Redacción BABAHOYO
La parroquia Pimocha está situada desde su origen en el mismo lugar en que se encuentra asentada actualmente. Por eso los pimocheños se sienten orgullosos de ser un pueblo arcaico que da origen a la nacionalidad, como otros pueblos históricos.
Pimocha es la parroquia de mayor extensión del cantón Babahoyo, jurisdicción a la que actualmente pertenece. Está limitada al norte por la parroquia San Juan, al sur por el río Jujan, al este por el río Caracol, que la separa de la población de su mismo nombre y, al oeste por el cantón Baba.
Al crearse la provincia de Los Ríos, por Decreto Presidencial en el mandato de Gabriel García Moreno, jefe supremo de la República del Ecuador, el 6 de octubre de 1860, la parroquia Pimocha pasa a formar parte de la jurisdicción del cantón Babahoyo.
Origen de su nombre
Asentada y rodeada por numerosos montículos, testigos de su existencia histórica y que fue asiento de una de las tribus que formaron el mosaico de pueblos huancavilcas, los ‘pimochas’, en cuyo lugar perdura hasta hoy con elementos que luchan por su progreso.
Los datos históricos enseñan que antes del año 1605, Pimocha fue una de las cinco parcialidades que formaron el pueblo de Baba, las cuales eran: Baba, Peruche, Macul, Guare y Pimocha.
Su población la formaban 282 indios que integraban 31 familias con 200 personas tributarias que habitaban en la mitad del camino que va de Guayaquil al desembarcadero de Quito, y quienes eran doctrinados por un coadjutor.
El historiador Ángel Véliz Viteri señala que el antecedente histórico y el nombre Pimocha, se explica en el asentamiento del pueblo que fue un dominio del cacique Pimocha de cuya descendencia se conoce la existencia de Magdalena Púdi, cacica de Pimocha, quien pedía a los españoles el reconocimiento de derechos para su hijo Bernabé Amaiquema.
Actividad económica y turismo
La agricultura es la actividad dominante de la zona, los principales cultivos son de arroz, un 70% de los suelos de esta parroquia se destinan al cultivo de dicha gramínea.
La pesca es otra actividad propia de los habitantes de esta comunidad rural, aunque según anotan los viejos pobladores, esta ha disminuido en forma muy significativa. No obstante sigue siendo la mayor abastecedora de pescado del cantón.
La cabecera parroquial de Pimocha, a pesar de ser un pueblo tranquilo y apacible, durante el mes de octubre se convierte en centro de atracción turística, y es que al realizarse el tradicional Rodeo Montuvio, que es una de los más grande y famosos del país, se presenta las haciendas más prestigiosas del litoral ecuatoriano.
Cultura y arqueología
Entre los sitios turísticos que se pueden mencionar consta ‘La Playa’, ubicada en la hacienda San Antonio a poca distancia de la cabecera parroquial, que se avizora notablemente durante la época de verano.
En lo arqueológico según las investigaciones de Víctor Emilio Estrada, quien visitó este pueblo en los años de 1945 y 1954, en el siglo pasado, escribe que en los restos arqueológicos hallados de este lugar pertenecen a la cultura Chorrera, cuyo asiento ha tenido origen por estos lares.
En la actualidad en esta cabecera parroquial se encontró una vasija en una de las calles transversales a la iglesia San Juan Bautista. (NDA)
La tierra del Rodeo Montuvio
Por décadas esta tradición ha venido formado parte de generaciones que llevan la raza montuvia en la sangre. Se trata del famoso Rodeo Montuvio, lo cual es una de las pocas tradiciones que conserva la ciudad de Babahoyo y que permite conocer las costumbres, pericia y alegría del hombre del campo.
El 12 de Octubre, fecha en que se conmemora el Día de la Interculturalidad, se percibe un ambiente festivo en la ciudad capital. El Rodeo Montuvio es una sana competencia entre los propietarios y trabajadores de las haciendas que participan con hábiles jinetes y también exhiben a sus mejores caballos y yeguas.
La plazoleta principal de la parroquia rural Pimocha, es uno de los sitios de la provincia en donde se protagonizan una de las demostraciones más atractivas y emocionantes de esta tradicional actividad.
Para los verdaderos montuvios, este es el acto más esperado durante todos los años, puesto que mediante este evento tienen la oportunidad de exhibir su destreza y habilidad para montar o lazar un corcel chúcaro.
En este sitio se celebra en encuentro y la fusión de las dos razas; la India de los pueblos americanos, con la española, las cuales se convierten en la nueva, que incentiva la celebración de sus fiestas como actos de cultura y atractivas manifestaciones folklóricas.
Es en esta tradición costeña donde los visitantes nacionales y extranjeros pueden conocer más sobre quién es el hombre del campo, su valentía y su audacia. Asimismo tienen el privilegio de admirar la belleza de la mujer montubia durante la elección de la Criolla Bonita.
En el acto participan simpáticas mujeres de las haciendas invitadas. Mediante aquel evento, estas féminas combinan su hermosura con la elegancia de los corceles, puesto que realizan su aparición ante el sonido de una canción representativa, abordando preciosos corceles.