‘La dura’ de la salud jugaba a ser doctora

SERVICIO. Conoció al amor de su vida en el aula de clases. Han procreado dos hijos.
SERVICIO. Conoció al amor de su vida en el aula de clases. Han procreado dos hijos.
SERVICIO. Conoció al amor de su vida en el aula de clases. Han procreado dos hijos.
SERVICIO. Conoció al amor de su vida en el aula de clases. Han procreado dos hijos.

Cuando Gissela Saltos de Esquivel era tan sola una niña no había otra cosa que la alegrara más que no sea jugar a ser médico. Con su inocencia curaba de las dolencias a sus padres: Milton Saltos y Gladys Fuentes, sin imaginarse que años más tarde lograría sus objetivos.

Ahora convertida en una profesional de la salud detalla que proviene de una familia conformada por un Ingeniero Civil y una licenciada en Ciencias de la Educación. “Nada que ver con la medicina”, detalla y sonríe.

Cree que quizás su padre hubiera querido que se inclinara hacia su carrera pero cuando le dijo que deseaba ser doctora, lejos de colocar el grito al cielo, lo que hizo fue apoyarla con todo su amor.

Cuando ingresó al colegio escogió la carrera de Químico Biólogo, pues Físico Matemático, ni Sociales, le llamaban la atención. Su meta estaba clara de su juventud.

Tras graduarse del bachillerato, viajó hasta la provincia del Guayas donde estudió 8 años en la Universidad Estatal de Guayaquil

Allí, en una de las tantas aulas de la facultad de medicina, conoció al amor de su vida: Boris Esquivel. Cree que ambos tuvieron la oportunidad de conocerse y unirse porque sabían lo lindo y triste de la carrera.

“Tal vez si hubiese escogido a otra persona, creo que no me hubiera entendido mis horarios, ni mis salidas. Pero mi esposo me entiende. Creo que somos la pareja perfecta”

Su esposo es un médico guayaquileño, especializado en ginecología y obstetricia por lo que han tenido la dicha y la alegría de recibir a lo largo de sus carreras varias vidas.

Ambos tienen 25 años de graduados y considera que dentro de la profesión hay que ponerse en el zapato del ser humano al cual atienden a diario. “Debemos sentir prácticamente su dolor. Debemos despojarnos de todo y más que medico debemos ser, un buen ser humano”, dice convencida.

Ambos han procreado dos hijos Nahomi, quien la mayor y tiene de 18 años, y en aunque su círculo familiar y de amigos pensaban que se inclinaría por estudiar medicina, igual que sus padres, decidió seguir Economía.

Sin embargo, las esperanzas las tienen puestas en el menor de sus hijos, Boris, quien con apenas 9 años de edad juega a ser doctor, al igual que lo hacía su madre.

Con la única diferencia que cuenta con el consultorio privado de su padre donde observa de cerca los instrumentos médicos “aunque en ocasiones dice que quiere ser igual que el abuelo: un Ingeniero Civil”, cuenta la mujer que nunca abandonó sus sueños y que ahora es la directora del Distrito de Salud 12D03 Quevedo-Mocache. (MZA)

FRASES

Uno tiene que obrar con buenos sentimientos para ser un buen médico”

“Soy muy creyente. Antes de entrar a una cirugía con mi esposo le pido a Dios que nos guie y sea él quien opere a través de nuestras manos”

Nosotros somos un instrumento de Dios. Dios ha puesto confianza en nosotros y no podemos hacerle quedar mal”

Tuve la serte de conocer a un compañero de aula que ahora es mi compañero de vida”

Cargos

Directora del Centro de Salud de Nobol

Directora Hospital Sagrado Corazón de Jesús en algunos períodos

Directora de Modernización Hospitalaria

Directora Provincial de Salud

Directora del Centro de Salud de Mocache

Directora de UMEFA