Viajes al Asia

Desenmarañar el endeudamiento con China es más complicado que pronunciar el apellido del tercer vicepresidente que se cambia en 18 meses. Otto Sonnenholzner es una esperanza política y el despertar del marasmo institucional de años. Tal vez, él nos pueda ayudar a depurar algunas cifras, indicadores y proyecciones sobre la acumulación de créditos externos y la incidencia del narcotráfico en la economía nacional.

El flamante economista, a lo mejor, logra que se publique el registro completo de la deuda externa sin trampas, los detalles de la venta anticipada de petróleo, el lavado de dinero ilegal capturado y permita confrontar datos sobre las obras con falla y los cobros de seguros en casos como la hidroeléctrica Coda Codo Sinclair y Yachay.

Obtener información financiera confiable y veloz es un problema de integridad periodística y convergencia a tecnologías. Un factor complicado del periodismo actual cuando acabamos de salir de una era de mediocridad y mala educación. Lo peor que se arrastran políticas públicas represivas y censuradoras como estándar de vida. Por eso, la dependencia económica con los asiáticos debería preocuparnos antes de evaluar los resultados de cada viaje presidencial con explicaciones precisas sobre las condiciones para la adquisición de más préstamos.

Desde el periodismo, casi siempre falta contrastar con otras fuentes, bancos, intermediarios y países. Es que el periodismo digital actual puede contribuir y direccionarse a la selección de mercados financieros, descubrir propuestas innovadoras de comercio exterior, participar en el mercado bursátil e indagar en especificidades de muchos negocios.

El escritor Nuccio Ordine en su libro ‘La utilidad de lo inútil’ sostiene que el humanismo justifica la interacción de personas y los viajes tontos, pues nunca hay que perder esa condición de lo gratuito y esa fuerza generadora de lo inútil. La memoria, el pensamiento crítico, la formación de aptitudes locales y los relatos históricos son aspectos que humanizan y en verdad justifican los viajes para cultivar encuentros entre distantes. Pero, mientras las universidades se mantengan como empresas para el consumo asfixiante, los estudiantes sean vistos como clientes prepago y los profesores trabajen como burócratas a sueldo, la competitividad económica no llegará. Menos el desarrollo social con políticas que abusan de la usura internacional.

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