Grupo de Puebla impone el caos en Latinoamérica

VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)
VIOLENCIA. Los disturbios en Chile y Ecuador han seguido un mismo patrón. (AFP)

Redacción INTERNACIONAL

De un momento a otro, Latinoamérica se ha convertido en núcleo de protestas violentas lideradas por movimientos pro-socialistas con un fin: desestabilizar la región.

En Ecuador, donde el presidente Lenín Moreno había anunciado el fin de un paquete de subsidios para mejorar las finanzas del Estado, ocurrieron graves ‘protestas sociales’ que se tornaron violentas. En este caso, las autoridades denunciaron que había decenas de detenidos venezolanos ligados al chavismo. Así mismo, fuentes castrenses le dijeron a la revista colombiana Semana que hay indicios sobre la presencia de miembros del ELN y disidentes de las FARC tras los graves disturbios y actos de terrorismo en Quito.

En Santiago de Chile, ocurrió algo parecido. Luego del anuncio del presidente Sebastián Piñera sobre el incremento del pasaje del Metro, se iniciaron las protestas en las calles, que se expandieron con saqueos, destrozos e incendios en el subterráneo. Allí también se registró la presencia de ciudadanos venezolanos y colombianos. El guión fue el mismo de Quito.

Ola desestabilizadora
Argentina por su parte, lidia otra vez con la posibilidad de repetir el populismo kirchnerista, de la mano de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, este último asegurando que como presidente sacará al país del Grupo de Lima.

TOME NOTA
Este fin de semana se desarrollaría en Buenos Aires una reunión del GDP bajo el lema ‘El cambio es el progresismo’.En Bolivia, Evo Morales quiere perpetuarse en el poder. Hasta la OEA lo está denunciando, así como el Grupo de Lima y Estados Unidos.

Esta ola desestabilizadora que se escuda en protestas contra gobiernos que han cambiado su rumbo a políticas de liberalización económica responde a un proyecto mayor de líderes de izquierda integrados en el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, agrupaciones que establecen en su sitio oficial el objetivo de retomar el poder de la región para “adueñarse del mañana”.

Nada es casual
Estas movilizaciones, entonces, no son casuales ni espontáneas. De hecho, desde Venezuela Nicolás Maduro y su secuaz Diosdado Cabello celebran que los planes del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla estén teniendo éxito, y amenazan con que “la brisita bolivariana se extienda por la región”.

Tal como asegura el analista internacional Ignacio Bongiovanni, coordinador del Grupo Joven de Fundación Libertad, lo que llama la atención es que muchos que siempre ponen el grito en el cielo cuando sienten que sucede algo en el continente, hoy callan. Daría la impresión -dice Bongiovanni- de que cuando los tiros vienen por la derecha es represión, y cuando vienen por la izquierda es revolución.

Redacción INTERNACIONAL

De un momento a otro, Latinoamérica se ha convertido en núcleo de protestas violentas lideradas por movimientos pro-socialistas con un fin: desestabilizar la región.

En Ecuador, donde el presidente Lenín Moreno había anunciado el fin de un paquete de subsidios para mejorar las finanzas del Estado, ocurrieron graves ‘protestas sociales’ que se tornaron violentas. En este caso, las autoridades denunciaron que había decenas de detenidos venezolanos ligados al chavismo. Así mismo, fuentes castrenses le dijeron a la revista colombiana Semana que hay indicios sobre la presencia de miembros del ELN y disidentes de las FARC tras los graves disturbios y actos de terrorismo en Quito.

En Santiago de Chile, ocurrió algo parecido. Luego del anuncio del presidente Sebastián Piñera sobre el incremento del pasaje del Metro, se iniciaron las protestas en las calles, que se expandieron con saqueos, destrozos e incendios en el subterráneo. Allí también se registró la presencia de ciudadanos venezolanos y colombianos. El guión fue el mismo de Quito.

Ola desestabilizadora
Argentina por su parte, lidia otra vez con la posibilidad de repetir el populismo kirchnerista, de la mano de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, este último asegurando que como presidente sacará al país del Grupo de Lima.

TOME NOTA
Este fin de semana se desarrollaría en Buenos Aires una reunión del GDP bajo el lema ‘El cambio es el progresismo’.En Bolivia, Evo Morales quiere perpetuarse en el poder. Hasta la OEA lo está denunciando, así como el Grupo de Lima y Estados Unidos.

