Desinformación criminal

Abunda información falsa acerca del coronavirus, enfocada en generar pánico en la población. Fotos y videos manipulados, rumores sobre el sistema financiero, la cadena de producción alimenticia, la gestión oficial y el sistema de salud se difunden con viralidad, causando concurrencia despavorida en supermercados y hospitales, y aupando la desobediencia.

Una investigación periodística señala a un informe de Inteligencia que identifica 13 campañas de desinformación vigentes. Según la pesquisa, más de 25 grupos organizados principalmente desde México y Ecuador, estarían coordinando los ataques. A la cabeza de esta nueva ‘organización’ estaría también el expresidente Rafael Correa, junto con sus principales acólitos, los hermanos Alvarado, Ricardo Patiño y Gabriela Rivadeneira.

Todo ciudadano tiene la responsabilidad de actuar con criterio y evitar difundir información falsa. Las autoridades, sin embargo, deben responder con vehemencia para regular y detener la difusión de mentiras peligrosas.

El derecho a la vida y a la integridad personal es el pilar fundamental de los derechos humanos, y así como ha declarado la OMS, la información falsa y mentiras propagadas en esta crisis, afectan directamente a la salud y la seguridad, ejerce gran presión sobre los recursos públicos y la capacidad de respuesta del estado y su sistema de salud.

Lo que está en juego no es la estabilidad del Gobierno, ni las posibilidades electorales correístas o anticorreístas, sino la vida misma; y jugar con eso es únicamente propio de criminales.

No todo lo que es oro reluce, ni toda la gente errante anda perdida.

J. R. R. Tolkien Escritor británico (1892-1973)

Y una vez disipados los malos olores del pasado, quería ahora inundarlo de fragancias”.

Patrick Süskind Escritor sueco (1949)