Redacción BABAHOYO
Pedro José Rodríguez Gómez es un arquitecto de 37 años de edad. Sus novedosos diseños le han dado un lugar en selecto núcleo de profesionales de la capital fluminense.
Pero de la misma manera en la que se ha esmerado haciendo planes para la edificación de importantes infraestructuras, también se las ingenia para ‘diseñar’ a través del día a día, una familia feliz, en su rol de padre.
Rodríguez cuenta con tres hijos: Amelia Paulina, Candy Dalila y Pedro José Rodríguez Lara, quienes son la razón de su existir.
Sacrificio
Rodríguez ama compartir tiempo con su familia e hijos, sin embargo, sus funciones como Titular del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) en la provincia de Los Ríos y docente en la Facultad de Agronomía de la Universidad Técnica de Babahoyo, no le permiten poder estar tanto tiempo con sus pequeños.
Y es que esos son los sacrificios que realizan muchos padres, desde diferentes aristas, puesto que por desmedirse para conseguir todo lo que los hijos demandan, se pierden muchos momentos especiales con ellos.
Por ejemplo, Rodríguez cuenta que sus hijas practican danza y su niño entrena taekuondo, pero debido a las largas jornadas de labor, muchas veces se le hace imposible estar con ellos en esos momentos muy importantes.
“Lo que intento es que se den cuenta que esto tiene varios motivos, porque si bien gracias a este trabajo podemos salir adelante, también gracias a este trabajo puedo servir a muchas personas que lo necesitan”, comentó.
Detalles
Es por ello que el arquitecto se ve como un padre ejemplar, siguiendo los pasos de su papá, puesto que trabaja arduamente para poder darles el sustento y la educación de sus pequeños.
“Siempre he visto trabajar a mi padre por el futuro de la familia, de maneras que, así mismo, yo me esfuerzo por mis hijos. El no poder compartir del tiempo necesario con ellos, me pone a meditar, pero sé que todo es por sacarlos adelante. Todo esfuerzo tiene su recompensa y para un padre no hay nada mejor que ver a su hijo gozar de bienestar”, expresó.
El funcionario reconoce que no siempre hay que desesperarse por dejar una herencia física y económica, puesto que la preparación es fundamental para que cada generación vaya consiguiendo lo suyo con mérito propio, esfuerzo y trabajo, a través de la educación.
No obstante, cada vez que tiene tiempo libre, Rodríguez lo aprovecha para disfrutar al máximo con su familia. “Los fines de semana son lindos porque acompaño a mis hijos a pasear, nos bañamos en las piscinas, comemos juntos y eso lo gozo enormemente”, refiere.
Es así que, en esta fecha especial, hace votos para que los padres de todo el mundo den lo mejor de sí para sus familias y de esta manera construir un mundo mejor, sin violencia y sin abusos, pero sí con más paz y mucho amor. (NDA)