Esta ola desestabilizadora que se escuda en protestas contra gobiernos que han cambiado su rumbo a políticas de liberalización económica responde a un proyecto mayor de líderes de izquierda integrados en el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, agrupaciones que establecen en su sitio oficial el objetivo de retomar el poder de la región para “adueñarse del mañana”.

Nada es casual
Estas movilizaciones, entonces, no son casuales ni espontáneas. De hecho, desde Venezuela Nicolás Maduro y su secuaz Diosdado Cabello celebran que los planes del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla estén teniendo éxito, y amenazan con que “la brisita bolivariana se extienda por la región”.

Tal como asegura el analista internacional Ignacio Bongiovanni, coordinador del Grupo Joven de Fundación Libertad, lo que llama la atención es que muchos que siempre ponen el grito en el cielo cuando sienten que sucede algo en el continente, hoy callan. Daría la impresión -dice Bongiovanni- de que cuando los tiros vienen por la derecha es represión, y cuando vienen por la izquierda es revolución.

Redacción INTERNACIONAL

De un momento a otro, Latinoamérica se ha convertido en núcleo de protestas violentas lideradas por movimientos pro-socialistas con un fin: desestabilizar la región.

En Ecuador, donde el presidente Lenín Moreno había anunciado el fin de un paquete de subsidios para mejorar las finanzas del Estado, ocurrieron graves ‘protestas sociales’ que se tornaron violentas. En este caso, las autoridades denunciaron que había decenas de detenidos venezolanos ligados al chavismo. Así mismo, fuentes castrenses le dijeron a la revista colombiana Semana que hay indicios sobre la presencia de miembros del ELN y disidentes de las FARC tras los graves disturbios y actos de terrorismo en Quito.

En Santiago de Chile, ocurrió algo parecido. Luego del anuncio del presidente Sebastián Piñera sobre el incremento del pasaje del Metro, se iniciaron las protestas en las calles, que se expandieron con saqueos, destrozos e incendios en el subterráneo. Allí también se registró la presencia de ciudadanos venezolanos y colombianos. El guión fue el mismo de Quito.

Ola desestabilizadora
Argentina por su parte, lidia otra vez con la posibilidad de repetir el populismo kirchnerista, de la mano de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, este último asegurando que como presidente sacará al país del Grupo de Lima.

TOME NOTA
Este fin de semana se desarrollaría en Buenos Aires una reunión del GDP bajo el lema ‘El cambio es el progresismo’.En Bolivia, Evo Morales quiere perpetuarse en el poder. Hasta la OEA lo está denunciando, así como el Grupo de Lima y Estados Unidos.

Esta ola desestabilizadora que se escuda en protestas contra gobiernos que han cambiado su rumbo a políticas de liberalización económica responde a un proyecto mayor de líderes de izquierda integrados en el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, agrupaciones que establecen en su sitio oficial el objetivo de retomar el poder de la región para “adueñarse del mañana”.

Nada es casual
Estas movilizaciones, entonces, no son casuales ni espontáneas. De hecho, desde Venezuela Nicolás Maduro y su secuaz Diosdado Cabello celebran que los planes del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla estén teniendo éxito, y amenazan con que “la brisita bolivariana se extienda por la región”.

Tal como asegura el analista internacional Ignacio Bongiovanni, coordinador del Grupo Joven de Fundación Libertad, lo que llama la atención es que muchos que siempre ponen el grito en el cielo cuando sienten que sucede algo en el continente, hoy callan. Daría la impresión -dice Bongiovanni- de que cuando los tiros vienen por la derecha es represión, y cuando vienen por la izquierda es revolución.

Redacción INTERNACIONAL

De un momento a otro, Latinoamérica se ha convertido en núcleo de protestas violentas lideradas por movimientos pro-socialistas con un fin: desestabilizar la región.

En Ecuador, donde el presidente Lenín Moreno había anunciado el fin de un paquete de subsidios para mejorar las finanzas del Estado, ocurrieron graves ‘protestas sociales’ que se tornaron violentas. En este caso, las autoridades denunciaron que había decenas de detenidos venezolanos ligados al chavismo. Así mismo, fuentes castrenses le dijeron a la revista colombiana Semana que hay indicios sobre la presencia de miembros del ELN y disidentes de las FARC tras los graves disturbios y actos de terrorismo en Quito.

