Ellos aman la docencia

QUEVEDO

Cada 13 de abril se rinde un homenaje de respeto y agradecimiento a aquellos que han dedicado la gran mayoría de sus días a dejar un legado de enseñanza en las mentes de cada uno de los ecuatorianos.

Para esta ocasión, la Unión Nacional de Educadores (UNE) de Quevedo y la Asociación de Jubilados de la zona norte de Los Ríos ha preparado un sinnúmero de actividades: a las 08:30 se realizará una misa en la iglesia San José, en memoria de los docentes fallecidos. Mientras que a las 10:00, en la sede de la UNE organizarán un campeonato deportivo.

También hoy a las 17:00 se brindará una conferencia que estará enfocada a la situación actual del docente, y a las 18:00 se hará una sesión solemne. (EHL)

‘Antes la educación era segregada’

Alberto Mendoza tiene 37 años en la docencia, ha ejercido esta carrera desde que tenía 19 cuando salió de la secundaria, en donde tuvo la oportunidad de impartir clases en academias artesanales. Sin embargo, su motivación la consiguió en las clases de catequesis, desde ese entonces la educación católica ha sido su casa. “Me embargó la relación con los niños de los catequesis, se tiene la convivencia de estar con un grupo, relacionarnos y poder transmitir un buen mensaje”, expresó.

Su primera experiencia como profesional fue en el escuela Nuestra Señora de Fátima, en la desempeñó como docente de varias asignaturas por más de siete años. Actualmente trabaja en la Unidad Educativa América.

Mendoza comenta que en sus largos años de docencia, la educación ha tenido cambios transcendentales. “En aquella época las aulas de clases eran segregadas, de niños y niñas, pero conforme va pasando el tiempo se dio la equidad, van apareciendo leyes, normas, reglamentos y la sociedad mismo cambia, entonces ahora estamos entre niños y niñas”, expresó.

Agrega que una de las cosas que ha cambiado es el empoderamiento de los padres de familia para con los hijos, situación que ahora no se visualiza mucho en las escuelas. “Antes los padres de familia veían al profesor como el segundo papá o mamá, a tal punto que cuando íbamos a los grados nos recomendaban: ‘aquí se lo dejo para que salgan aprendiendo’, decían. Ahora creo que eso se ha dejado un poquito, porque muchos padres laboran o son separados”, contó.

Para Mendoza, la educación actual está inmersa de herramientas que permiten un estudio más profundo, una de las ventajas con las cuales no se contaba antes. “Hay muchos mecanismos técnicos que ayudan a los estudiantes a tener más estudios, ahora exista el profesor Google que enseña todo lo que queramos”, finalizó.

‘Hay que apuntar a una pedagogía digital’

Jessenia Rendón Ortiz, es rectora de la Unidad Educativa Benjamín Franklin desde hace dos años, sin embargo, su profesión siempre ha sido la docencia, la cual ha desempeñado por más de 13 años en varias instituciones educativas de Guayaquil y Quevedo.

Para Rendón ser maestra nació desde muy pequeña, cuando su madre dictaba clases particulares a estudiantes que obtenían bajos promedios, situación que ella vio como una misión trascendente. “La educación es un arma poderosa para crecer; mi vida profesional comenzó en Guayaquil, en la Unidad Educativa Bilingüe Nueva Semilla, allí me formé, siempre estuve sumergida en esa rama”, expresó.

También incursionó en la Contaduría Pública, sueño que anhelaba su madre, sin embargo, cuándo logró terminar la carrera decidió por fin dedicarse de ello al oficio que más amaba: ser maestra. “Quería mi a carrera de educación, por el amor que tenía de enseñar, nada impidió que prosiguiera con mi sueño”, dijo.

Rendón considera que la tecnología está transformando la educación, por ello, como rectora de ‘El Benjamín’ invierte en un modelo más digital, y apuesta a la innovación y a las nuevas tecnologías para conseguirlo. “El estar inmerso en tecnología, que es el mundo de ahora de los estudiantes hace que las clases sean más atrayente, utilizando dispositivos electrónicos como: tablets, interacción con programas digitales, recursos tecnológicos que llaman la atención”, explicó.

Apostar a lo digital para Rendón significa ser más atrayente y dinámico, eso a decir ella permite que los alumnos tengan una facilidad de atención, ya que la realidad de ahora es el mundo tecnológico. “Es interesante que el chico diga que voy a la escuela no solo porque me gusta jugar con mis amigos en el receso, sino porque me gusta estar en una clase motivada e interactiva, donde ellos pueden aprender con juegos y con herramientas tecnológicas que es lo de hoy”, finalizó.

‘La educación parvularia es esencial’

Patricia Salazar Zambrano, es educadora parvularia por más de 12 años, actualmente trabaja en la Unidad Educativa Replica Nicolás Infante Díaz, también ha sido docente en la escuela José Isaac Montes y Juan Francisco Leoro Vásquez, en todas ellas ha desempeñado la educación inicial.

Ella comenta que el agrado que tiene hacia los niños, le motivó a seguir este camino, el cual jamás dejará ya que ha logrado obtener una conexión familiar con cada uno de ellos. “Unos me dicen mamá, abuelita, otros tía, pero ellos no dan su ternura, su amor, no sólo es enseñar es ser parte de ellos, porque son niños”, comenta.

Salazar manifiesta que la educación parvularia es esencial para iniciar la primaria, ya que los niños desarrollan destrezas para su autonomía. “Los niños que no han cruzado una educación inicial suelen llegar a clases temerosos, no han desarrollado un autoestima porque no están acostumbrados a estar lejos de sus padres”, indica.

Agrega que en el primer nivel se permite que exista una adaptación que poco a poco irá creciendo hasta que esté listo para inicia la otra etapa escolar. “Los primeros años de vida en el ser humano son fundamentales para el futuro, por eso etapa infantil debe y requiere ser estimulada en todos los sentidos, creando y generando aprendizajes”, dijo.

Uno de los objetivos principales en la metodología de la educación parvularia, según Salazar, es incrementar la motricidad fina y gruesa de los infantes. “El primero comprende en movimientos motrices complejos como lanzar objetos, patear una pelota o saltar la soga. El segundo en la coordinación de los músculos cortos como recortar figurar, agarrar un lápiz, pegar, dibujar, etc.”, explica.

Salazar comenta que la educación parvularia es un compromiso que deben tener los padres de familia para garantizar un crecimiento armónico en el niño, por ello, cada escuela debería tomar en consideración esta etapa escolar. “Cada uno le dedica tiempo a los niños para que puedan seguir creciendo y desarrollándose saludablemente, es un compromiso de todos nosotros: enseñar para crecer”, finalizó.