Guillermo Bustos nunca está solo en su oficina de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB): muchos libros son su compañía. Probablemente, algunos de ellos impulsaron, y aún motivan, su pasión por la historia. En este espacio acogedor se desarrolla la enterevista al autor sobre su obra ‘El culto a la nación’, que representa la primera publicación del Fondo de Cultura Económica (FCE), filial Ecuador, en coedición con la UASB.
Su libro es la primera publicación del FCE en Ecuador. ¿Cómo se siente al respecto?
Es un honor que el libro sea publicado por el FCE. Esta colección y esta editorial son emblemáticas en el ámbito latinoamericano e inclusive, diría, iberoamericano, porque han mantenido un conjunto de publicaciones de primera clase que garantizan el acceso, la distribución y la circulación a escala internacional de los trabajos.
¿Qué lo inspiró a evaluar esta recolección histográfica?
A mí me parece que reflexionar sobre cómo se ha escrito la historia del Ecuador, es decir, cómo se ha representado su pasado, es una tarea importante porque nos retrata de cuerpo entero. Cuando uno investiga el pasado también pone en movilización el presente. Además, la historia del conocimiento es una historia social de cómo se ha ido construyendo el saber histórico en Ecuador.
¿Por qué, justamente, en este lapso de 1870 y 1950?
En este lapso, básicamente, porque en el trabajo incluyo el análisis de lo que yo llamo los ‘meta-relatos’ que explican el surgimiento del Ecuador como una nación y eso arranca en la década de 1870. Luego concluyo en 1950 porque es la fecha en la que se publica posmorten el trabajo de Jacinto Jijón y Caamaño, el principal dinamizador de la academia nacional de historia durante el los años 20’ hasta los 40’. Por otro lado, el trabajo investiga ‘la era de las conmemoraciones cívicas’ y dos de ellas están ubicadas en la primera mitad del siglo XX.
¿Cómo influyen estas narrativas históricas en la identidad nacional?
Un ingrediente muy importante en los procesos de elaboración de la identidad nacional son los relatos históricos, porque estos hablan acerca de unos orígenes y de una trayectoria que se representa de forma compartida. Eso es lo que define y hace que unos se identifiquen como ecuatorianos, otros como colombianos, otros como venezolanos y así por el estilo.
En su libro la religión tiene un papel importante en la recolección histórica y la memoria colectiva. ¿Cuál es el rol que juega la religión en cuanto a la percepción de esta cultura nacional? El 82% de los ecuatorianos se considera católicos…
Bueno, esto tiene que ver con un proceso de larga duración. La religión ha ocupado un lugar en la sociedad y la estructura de poder. El Ecuador constituye un caso en el contexto latinoamericano, en el que la presencia o injerencia de la esfera religiosa es fuerte. Esta influencia se proyecta en los ámbitos de la cultura, la política, la sociedad y el ámbito intelectual.
¿Cree que en la actualidad la religión juega un papel importante?
En el mundo contemporáneo, independientemente de que uno tenga o no una creencia religiosa, se puede constatar que la influencia de la religión es muy amplia y persistente.
¿Cuál es la importancia de generar discursos en Ecuador acerca de la representación histórica de nuestro país?
Creo que la investigación que se publica como ‘El culto a la nación’ nos permite deconstruir la manera en la que se ha pensado y practicado la identidad nacional, que es un artefacto cultural que cambia. Me parece que en el momento actual se ha puesto mucho énfasis cuando se habla de historia en la dimensión identitaria que es importate, pero se ha dejado de lado una dimensión más analítica, según la cual se puede investigar y razonar sobre el pasado. Una cosa es celebrar la historia como identidad y otra es entender los procesos históricos en sus funciones y en sus razones.
Un taller con estudiantes universitarios de Periodismo.
Melany Mosquera, UIDE.
Perfil
Guillermo Bustos
° Doctor en Historia por la Universidad de Michigan, Ann Arbor, y becario del Eisenberg Institute for Historical Studies. Actualmente enseña en la Universidad Andina Simón Bolívar, con sede en Quito, y coordina el programa de doctorado en Historia Latinoamericana.
FRASE
«Cuando uno investiga el pasado también pone en movilización el presente”.