En Santiago de Chile, ocurrió algo parecido. Luego del anuncio del presidente Sebastián Piñera sobre el incremento del pasaje del Metro, se iniciaron las protestas en las calles, que se expandieron con saqueos, destrozos e incendios en el subterráneo. Allí también se registró la presencia de ciudadanos venezolanos y colombianos. El guión fue el mismo de Quito.

Ola desestabilizadora
Argentina por su parte, lidia otra vez con la posibilidad de repetir el populismo kirchnerista, de la mano de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, este último asegurando que como presidente sacará al país del Grupo de Lima.

TOME NOTA
Este fin de semana se desarrollaría en Buenos Aires una reunión del GDP bajo el lema ‘El cambio es el progresismo’.En Bolivia, Evo Morales quiere perpetuarse en el poder. Hasta la OEA lo está denunciando, así como el Grupo de Lima y Estados Unidos.

Esta ola desestabilizadora que se escuda en protestas contra gobiernos que han cambiado su rumbo a políticas de liberalización económica responde a un proyecto mayor de líderes de izquierda integrados en el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, agrupaciones que establecen en su sitio oficial el objetivo de retomar el poder de la región para “adueñarse del mañana”.

Nada es casual
Estas movilizaciones, entonces, no son casuales ni espontáneas. De hecho, desde Venezuela Nicolás Maduro y su secuaz Diosdado Cabello celebran que los planes del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla estén teniendo éxito, y amenazan con que “la brisita bolivariana se extienda por la región”.

Tal como asegura el analista internacional Ignacio Bongiovanni, coordinador del Grupo Joven de Fundación Libertad, lo que llama la atención es que muchos que siempre ponen el grito en el cielo cuando sienten que sucede algo en el continente, hoy callan. Daría la impresión -dice Bongiovanni- de que cuando los tiros vienen por la derecha es represión, y cuando vienen por la izquierda es revolución.

REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)
REUNIÓN. Parte de los integrantes a la formación del Grupo de Puebla, realizada en julio en México. (Nodal)

Así empezó
Todo comenzó en julio de este año cuando se reunieron en Puebla, México, 30 líderes izquierdistas de América Latina y España, con un objetivo: fundar un movimiento que hiciera contrapeso al llamado Grupo de Lima.

EL DATO
El perfil del movimiento aparece en progresivamente.orgA ese movimiento, denominado Grupo de Puebla (GDP) le añadieron la etiqueta ‘Progresivamente’ y entre sus miembros destacan Lula da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay), Ernesto Samper (Colombia), Leonel Fernández (República Dominicana), con José Luis Rodríguez Zapatero (España) como voz iberoamericana. Además, aparecen los dirigentes Carlos y Marco Enríquez Ominami por Chile, junto al exsecretario de la OEA José Miguel Insulza; Yeidckol Polevsky, representante de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México; y Daniel Martínez, candidato a presidente del Frente Amplio de Uruguay, al igual que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa y la asambleísta Gabriela Rivadaneira.

Nada es casual
Eso sí, en la creación del GDP acordaron defender la llamada revolución bolivariana de Nicolás Maduro, rechazar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y volver a reunirse luego que Alberto Fernández ganara las elecciones en Argentina, cese el macrismo y este país salga del Grupo de Lima, tal como lo reseña un artículo en Actualidad RT. Fernández será el líder de este Grupo.

Según el político y profesor venezolano Pedro Urruchurtu, todo obedece a un plan para que la izquierda regrese a América Latina. “De ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos “progresistas” o incentivar más desestabilización. También buscarán arrebatarle la reelección a la Secretaría General de la OEA a Luis Almagro.

Con medios propios
Este plan es el que oxigena protestas masivas y violentas como las ocurridas en Ecuador y Chile. “Tienen todo un sistema de medios propios (InfoNodal) y externos (RT, Telesur, etc.) listos para hacer su trabajo de reimpulso de la izquierda y del reacomodo de la región. En tiempo de repliegue se han reorganizado, por no haberlos derrotado a tiempo, comenzando por Venezuela”, dice el analista.

