un octavo, ¿y?

Ha transcurrido un octavo (seis meses) del período presidencial de Lenín Moreno y seguimos a la espera de definiciones. Se dijo que la mesa no ha estado servida y los mismos meseros mentirosos siguen haciendo de las suyas; se dijo que se acostumbraron a llamar ‘revolución’ a cualquier pendejada y se sigue hablando de la ‘revolución ciudadana’; se conformó un frente anticorrupción y el ‘frente’ se disolvió al primer informe desconocido; se iba a aplicar una ‘cirugía mayor’ a la corrupción y el correato sigue enquistado en la Función Judicial, en las superintendencias, la Corte Constitucional, el Consejo de Participación Ciudadana, en el Consejo de la Legislatura, el CNE y en la Fiscalía. Solo existe un juicio simbólico contra el vicepresidente Glas; se pretendió designar embajador ante los EE.UU. al asesor jurídico de la década corrupta; se dieron funciones diplomáticas en Bélgica al personal de asistencia privada de Correa; se mantiene una guardia pretoriana en Bruselas; está intacto el museo del correísmo en Carondelet y se mantiene el mismo sistema de espionaje correísta y al mismo secretario. Además, los que han causado grave daño a la justicia y a la Seguridad Social reciben espaldarazos realmente inexplicables. El enfrentamiento entre morenistas y correístas no soluciona nada, el telón de fondo es la crisis moral y macroeconómica y sobre ello hay que trabajar con transparencia y voluntad política. Sería viable la expedición de la Ley de Extinción de dominio para despojarle del botín a todo corrupto que no puede demostrar el origen lícito de sus bienes. Esta ley es preventiva y represiva de la corrupción, porque persigue el enriquecimiento ilícito independiente de la acción penal. Vamos a una consulta popular, la democracia plebiscitaria es buena y necesaria, pero lo malo es el populismo plebiscitario. Lenín Moreno debe pensar seriamente en una Asamblea Constituyente como solución estructural y debe conformar equipos de trabajo que elaboren un esquema sustitutivo de la parte orgánica de la Constitución, que responda a su perfil dogmático.

Mauro Terán Cevallos
CI: 1701503243