Las fuerzas se le terminaron al boliviano Evo Morales

DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.
DESIGNACIÓN. En enero de 2006, el político se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia.

Cochabamba, cuna política de Evo Morales, fue el escenario ideal para que anunciara que deja su cargo, tras casi 14 años, después de tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.

“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios, del 20 de octubre.

Horas antes, Morales había convocado a nuevas elecciones tras una auditoría de la OEA, que detectó “serias irregularidades” en los comicios, pero la medida no fue suficiente. Las Fuerzas Armadas y la Policía solicitaron su renuncia, sumándose a un pedido de líderes opositores.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dimitió también. En medio de una nueva ola de violencia, ministros y funcionarios habían renunciado en bloque a sus cargos.

356
personas fueron heridas.
María Eugenia Choque Quispe, quien renunció de manera “irrevocable” a la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue detenida.

En un operativo que realizó el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Policía Boliviana en La Paz se capturó a Choque, dentro de las ordenes que hay contra los miembros de ese tribunal por el manejo que se le dio a las elecciones.

¿Qué va a pasar?

El artículo 169 de la Constitución boliviana estipula que, en caso de “impedimento o ausencia definitiva” del jefe de Estado será reemplazado por el vicepresidente (renunció) y si no pudiese, el cargo sería ocupado por la presidenta del Senado, pero abandonó el cargo.

En última instancia, la jefatura de Estado podría ser asumida por el presidente de la Cámara de Diputados, y, en ese caso “se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”. Sin embargo, el titular de ese cargo, Víctor Borda, también dimitó.

Cochabamba, cuna política de Evo Morales, fue el escenario ideal para que anunciara que deja su cargo, tras casi 14 años, después de tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.

“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios, del 20 de octubre.

Horas antes, Morales había convocado a nuevas elecciones tras una auditoría de la OEA, que detectó “serias irregularidades” en los comicios, pero la medida no fue suficiente. Las Fuerzas Armadas y la Policía solicitaron su renuncia, sumándose a un pedido de líderes opositores.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dimitió también. En medio de una nueva ola de violencia, ministros y funcionarios habían renunciado en bloque a sus cargos.

356
personas fueron heridas.
María Eugenia Choque Quispe, quien renunció de manera “irrevocable” a la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue detenida.

En un operativo que realizó el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Policía Boliviana en La Paz se capturó a Choque, dentro de las ordenes que hay contra los miembros de ese tribunal por el manejo que se le dio a las elecciones.

¿Qué va a pasar?

El artículo 169 de la Constitución boliviana estipula que, en caso de “impedimento o ausencia definitiva” del jefe de Estado será reemplazado por el vicepresidente (renunció) y si no pudiese, el cargo sería ocupado por la presidenta del Senado, pero abandonó el cargo.

En última instancia, la jefatura de Estado podría ser asumida por el presidente de la Cámara de Diputados, y, en ese caso “se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”. Sin embargo, el titular de ese cargo, Víctor Borda, también dimitó.

Cochabamba, cuna política de Evo Morales, fue el escenario ideal para que anunciara que deja su cargo, tras casi 14 años, después de tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.

“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios, del 20 de octubre.

Horas antes, Morales había convocado a nuevas elecciones tras una auditoría de la OEA, que detectó “serias irregularidades” en los comicios, pero la medida no fue suficiente. Las Fuerzas Armadas y la Policía solicitaron su renuncia, sumándose a un pedido de líderes opositores.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dimitió también. En medio de una nueva ola de violencia, ministros y funcionarios habían renunciado en bloque a sus cargos.

356
personas fueron heridas.
María Eugenia Choque Quispe, quien renunció de manera “irrevocable” a la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue detenida.

En un operativo que realizó el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Policía Boliviana en La Paz se capturó a Choque, dentro de las ordenes que hay contra los miembros de ese tribunal por el manejo que se le dio a las elecciones.

¿Qué va a pasar?

El artículo 169 de la Constitución boliviana estipula que, en caso de “impedimento o ausencia definitiva” del jefe de Estado será reemplazado por el vicepresidente (renunció) y si no pudiese, el cargo sería ocupado por la presidenta del Senado, pero abandonó el cargo.

En última instancia, la jefatura de Estado podría ser asumida por el presidente de la Cámara de Diputados, y, en ese caso “se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”. Sin embargo, el titular de ese cargo, Víctor Borda, también dimitó.

Cochabamba, cuna política de Evo Morales, fue el escenario ideal para que anunciara que deja su cargo, tras casi 14 años, después de tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.

“Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales”, dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios, del 20 de octubre.

Horas antes, Morales había convocado a nuevas elecciones tras una auditoría de la OEA, que detectó “serias irregularidades” en los comicios, pero la medida no fue suficiente. Las Fuerzas Armadas y la Policía solicitaron su renuncia, sumándose a un pedido de líderes opositores.

El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, dimitió también. En medio de una nueva ola de violencia, ministros y funcionarios habían renunciado en bloque a sus cargos.

356
personas fueron heridas.
María Eugenia Choque Quispe, quien renunció de manera “irrevocable” a la presidencia del Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue detenida.

En un operativo que realizó el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) de la Policía Boliviana en La Paz se capturó a Choque, dentro de las ordenes que hay contra los miembros de ese tribunal por el manejo que se le dio a las elecciones.

¿Qué va a pasar?