Los cambios sociales
La motivación del encuentro en la ciudad mexicana de Puebla fue discutir sobre progresismo y cómo evitar que la derecha conservadora siga ganando espacios en la región. Su declaración final acordó construir un proyecto común para la región que logre una sociedad más justa e igualitaria, siendo un “espacio de coordinación política” para generar cambios sociales, sin partidos, pero con líderes.

Se han pronunciado contra Duque, contra Bolsonaro, contra Lenín Moreno y han rechazado la invocación/activación del TIAR en el conflicto venezolano. ¿Casualidad? Su línea va directo contra el Grupo de Lima y el bloque democrático en la OEA. Su fin es acabarlos.

‘Frente alternativo’
“Este conjunto de dirigentes de toda América Latina nos estamos planteando alternativas para volver a encontrar un sistema político que devuelva la equidad, equilibrio e igualdad social perdidos en América Latina”, dijo el presidente electo de Argentina Alberto Fernández en conferencia de prensa desde México hace dos días, primer país que visita desde que resultó ganador de los comicios presidenciales, en referencia al llamado Grupo de Puebla, un denominado “frente progresista” que el mismo Fernández ha impulsado desde antes de ser candidato presidencial.

Entre los objetivos del GDP están interrumpir la tarea de los mandatarios Lenín Moreno en Ecuador, Martín Vizcarra en Perú, Mario Abdó Benítez en Paraguay, Sebastián Piñera en Chile y Jair Bolsonaro en Brasil. Es la sacudida regional. (OGL)

El mundo al revés
° El Grupo de Puebla ha creado el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (Clajud), para replantearse la justicia social y el rol del estado de derecho, cubriendo de “persecución” los procesos abiertos contra dirigentes corruptos, muchos vinculados a la trama Odebrecht.

Basicamente el rol de este Consejo es el de defender el mundo al revés: quienes en realidad han reprimido a través de regímenes como el venezolano, son victimizados, para así señalar a “la derecha” de represora. Tienen todo para hacerlo: medios, instituciones, líderes, partidos.

“Tenemos que triunfar y de ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos progresistas”o incentivar más desestabilización en la región”, según señalan en sus comunicados integrantes del Grupo de Puebla.

Objetivos
‘Impulsar el progresismo’

1.-El Grupo de Puebla o Grupo Progresista Latinoamericano está “decidido a constituir un espacio de reflexión y de intercambio político en América Latina”.

2.- Contener el “avance de la derecha conservadora”.

3.- “Impedir los intereses y privilegios de una élite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social”.

4.- “No dejar que se debiliten nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el Estado de Derecho, la vigencia de los Derechos Humanos y el ambiente”.

Así empezó
Todo comenzó en julio de este año cuando se reunieron en Puebla, México, 30 líderes izquierdistas de América Latina y España, con un objetivo: fundar un movimiento que hiciera contrapeso al llamado Grupo de Lima.

EL DATO
El perfil del movimiento aparece en progresivamente.orgA ese movimiento, denominado Grupo de Puebla (GDP) le añadieron la etiqueta ‘Progresivamente’ y entre sus miembros destacan Lula da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay), Ernesto Samper (Colombia), Leonel Fernández (República Dominicana), con José Luis Rodríguez Zapatero (España) como voz iberoamericana. Además, aparecen los dirigentes Carlos y Marco Enríquez Ominami por Chile, junto al exsecretario de la OEA José Miguel Insulza; Yeidckol Polevsky, representante de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México; y Daniel Martínez, candidato a presidente del Frente Amplio de Uruguay, al igual que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa y la asambleísta Gabriela Rivadaneira.

Nada es casual
Eso sí, en la creación del GDP acordaron defender la llamada revolución bolivariana de Nicolás Maduro, rechazar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y volver a reunirse luego que Alberto Fernández ganara las elecciones en Argentina, cese el macrismo y este país salga del Grupo de Lima, tal como lo reseña un artículo en Actualidad RT. Fernández será el líder de este Grupo.

Según el político y profesor venezolano Pedro Urruchurtu, todo obedece a un plan para que la izquierda regrese a América Latina. “De ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos “progresistas” o incentivar más desestabilización. También buscarán arrebatarle la reelección a la Secretaría General de la OEA a Luis Almagro.

