En Hollywood la historia es otra historia

DAVID ALMEIDA GARCÍA

¿Hollywood se ha burlado de la Historia? Muchos dirán que sí, sobre todo los historiadores más puristas. Por eso, a la ‘meca del cine’ no hay que creerle mucho cuando nos presenta ‘películas basadas en hechos reales’, pues en la mayoría de los casos ha sido una simple estratagema.

Ahora que se acaba de estrenar el ‘biopic’ ‘Bohemian Rhapsody’, acerca de Queen, hay que estar muy atentos sobre si los datos que nos cuentan son fieles a la historia, o solamente recogen algunos elementos y los ponen al servicio de la ficción, como siempre ha ocurrido.

Es que Hollywood se ha caracterizado por mentirnos en la cara. Un ejemplo muy sonoro ha sido ‘Bastardos sin gloria’ (2009), en la que Quentin Tarantino ‘asesina’ a Adolf Hitler en una sala de teatro. Entendemos la intención del cineasta.

Otro ejemplo, de tantos, es ‘Gladiador’ (2000), en la que se romantiza a la hermana del emperador Cómodo, Lucila, quien en la verdadera historia es una villana que conspiró, en los peores términos, contra su hermano menor.
Otra cinta es ‘Straight Outta Compton’, sobre el grupo de rap ochentero NWA. Aquí su director, F. Gary Gray, no nos miente, pero omite (que es una forma de mentir) datos importantes, como el largo historial de violencia de género que Dr. Dre acarrea sobre sus espaldas.

‘Argo’ (2012) es otro largometraje que nos miente. Mucho se ha hablado de las omisiones nada inocentes que hizo Ben Affleck, ganador del Óscar a Mejor película. Sobre todo, el papel de Canadá en el conflicto (un grupo de diplomáticos de la embajada de EE.UU. en Irán quedaron atrapados en 1979), que según fuentes fiables realizó gran parte del trabajo. Para Affleck, sin embargo, todos esos méritos se atribuyen a la CIA.

En fin, podemos citar a ‘The Fighter’ (2010), ‘Foxcatcher’ (2014), ‘En busca de la felicidad’ (2006), ‘La vida de Brian’ (1979), ‘Calígula’ (1979), ‘Capitán Phillips’ (2015), ‘Ciudadano Kane’ (1941) y muchos más.

‘Bastardos sin gloria’ (2009)

Eli Roth, Brad Pitt (ambos en la foto), Mélanie Laurent, Daniel Brühl, Diane Kruger y otros grandes actores fueron parte de esta película de Quentin Tarantino, en la que un grupo de mercenarios judíos estadounidenses tenía la misión de vengarse de los nazis en la misma Europa.

La cinta es increíblemente divertida y se da el lujo de tomarse licencias que vuelven locos a los historiadores. Y la escena en la que asesinan a Adolf Hitler y muchos de sus generales es genial, hasta catártica.

‘Gladiador’ (2000)

La película ganadora del Óscar, que estuvo dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Russell Crowe (Máximo, foto), Joaquin Phoenix (Cómodo) y Connie Nielsen (Lucila) se llevó los aplausos de la crítica y del público, pero es bastante injusta con Cómodo, el emperador que sí compitió en la arena como gladiador.

Es que esta cinta romantiza a su hermana Lucila y la hace ver como una víctima, cuando en realidad era una envidiosa que conspiró contra su hermano, quien ordenó asesinarla, tras desterrarla.

‘El renacido’ (2015)

La interpretación de Hugh Glass le dio a Leonardo DiCaprio el ansiado Óscar y sí luchó contra un oso, escena espectácular muy bien hecha por el también oscarizado Alejandro González Iñárritu.

Sin embargo, dos detalles bastantes definitorios de su personaje son invenciones. Primero, el hecho de que tuviese un hijo por el que busca venganza y, segundo, su momento de perdón con el papel de Tom Hardy, que le había dejado solo para morir en la nieve. Ambos detalles están ahí para darle más emotividad al personaje.

‘300’ (2006)

La Batalla de las Termópilas no es como nos la contó Zach Snyder. De hecho, el director confesó a Entertainment Weekly lo siguiente: “No quería retratar Esparta en términos excesivamente precisos. No podía mostrar que fueron tan crueles como sus adversarios. Los hice tan crueles como pensé que un público moderno podría soportar”. Además, no fueron 300 sino 900, pues cada soldado llevó dos esclavos.

La búsqueda de la simpatía del espectador siempre es un argumento para las licencias creativas.

‘Munich’ (2005)

Steven Spielberg se basó en la historia real de una masacre de atletas israelíes en las Olimpiadas de 1972, en Munich (Alemania) para hacer esta película.

Por ejemplo, Mohammed Daoud planeó el ataque en nombre del grupo ‘Septiembre negro’, que estuvo vinculado con la Organización para la Liberación Palestina (OLP), pero no tomó parte en los hechos y no aparece en la película.

Muchos expertos acusaron a su director de faltas de precisiones históricas, consideradas graves.

‘Francotirador’ (2014)

Esta película de Clint Eastwood, que fue protagonizada por Bradley Cooper (le dio su tercera nominación consecutiva al Óscar), tuvo mucha publicidad, pero seamos sinceros, es una historia patriotera más de Hollywood, en la que se idealiza de la forma más cursi a sus soldados, en este caso al asesino Chris Kyle, quien murió ‘en su ley’, por así decirlo.

La historia del francotirador no era tan heroica y Mustafa nunca fue su archienemigo. La cinta también tiene marcados anacronismos y distorsiones históricas.