El Ministerio de Educación no logró justificar contratos por U$D 38 millones entre 2016 y 2017.
Sin planificación ni control se imprimió y distribuyó entre 2016 y 2017 textos escolares por los que el Ministerio de Educación pagó unos 38 millones de dólares a beneficiarios de tres contratos.
Así lo establece la Contraloría en el informe borrador de los resultados de un examen especial realizado para verificar si las autoridades de dicha Secretaría de Estado cumplió o no las principales normas de contratación pública y sus propios reglamentos internos.
La lectura de este informe por parte de representantes del equipo de auditores del organismo de control se realizó con la presencia de exfuncionarios de diferentes áreas del Ministerio, responsables de diferentes partes del proceso de contratación.
Sin justificativos
El informe concluye que a pesar de pedidos expresos, Educación no proporcionó justificativos técnicos sobre la demanda real de textos escolares por parte de las unidades educativas del país, no hubo una planificación ni coordinación de la entrega, no hay registro de la cantidad de textos que efectivamente ingresaron o salieron de las bodegas.
Y si hubo algún registro de estos ingresos y egresos únicamente habrían servido para pagar a los contratistas establece el examen en el que se insiste que el sistema de bodegas del Ministerio de Educación no brinda confianza.
Y para abundar en detalles de esta conclusión, la Contraloría General del Estado enfatiza que al menos unos 56 mil textos se imprimieron en exceso y este momento están embodegados y prácticamente condenados a no poder usarse y sobre todo la obsolescencia debido a actualizaciones de las mallas curriculares y contenidos de los nuevos textos escolares.
Abandono
En esta investigación de Contraloría también se incluye el tema de miles de textos escolares que el año anterior se encontró en una planta recicladora en la provincia de Imbabura.