Con medios propios
Este plan es el que oxigena protestas masivas y violentas como las ocurridas en Ecuador y Chile. “Tienen todo un sistema de medios propios (InfoNodal) y externos (RT, Telesur, etc.) listos para hacer su trabajo de reimpulso de la izquierda y del reacomodo de la región. En tiempo de repliegue se han reorganizado, por no haberlos derrotado a tiempo, comenzando por Venezuela”, dice el analista.

Los cambios sociales
La motivación del encuentro en la ciudad mexicana de Puebla fue discutir sobre progresismo y cómo evitar que la derecha conservadora siga ganando espacios en la región. Su declaración final acordó construir un proyecto común para la región que logre una sociedad más justa e igualitaria, siendo un “espacio de coordinación política” para generar cambios sociales, sin partidos, pero con líderes.

Se han pronunciado contra Duque, contra Bolsonaro, contra Lenín Moreno y han rechazado la invocación/activación del TIAR en el conflicto venezolano. ¿Casualidad? Su línea va directo contra el Grupo de Lima y el bloque democrático en la OEA. Su fin es acabarlos.

‘Frente alternativo’
“Este conjunto de dirigentes de toda América Latina nos estamos planteando alternativas para volver a encontrar un sistema político que devuelva la equidad, equilibrio e igualdad social perdidos en América Latina”, dijo el presidente electo de Argentina Alberto Fernández en conferencia de prensa desde México hace dos días, primer país que visita desde que resultó ganador de los comicios presidenciales, en referencia al llamado Grupo de Puebla, un denominado “frente progresista” que el mismo Fernández ha impulsado desde antes de ser candidato presidencial.

Entre los objetivos del GDP están interrumpir la tarea de los mandatarios Lenín Moreno en Ecuador, Martín Vizcarra en Perú, Mario Abdó Benítez en Paraguay, Sebastián Piñera en Chile y Jair Bolsonaro en Brasil. Es la sacudida regional. (OGL)

El mundo al revés
° El Grupo de Puebla ha creado el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (Clajud), para replantearse la justicia social y el rol del estado de derecho, cubriendo de “persecución” los procesos abiertos contra dirigentes corruptos, muchos vinculados a la trama Odebrecht.

Basicamente el rol de este Consejo es el de defender el mundo al revés: quienes en realidad han reprimido a través de regímenes como el venezolano, son victimizados, para así señalar a “la derecha” de represora. Tienen todo para hacerlo: medios, instituciones, líderes, partidos.

“Tenemos que triunfar y de ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos progresistas”o incentivar más desestabilización en la región”, según señalan en sus comunicados integrantes del Grupo de Puebla.

Objetivos
‘Impulsar el progresismo’

1.-El Grupo de Puebla o Grupo Progresista Latinoamericano está “decidido a constituir un espacio de reflexión y de intercambio político en América Latina”.

2.- Contener el “avance de la derecha conservadora”.

3.- “Impedir los intereses y privilegios de una élite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social”.

4.- “No dejar que se debiliten nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el Estado de Derecho, la vigencia de los Derechos Humanos y el ambiente”.

Así empezó
Todo comenzó en julio de este año cuando se reunieron en Puebla, México, 30 líderes izquierdistas de América Latina y España, con un objetivo: fundar un movimiento que hiciera contrapeso al llamado Grupo de Lima.

EL DATO
El perfil del movimiento aparece en progresivamente.orgA ese movimiento, denominado Grupo de Puebla (GDP) le añadieron la etiqueta ‘Progresivamente’ y entre sus miembros destacan Lula da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay), Ernesto Samper (Colombia), Leonel Fernández (República Dominicana), con José Luis Rodríguez Zapatero (España) como voz iberoamericana. Además, aparecen los dirigentes Carlos y Marco Enríquez Ominami por Chile, junto al exsecretario de la OEA José Miguel Insulza; Yeidckol Polevsky, representante de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México; y Daniel Martínez, candidato a presidente del Frente Amplio de Uruguay, al igual que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa y la asambleísta Gabriela Rivadaneira.

