QUEVEDO
La ilusión de ser padres primerizos acabó en desgracia para una pareja de jóvenes quienes perdieron a sus gemelas antes de que nacieran.
Las lágrimas de impotencia y dolor daban cuenta de la desgracia que estaban afrontando. En sus rostros se marcaban las múltiples expresiones de la sed de justicia que ahora tienen.
Washington Mendoza, padre de las menores, detalló que durante los nueve meses de embarazo su esposa Alisson Osorio llevó los controles en una clínica privada de la parroquia Siete de Octubre. Según él, todo transcurría normal, sin embargo, la noche del pasado sábado una secreción acompañada de dolores en Alisson los obligó a ir hasta la clínica donde estaba su doctor de cabecera quedando internada para la cesárea.
Al llegar les habrían atendido pero recibieron como respuesta que todo estaba bien. Que los corazones de las gemelas latían con normalidad, pero media hora después una noticia del mismo doctor le erizó la piel a Washington. Contó que le había confesado que lamentablemente una de las niñas había muerto. Que había sucedido hace tres días pero que la otra estaba bien.
En medio del dolor, luego de transcurrir varias horas lo llamaron de nuevo y le dijeron que su otra bebé también había muerto. “Allí se me vino el mundo encima. Mis dos hijas estaban muertas y nadie me daba una explicación. El médico me dio la espalda y se fue… Yo le insistí que me dijera qué pasó pero no me dijo nada”, contó al borde del llanto.
Justicia
Los familiares de la pareja se volcaron hasta los bajos de la clínica y pedían justicia, pues aseguran que nadie salió a decirles nada. Solamente vieron que llegó la Policía e hicieron el traslado de los cadáveres.
Ayer en la mañana, los cuerpos de sus hijas amanecieron en la morgue de Quevedo. Allí también estuvieron presentes el resto de sus familiares quienes clamaban porque les fueran entregados rápido, pero la falta de documentación retrasó el trámite.
Cada minuto fuera de la morgue era una eternidad para el padre primerizo quien a cada momento llamaba vía celular a otros familiares para saber cómo estaba su esposa tras la cesárea.
En medio de la espera una abogada llegó para ayudarlos en el trámite, era un miembro de su misma familia, pero esta vez se haría cargo del proceso legal en contra del médico que hizo el procedimiento de parto y de quien llevó el control médico. Están seguros que se trató de una mala práctica médica.
Mientras que el joven padre no dejaba de nombrar a sus pequeñas que ya tenían nombre: Ketzia y Ketzy.
Cerca de las 17:00 de ayer los cuerpos de las menores fueron sacados en dos cofres blancos y trasladados hasta la calle Jaime Roldós Aguilera en donde iban a ser velados. (MZA)
EL DATO
En la clínica donde se hizo el procedimiento de parto prefirieron no dar información sobre el caso.