Redacción QUEVEDO
En el asfalto y demidesnudos, así quedaron los cuerpos de Eddy Cevallos y Karolina Toala luego de ser embestidos por una camioneta mientras circulaban sobre una motocicleta por la vía a Buena Fe, a la altura de la parroquia Patricia Pilar, la mañana de ayer.
Una vez que la Comisión de Tránsito tomó procedimiento, los cuerpos fueron trasladados hasta la morgue general de Quevedo, donde sus familiares llegaron angustiados en busca de respuestas.
Sánchez era oriundo de Santo Domingo y Toala vivía en Buena Fe. Se conocían por pertenecer a una misma empresa laboral.
Curiosamente, quien llegó primero fue la hija mayor de Sánchez, Nathaly Plúas, quien no había visto a su padre desde los dos años de edad.
Lamentó la situación de volver a saber de él de esta forma. Angustiada contó que su padre no le dio el apellido pero que le guardaba cariño por tener la misma sangre. (EHL)
“Es una situación difícil, yo vine por mis tías, ellas siempre me escribían, me llamaban. Ahora no podrá conocer a su nieto y mi hijo no conocerá a su abuelo”, lamentó.
Los familiares piden que el accidente no quede en la impunidad y que se haga justicia ya que el vehículo que habría ocasionado el accidente se dio a la fuga. (EHL)