¿Qué nos está matando?

El Ecuador atraviesa momentos difíciles como en el mundo entero, con cierta diferencia, jamás estuvimos preparados para vivir esta emergencia sanitaria.

Vengo revisando la actitud de mucha gente desde el momento mismo de la declaratoria de excepción y ha ido evolucionando poco a poco. Al principio nadie sabía qué hacer y luego aparecieron por miles quienes nos recomendaban alternativas para salvarnos, unos de manera acertada y otros de manera errada; pero ahí fuimos entendiendo el comportamiento de este virus y su nivel de contagio.

Por cierto y debo decirlo, es lamentable el fallecimiento de cientos de personas víctimas de un ataque masivo de pánico, otras por descuido y no entender que la frase: QUÉDATE EN CASA, era la mejor decisión que debíamos tomar para cual animalitos asustados escondernos hasta que pase la avalancha.

Y como les manifestaba, muchos han ido quedando en el camino, especialmente los médicos y enfermeras, policías y militares, periodistas, fumigadores, vendedores, etc… que teniendo que trabajar día a día, sucumbieron ante este masivo contagio porque cuando nos dimos cuenta en el país, y especialmente en ciudades como Guayaquil, se volvió comunitario.

Debo mencionar que he perdido muchos amigos y conocidos, pero me impactó y casi fui víctima del miedo cuando conocí del fallecimiento de un compañero dueño de una Estación de Servicios cuya voz escuché 3 días antes, y también de su yerno. Además el hijo del finado daba la fatal noticia agregando que su madre también estaba delicada y que esto era una pesadilla de la que no sabía qué hacer. Lamentablemente, a los 4 días, él también partió, junto con su madre… Quizás la angustia, desesperación, desolación y pánico, al ver como su familia se desintegraba, los hizo presa. La prensa viene jugando un rol importante, pero algunos medios de alguna forma, con sus titular, han propiciado a que se aumente el nivel de miedo y angustia en las personas que por algún motivo tienen fallas cardiacas u otras enfermedades.

El trabajo del Gobierno si bien es cierto ha sido fundamental para crear conciencia ciudadana, también marca la pauta del alto nivel de desigualdad existente y la falta de previsiones, por lo que, debemos trabajar contracorriente contra este mal que también afecta al país.