Nada es casual
Eso sí, en la creación del GDP acordaron defender la llamada revolución bolivariana de Nicolás Maduro, rechazar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y volver a reunirse luego que Alberto Fernández ganara las elecciones en Argentina, cese el macrismo y este país salga del Grupo de Lima, tal como lo reseña un artículo en Actualidad RT. Fernández será el líder de este Grupo.

Según el político y profesor venezolano Pedro Urruchurtu, todo obedece a un plan para que la izquierda regrese a América Latina. “De ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos “progresistas” o incentivar más desestabilización. También buscarán arrebatarle la reelección a la Secretaría General de la OEA a Luis Almagro.

Con medios propios
Este plan es el que oxigena protestas masivas y violentas como las ocurridas en Ecuador y Chile. “Tienen todo un sistema de medios propios (InfoNodal) y externos (RT, Telesur, etc.) listos para hacer su trabajo de reimpulso de la izquierda y del reacomodo de la región. En tiempo de repliegue se han reorganizado, por no haberlos derrotado a tiempo, comenzando por Venezuela”, dice el analista.

Los cambios sociales
La motivación del encuentro en la ciudad mexicana de Puebla fue discutir sobre progresismo y cómo evitar que la derecha conservadora siga ganando espacios en la región. Su declaración final acordó construir un proyecto común para la región que logre una sociedad más justa e igualitaria, siendo un “espacio de coordinación política” para generar cambios sociales, sin partidos, pero con líderes.

Se han pronunciado contra Duque, contra Bolsonaro, contra Lenín Moreno y han rechazado la invocación/activación del TIAR en el conflicto venezolano. ¿Casualidad? Su línea va directo contra el Grupo de Lima y el bloque democrático en la OEA. Su fin es acabarlos.

‘Frente alternativo’
“Este conjunto de dirigentes de toda América Latina nos estamos planteando alternativas para volver a encontrar un sistema político que devuelva la equidad, equilibrio e igualdad social perdidos en América Latina”, dijo el presidente electo de Argentina Alberto Fernández en conferencia de prensa desde México hace dos días, primer país que visita desde que resultó ganador de los comicios presidenciales, en referencia al llamado Grupo de Puebla, un denominado “frente progresista” que el mismo Fernández ha impulsado desde antes de ser candidato presidencial.

Entre los objetivos del GDP están interrumpir la tarea de los mandatarios Lenín Moreno en Ecuador, Martín Vizcarra en Perú, Mario Abdó Benítez en Paraguay, Sebastián Piñera en Chile y Jair Bolsonaro en Brasil. Es la sacudida regional. (OGL)

El mundo al revés
° El Grupo de Puebla ha creado el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (Clajud), para replantearse la justicia social y el rol del estado de derecho, cubriendo de “persecución” los procesos abiertos contra dirigentes corruptos, muchos vinculados a la trama Odebrecht.

Basicamente el rol de este Consejo es el de defender el mundo al revés: quienes en realidad han reprimido a través de regímenes como el venezolano, son victimizados, para así señalar a “la derecha” de represora. Tienen todo para hacerlo: medios, instituciones, líderes, partidos.

“Tenemos que triunfar y de ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos progresistas”o incentivar más desestabilización en la región”, según señalan en sus comunicados integrantes del Grupo de Puebla.

Objetivos
‘Impulsar el progresismo’

1.-El Grupo de Puebla o Grupo Progresista Latinoamericano está “decidido a constituir un espacio de reflexión y de intercambio político en América Latina”.

2.- Contener el “avance de la derecha conservadora”.

3.- “Impedir los intereses y privilegios de una élite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social”.

4.- “No dejar que se debiliten nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el Estado de Derecho, la vigencia de los Derechos Humanos y el ambiente”.

Así empezó
Todo comenzó en julio de este año cuando se reunieron en Puebla, México, 30 líderes izquierdistas de América Latina y España, con un objetivo: fundar un movimiento que hiciera contrapeso al llamado Grupo de Lima.