El artículo 169 de la Constitución boliviana estipula que, en caso de “impedimento o ausencia definitiva” del jefe de Estado será reemplazado por el vicepresidente (renunció) y si no pudiese, el cargo sería ocupado por la presidenta del Senado, pero abandonó el cargo.

En última instancia, la jefatura de Estado podría ser asumida por el presidente de la Cámara de Diputados, y, en ese caso “se convocarán nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”. Sin embargo, el titular de ese cargo, Víctor Borda, también dimitó.

EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.
EMOCIÓN. Los ciudadanos festejaron la caída de Evo Morales.

Irregularidades

La OEA emitió en un comunicado: “La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente (…) tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral”.

Según la OEA, “en los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas”.

La Fiscalía General abrió luego una causa contra los siete miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), afines a Evo Morales, por su presunta responsabilidad en las irregularidades detectadas por la OEA.

3
muertos dejaron las protestas.Morales, en el poder desde 2006, había accedido a un cuarto mandato hasta 2025 en primera vuelta con el 47,08% de los votos y más de 10 puntos porcentuales por delante de Mesa (36,51%), según el cómputo oficial objetado por la oposición.

Reacción del pueblo

Centenares de personas abarrotaron la plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio Quemado, la vieja casa de Gobierno, para celebrar -con lágrimas en la cara- la caída de Morales.

En Sucre, capital de Bolivia, un grupo de personas se reunió en la plaza de Armas, donde se fundó la república en 1825, cantando el himno nacional. “De la Patria, el alto nombre, en glorioso esplendor conservemos y en sus aras, de nuevo juremos: ¡Morir antes que esclavos vivir!”, dice el coro.

En Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, una mujer agitaba la bandera mientras agradecía a “Dios por habernos librado del ‘dictador’”. (AGENCIAS)

Irregularidades

La OEA emitió en un comunicado: “La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente (…) tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral”.

Según la OEA, “en los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas”.

La Fiscalía General abrió luego una causa contra los siete miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), afines a Evo Morales, por su presunta responsabilidad en las irregularidades detectadas por la OEA.

3
muertos dejaron las protestas.Morales, en el poder desde 2006, había accedido a un cuarto mandato hasta 2025 en primera vuelta con el 47,08% de los votos y más de 10 puntos porcentuales por delante de Mesa (36,51%), según el cómputo oficial objetado por la oposición.

Reacción del pueblo

Centenares de personas abarrotaron la plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio Quemado, la vieja casa de Gobierno, para celebrar -con lágrimas en la cara- la caída de Morales.

En Sucre, capital de Bolivia, un grupo de personas se reunió en la plaza de Armas, donde se fundó la república en 1825, cantando el himno nacional. “De la Patria, el alto nombre, en glorioso esplendor conservemos y en sus aras, de nuevo juremos: ¡Morir antes que esclavos vivir!”, dice el coro.

En Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, una mujer agitaba la bandera mientras agradecía a “Dios por habernos librado del ‘dictador’”. (AGENCIAS)

Irregularidades

La OEA emitió en un comunicado: “La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente (…) tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral”.

Según la OEA, “en los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas”.

La Fiscalía General abrió luego una causa contra los siete miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), afines a Evo Morales, por su presunta responsabilidad en las irregularidades detectadas por la OEA.

3
muertos dejaron las protestas.Morales, en el poder desde 2006, había accedido a un cuarto mandato hasta 2025 en primera vuelta con el 47,08% de los votos y más de 10 puntos porcentuales por delante de Mesa (36,51%), según el cómputo oficial objetado por la oposición.

Reacción del pueblo

Centenares de personas abarrotaron la plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio Quemado, la vieja casa de Gobierno, para celebrar -con lágrimas en la cara- la caída de Morales.

En Sucre, capital de Bolivia, un grupo de personas se reunió en la plaza de Armas, donde se fundó la república en 1825, cantando el himno nacional. “De la Patria, el alto nombre, en glorioso esplendor conservemos y en sus aras, de nuevo juremos: ¡Morir antes que esclavos vivir!”, dice el coro.

En Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, una mujer agitaba la bandera mientras agradecía a “Dios por habernos librado del ‘dictador’”. (AGENCIAS)

Irregularidades

La OEA emitió en un comunicado: “La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente (…) tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas una nueva composición del órgano electoral”.

Según la OEA, “en los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas”.

La Fiscalía General abrió luego una causa contra los siete miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), afines a Evo Morales, por su presunta responsabilidad en las irregularidades detectadas por la OEA.

3
muertos dejaron las protestas.Morales, en el poder desde 2006, había accedido a un cuarto mandato hasta 2025 en primera vuelta con el 47,08% de los votos y más de 10 puntos porcentuales por delante de Mesa (36,51%), según el cómputo oficial objetado por la oposición.

Reacción del pueblo

Centenares de personas abarrotaron la plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio Quemado, la vieja casa de Gobierno, para celebrar -con lágrimas en la cara- la caída de Morales.

En Sucre, capital de Bolivia, un grupo de personas se reunió en la plaza de Armas, donde se fundó la república en 1825, cantando el himno nacional. “De la Patria, el alto nombre, en glorioso esplendor conservemos y en sus aras, de nuevo juremos: ¡Morir antes que esclavos vivir!”, dice el coro.

En Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, una mujer agitaba la bandera mientras agradecía a “Dios por habernos librado del ‘dictador’”. (AGENCIAS)