SANTO DOMINGO
Por utilizar a serpientes para curar enfermedades fue aprehendido un adulto mayor en un operativo que se dio en el kilómetro 14 de la vía a la parroquia San Jacinto del Búa, esto en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Con una orden de allanamiento, los uniformados de la Unidad de Policía del Medio Ambiente (UPMA), Fiscalía, Dirección de Medio Ambiente, y Criminalística, llegaron hasta la vivienda, donde se estaría cometiendo el delito de tenencia ilegal de vida silvestre.
Las autoridades encontraron en el patio de la casa varias culebras que estaban amarradas y dentro de la vivienda serpientes maceradas, piel de culebra, manteca, entre otros objetos.
Ángel P., dueño de los animales y de la casa, comentó que él las utiliza como medicina y que llegan personas hasta su vivienda para venderle los reptiles. “Yo puedo curar el cáncer, personas que tienen problemas de las vías urinarias. Yo no estoy haciendo nada malo, es mi trabajo”, comentó el hombre quien indicó que desde hace 40 años medica a las personas con serpientes.
Trabajo
El director Distrital de Ministrio de Ambiente del Ecuador, José Cedeño, expresó que las personas que incurren en el delito de tenencia de vida silvestre pueden pasar de uno a tres años en prisión según el Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Mientras tanto, uno de los policías del UPMA que estuvo a cargo del operativo realizado el miércoles, Iván Bastidas, manifestó que recuperaron ocho serpientes, además de 16 pieles del animal antes mencionado y varios recipientes con carne de culebras maceradas en alcohol.
Por su parte, José Luis Coba, jefe del UPMA, expresó que Ángel P., fue detenido hasta que el juez dictamine cuál será su situación jurídica. (CT)
Reptiles
Se conoció que los reptiles que tenía en su poder son culebras ‘X’ y boas. Asimismo, el ahora detenido expresó que empezó a curar con los animales cuando él sufrió una mordida por una culebra. Ángel sostuvo que él mediante libros se educó para poder seguir medicando con los animales.
TOME NOTA
Los reptiles serán revisados por un veterinario para luego ser llevados a una reserva ecológica.