EL DATO
El perfil del movimiento aparece en progresivamente.orgA ese movimiento, denominado Grupo de Puebla (GDP) le añadieron la etiqueta ‘Progresivamente’ y entre sus miembros destacan Lula da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), Fernando Lugo (Paraguay), Ernesto Samper (Colombia), Leonel Fernández (República Dominicana), con José Luis Rodríguez Zapatero (España) como voz iberoamericana. Además, aparecen los dirigentes Carlos y Marco Enríquez Ominami por Chile, junto al exsecretario de la OEA José Miguel Insulza; Yeidckol Polevsky, representante de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México; y Daniel Martínez, candidato a presidente del Frente Amplio de Uruguay, al igual que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa y la asambleísta Gabriela Rivadaneira.

Nada es casual
Eso sí, en la creación del GDP acordaron defender la llamada revolución bolivariana de Nicolás Maduro, rechazar la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y volver a reunirse luego que Alberto Fernández ganara las elecciones en Argentina, cese el macrismo y este país salga del Grupo de Lima, tal como lo reseña un artículo en Actualidad RT. Fernández será el líder de este Grupo.

Según el político y profesor venezolano Pedro Urruchurtu, todo obedece a un plan para que la izquierda regrese a América Latina. “De ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos “progresistas” o incentivar más desestabilización. También buscarán arrebatarle la reelección a la Secretaría General de la OEA a Luis Almagro.

Con medios propios
Este plan es el que oxigena protestas masivas y violentas como las ocurridas en Ecuador y Chile. “Tienen todo un sistema de medios propios (InfoNodal) y externos (RT, Telesur, etc.) listos para hacer su trabajo de reimpulso de la izquierda y del reacomodo de la región. En tiempo de repliegue se han reorganizado, por no haberlos derrotado a tiempo, comenzando por Venezuela”, dice el analista.

Los cambios sociales
La motivación del encuentro en la ciudad mexicana de Puebla fue discutir sobre progresismo y cómo evitar que la derecha conservadora siga ganando espacios en la región. Su declaración final acordó construir un proyecto común para la región que logre una sociedad más justa e igualitaria, siendo un “espacio de coordinación política” para generar cambios sociales, sin partidos, pero con líderes.

Se han pronunciado contra Duque, contra Bolsonaro, contra Lenín Moreno y han rechazado la invocación/activación del TIAR en el conflicto venezolano. ¿Casualidad? Su línea va directo contra el Grupo de Lima y el bloque democrático en la OEA. Su fin es acabarlos.

‘Frente alternativo’
“Este conjunto de dirigentes de toda América Latina nos estamos planteando alternativas para volver a encontrar un sistema político que devuelva la equidad, equilibrio e igualdad social perdidos en América Latina”, dijo el presidente electo de Argentina Alberto Fernández en conferencia de prensa desde México hace dos días, primer país que visita desde que resultó ganador de los comicios presidenciales, en referencia al llamado Grupo de Puebla, un denominado “frente progresista” que el mismo Fernández ha impulsado desde antes de ser candidato presidencial.

Entre los objetivos del GDP están interrumpir la tarea de los mandatarios Lenín Moreno en Ecuador, Martín Vizcarra en Perú, Mario Abdó Benítez en Paraguay, Sebastián Piñera en Chile y Jair Bolsonaro en Brasil. Es la sacudida regional. (OGL)

El mundo al revés
° El Grupo de Puebla ha creado el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (Clajud), para replantearse la justicia social y el rol del estado de derecho, cubriendo de “persecución” los procesos abiertos contra dirigentes corruptos, muchos vinculados a la trama Odebrecht.

Basicamente el rol de este Consejo es el de defender el mundo al revés: quienes en realidad han reprimido a través de regímenes como el venezolano, son victimizados, para así señalar a “la derecha” de represora. Tienen todo para hacerlo: medios, instituciones, líderes, partidos.

“Tenemos que triunfar y de ahí en adelante, el objetivo será acabar con el Grupo de Lima; desmantelarlo con nuevos gobiernos progresistas”o incentivar más desestabilización en la región”, según señalan en sus comunicados integrantes del Grupo de Puebla.

Objetivos
‘Impulsar el progresismo’

1.-El Grupo de Puebla o Grupo Progresista Latinoamericano está “decidido a constituir un espacio de reflexión y de intercambio político en América Latina”.

2.- Contener el “avance de la derecha conservadora”.

3.- “Impedir los intereses y privilegios de una élite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social”.

4.- “No dejar que se debiliten nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el Estado de Derecho, la vigencia de los Derechos Humanos y el ambiente”.