Familia vive horas de terror en manos de la delincuencia

Suceso. ‘Carmen’, madre de las víctimas, no puede reponerse del terror que vivió.
Suceso. ‘Carmen’, madre de las víctimas, no puede reponerse del terror que vivió.

Redacción QUEVEDO

Una familia fue secuestrada en su propia casa por más de siete horas en el recinto Lechugal. 10 hombres ingresaron con sus rostros tapados y los encerraron amenazándolos de muerte. La banda logró llevarse dinero en efectivo, enseres y hasta se comieron los alimentos que estaban preparados.

Las víctimas, entre los que existe una menor de edad (5 años), aseguran haber vivido momentos de terror al estar en poder de los delincuentes, quienes buscaban llevarse una bomba de 50 kilos valorada en más de 30 mil dólares.

Y es que han pasado siete días en la que los integrantes de una misma familia fueron asaltados y secuestrados, pero la pesadilla aún no los deja dormir. La voz de los antisociales gritándoles y amenazándolos todavía les retumba en sus mentes.

‘Carmen’, nombre protegido, relata que ha tenido que acudir a los médicos porque tiene los nervios alterados y además se ha hecho pasar el huevo por curanderos, ya que no puede dormir. Ella fue una de las primeras personas sorprendidas por los maleantes imaginándose que la iban a violar.

Según la mujer, todo ocurrió a las 19:00 del pasado martes cuando los hombres ingresaron a la propiedad amarrando a cada peón que ingresaba. En total amarraron a ocho personas.

La familia relata que cuando todos estaban amarrados fueron colocados en una de las habitaciones. Allí escuchaban que los hombres hablaban bajito en la sala. Otros desde la cocina sonaban los platos y se comían los alimentos que ‘Carmen’ había preparado para su familia, pues ese día pensaban merendar juntos tras una larga jornada de trabajo.

Mientras oscurecía, aseguran que, escuchaban que llegaban vehículos y más personas ingresaban a la propiedad. Todos preguntaban por la bomba de agua y que dónde estaba el dinero. Al no recibir respuesta los amenazaban.

Robo

En las siete horas que los antisociales cometieron el delito lograron llevarse desde motocicletas, tanques de gas, teléfonos celulares, televisores, dinero en efectivo, animales del corral y hasta los víveres que estaban dentro del refrigerador.

“No dejaron nada. Se llevaron hasta un pescado congelado que teníamos para cocinar, el saco de arroz, los tomates, cebollas y pimientos”, asegura ‘Carmen’, quien ahora no puede quedarse sola en su casa por temor a que los delincuentes regresen.

Ya en la madrugada del miércoles, un silencio total envolvió la casa de hacienda donde viven, por lo que una de las víctimas empezó a decir: “¡Compa, compa!” pero nadie respondía. En ese momento se levantaron y unos a otros se soltaban las cuerdas que tenían en sus manos y pies.

Al lograr zafarse fueron en busca de ayuda con sus vecinos de las propiedades más cercanas, quienes dieron aviso a la Policía, que aún investiga el caso. (MZA)