Redacciòn ESPAÑA
AFP
Con petardos, cánticos y banderas, miles de hinchas de River Plate y de Boca Juniors mostraron sus colores en apoyo a sus equipos para la final de la Copa Libertadores, convirtiendo a Madrid en una fiesta, sin incidentes que lamentar.
Rojo y blanco o azul y dorado: los colores de los equipos argentinos inundaron los alrededores del estadio Santiago Bernabéu.
Llegaron desde Argentina o de todos los rincones de España, los hinchas de cada oncena tuvieron su ‘fan zone’ separada y entraron al estadio por lugares diferentes de la Avenida de La Castellana, bajo la estrecha vigilancia de los cuerpos de seguridad, que desplegaron miles de agentes, carros blindados, policías a caballo y helicópteros, para evitar altercados.
Con camiseta y sombrero de Boca, Zahira Flores, de 27 años, dice que no se lo pensó dos veces y aunque el pasaje le costó casi 2.000 euros (2.278 dólares) se trasladó desde Esquel, en la Patagonia, para apoyar a su equipo en Madrid, donde llegó el jueves.
Las autoridades españolas, que no registraron incidentes hasta antes del partido, dispusieron más de 4.000 policías y agentes privados para garantizar la seguridad.