“Seguiré vendiendo el periódico La Hora hasta cuando Dios me tenga con vida”. Así es como el canillita Jorge Alberto Vecilla Salinas define su compromiso de hacer que la gente esté informada a través de la venta de este Diario.
Desde su modesto puesto situado en la esquina de las calles Bolívar y García Moreno del cantón Babahoyo, todos los días Vecilla cumple con su rol de años, misma que le ha permitido hacer muchas amistades, pues los clientes también se vuelven amigos.
Está muy comprometido con su oficio que dice no respetar feriados ni siquiera el Primero de Mayo, pues cree que todos los días que Dios le da son para invertirlos en algo bueno, entre ello, el trabajo.
Horarios
La tarea de Vecilla empieza desde las 05:30, cuando se alista para recibir los ejemplares y a partir de las 06:30 ya está en su puesto de trabajo para efectuar las ventas. Indudablemente, primero se da un pequeño tiempo para informarse del acontecer local, provincial y nacional.
A diferencia de otros canillitas, Vecilla atiende en su local hasta las mismas 18:30, pues señala que a esa hora llegan personas a buscar el periódico.
“Hay personas que les gusta leer pero que por diferentes razones no lo pudieron hacer ni en la mañana ni en la tarde, así que compran el periódico para leer en la noche desde la comodidad de sus hogares”, explica.
Su agrado
Vecilla es de las personas que le gusta atender al cliente, así que esa es otra de las motivaciones para quedarse laborando hasta tarde, puesto que la mayoría de canillitas trabajan solo hasta antes del mediodía.
“Me gusta a tender a los clientes con una sonrisa y con mucha amistad. A las mujeres las trato con mucho respeto y a los hombres los llamo por ‘juventud’, ‘papá’, ‘Amiguito’ y de muchas maneras más. A todos los siempre los recibo con mucho carisma”, señala.
Allí donde todos lo ven, Vecilla es egresado de la carrera de Ingeniería Agrónoma. Lamentablemente un derrame le impidió continuar con sus estudios, pero pudo superar esta de la vida y ahora se siente bien vendiendo periódicos y, particularmente La Hora.
Con el pasar de los años se ha enamorado tanto de su trabajo, pues le ha permitido además llevar el sustento hasta su hogar. (NDA)
“Hay personas que les gusta leer pero que por diferentes razones no lo pudieron hacer ni en la mañana ni en la tarde, así que compran el periódico para leer en la noche desde la comodidad de sus hogares”.