La madre del militar desaparecido lo soñó

Dolor. En el cantón Valencia Gloria Gavilanes sigue esperando respuesta por parte de las autoridades sobre el paradero de su hijo.
Dolor. En el cantón Valencia Gloria Gavilanes sigue esperando respuesta por parte de las autoridades sobre el paradero de su hijo.

Cree que sería un anuncio de que su hijo se encuentra con vida pero en espera de ayuda.

Redacción VALENCIA

Han pasado 8 meses desde que el cabo segundo de infantería Wilson Ilaquiche desapareció en la parroquia Tobar Donoso, una zona selvática ubicada entre el límite de Esmeraldas y Carchi, en la frontera de Ecuador con Colombia.

Desde aquel entonces Gloria Gavilánez, su madre, no ha olvidado la última vez en que le dio la bendición y un beso que marcaría su despedida y larga ausencia.

Ayer sentada al ingreso de la puerta de su casa ubicada en el cantón Valencia, provincia de Los Ríos, detalló que lo espera con ansias porque su corazón le dice que está vivo.

Dolor

Entre lágrimas reveló que el inicio del año nuevo no fue como otras veces. Esta vez no hubo cena, quema de año viejo y mucho menos la algarabía que caracterizaba a su familia.

“Me pasé la noche orando y pidiéndole a Dios que me diera una señal de que mi hijo está bien. Le pedí que me lo dejara verlo y al amanecer del primero de enero lo vi caminando por lo que le dije: ‘¡Wilson! y el me regresó a ver’. En ese momento la emoción me pudo más y me desperté, descubriendo que era un sueño”, contó Gavilánez.

Desde su punto de vista cree que fue una señal de Dios. Considera que su hijo sigue a la espera de que las autoridades judiciales y la Policía den con su paradero para regresar a su hogar.

Detalles

Sobre las investigaciones de la desaparición de su hijo explicó no conocer nada aún. “Todo se maneja reservado” e incluso detalló que en la Fiscalía de Carchi el proceso judicial es secreto.

No obstante, tiene la fe de que Wilson va aparecer pronto y que aunque sus vidas ya no serán las mismas, estarán unidos como siempre lo han estado.

La madre del uniformado aseguró que hasta cumplirse un año de la desaparición de su hijo, sus nietos recibirán el sueldo que le correspondía al uniformado. Sin embargo, el tiempo está por caducar, ya que cumplidos los 12 meses desde su extravío, el Ejército Ecuatoriano podría tramitar la separación institucional (baja) de Ilaquiche.

Dentro de las investigaciones, consta que la última vez que el efectivo fue visto estaba aparentemente ingiriendo licor junto a una mujer en un bar en el pueblo de Tobar Donoso, en Carchi. Desde entonces poco o nada se conoce sobre su paradero. (MZA)