Una sentida despedida para el hincha ‘torero’

Dolor. Miriam Viva, de 74 años de edad, llegó desde la parroquia Venus del Río Quevedo para despedir a Juan Gurumendi.
Dolor. Miriam Viva, de 74 años de edad, llegó desde la parroquia Venus del Río Quevedo para despedir a Juan Gurumendi.

Redacción QUEVEDO

“Cuando yo me muera quiero mi cajón pintado de amarrillo como mi corazón”. Esa era la rítmica frase que repetían a todo pulmón los amigos de Juan Gurumendi, al ver ingresar su féretro hasta la sala de la Asociación de Cotopaxenses donde fue velado ayer.

La alegría que desbordaban los hinchas barcelonistas contrastaba con la tristeza de Rosa Guamán, quien luego de 72 largas horas, logró tener el cuerpo de su hijo junto a ella.

Para los barcelonistas su amigo no murió. Solo está descansando y aseguran que desde el cielo los está cuidando. Por eso fue que desde su llegada hasta Quevedo no se separaron ni un minuto de su féretro. Cerca de allí colocaron una bandera amarilla con negra y los instrumentos musicales que caracteriza a su banda. Todo como señal de homenaje para su ‘pana’.

Carlos Alvarado, líder de la ‘Sur Oscura’, lamentó lo ocurrido y explicó que en este último viaje no logró ir ya que debía estar presente en su trabajo pero coordinaron todo para que los ‘muchachos’ puedan llegar hasta Lima (Perú) y apoyar al ‘Ídolo’.

“Es lamentable esta tragedia porque se nos va un amigo, un hermano”, dijo Alvarado.

Mientras que un grupo de barristas jóvenes se encontraban reunidos al ingresado de la sala de velaciones, una mujer de avanzada edad irrumpió en el lugar y con una inmensa sonrisa saludó a todos como que si se conocieran de años.

Luego, a paso lento, avanzó hasta la caja donde reposaban los restos de Gurumendi y se persignó. Se agarró su camiseta amarilla y la besó como señal de pleitesía.

Se trataba de Miriam Viva, una quevedeña de 74 años de edad, quien es hincha a muerte del Barcelona. Detalló que conoció de la tragedia tras leer las noticias en los medios de comunicación y no dudó ni un solo segundo en ir a despedir a uno de los suyos, aunque no se conocían.

“Lo nuestro es una pasión. El amor por este color (amarillo) nadie nos lo puede quitar. Yo hasta quería traer mi bandera para flamearla sobre la caja pero sentía que no lo me permitirían, aún así me vestí con mi camiseta y vine”, contó la mujer mientras observaba el cadáver.

Esta acción fue admirada por muchos de los presentes quienes no podían contener las lágrimas al saber que nunca más volverán a ver al joven.

Los restos de Gurumendi serán sepultados la mañana de hoy. Se tiene previsto sacarlo a eso de las 10:00 desde la asociación y trasladarlo hasta el centro de la ciudad donde sus amigos de la ‘Sur Oscura’ le rendirán un homenaje. Luego se estimaba trasladarlo hasta el cantón Mocache donde se pretende darle sepultura.

El hombre murió a los 33 años de edad, cuando regresaba en un bus de turismo desde Perú hasta Ecuador, luego de haber ido a alentar al Barcelona S.C. en un encuentro futbolístico por la Copa Libertadores. Deja una hija en la orfandad. (MZA)

Suceso

Al menos 30 personas cayeron a un abismo del Alto Perú la madrugada del sábado cuando regresaban a Ecuador después de haber ido hasta Lima para alentar a su equipo Barcelona, en un encuentro futbolístico.

Producto del hecho, Juan Gurmendí murió al igual que otras siete personas. Galo Molina, amigo de Gurumendí, aseguró haberlo visto morir en sus brazos pero aun así la mañana de ayer acudió a su velatorio.

12 hinchas, oriundos del cantón Babahoyo, también resultaron heridos pero en menor magnitud.