En lo que va de esta semana, se conoció del fallecimiento de Óscar Cabrera y William Tay-him y de un buenafesino.
Como un hombre alegre, cariñoso, frontal, pero sobre todo solidario, así es como los compañeros del médico quevedeño Óscar Miguel Cabrera, lo recuerdan tras haber muerto hace dos días posiblemente de Covid-19.
El profesional de la salud falleció seis días después de publicar una conmovedora carta en su cuenta de Facebook, en la que citaba que: “Si me llego a ir, créeme que será con el honor de haber servido como un agente de combate, que jamás bajó los brazos ni se rindió. No tengo capa, pero quiero quedar en sus memorias no como superhéroe, sino como alguien que su único superpoder era saber cuidar al enfermo… quiero que esto pase, pero si no es así, en mi caso abraza mis uniformes y llénate de orgullo…”.
Estas palabras, que fueron posteadas el primero de abril, ya han sido compartidas miles de veces a escala nacional y ahora van a acompañadas de condolencias.
Pues Óscar Miguel, de 28 años, era uno de los centenares de médicos ecuatorianos que se encuentran en la línea de fuego, luchando contra la pandemia del coronavirus y que desde que se declaró le emergencia, se entregó por completo a sus labores.
Era graduado de la Universidad Central del Ecuador y se encontraba realizando un postgrado en Oncología. Hasta hace una semana se encontraba laborando en el hospital Eugenio Espejo de Quito, donde tienen su cuerpo para realizarle varios exámenes y saber exactamente la causa de su muerte.
A través de las redes sociales, también se conoció esta semana la muerte del médico buenafesino William Prudencio Tay-hing Miranda. El galeno fue concejal del cantón Buena Fe, en la actual administración.
Sus familiares lamentaron el hecho e informaron que estuvo internado en el hospital del IESS de Babahoyo, tras sufrir un quebranto en su salud.
El médico laboraba en su propio consultorio, ubicado en el sector Santa Rosa y también fue director del Centro de Salud tipo C, del cantón Buena Fe. (MZA)
Mensaje en Facebook
Oscar Miguel Cabrera
1 de abril a las 14:26
Familia amada y amigos:
Les escribo estas palabras para que estén tranquilos. Yo elegí mi camino y mi profesión por vocación. Hoy me toca estar en peligro a mí y a mis compañeros, en riesgo, tentando al destino al exponernos a lo que hoy es considerada una pandemia. Sí, tengo miedo, no quiero ir a trabajar porque pienso que si me contagio y muero no podré hacer tantas cosas con las que soñé, pero más miedo me da es que Uds. o un ser querido se contagien y yo no pueda hacer nada por salvarlos. Yo no quiero que ustedes sean un número más en las cifras, ni quiero que sean incluidos en las frívolas estadísticas que sólo alimentan el pánico colectivo.
Me enseñaron a tener un corazón grande, tan grande que puedo poner al servicio de la gente, mis conocimientos para ir en ayuda del que más lo necesita, y hoy el mundo entero nos necesita, a todos los profesionales de la salud. Eso arriesga mi vida, pero es un desafío que estoy dispuesto a aceptar.
Si yo me llego a ir, créeme que será con el honor de haber servido como un agente de combate, que jamás bajó sus brazos ni se rindió. No tengo capa, pero quiero quedar en sus memorias NO como un héroe, si no como alguien que su único superpoder era saber cuidar del enfermo, del desamparado y del sin esperanzas.
Quiero que esto pase y recordarlo como un mal momento. Pero si no es así, en mi caso abraza mis uniformes y llénate de orgullo, que yo te estaré esperando allá arriba.
Toma consciencia, quédate en casa, que yo saldré por ti.
#Resistiré