La esperanza en una vacuna

El mundo ha recibido con júbilo las últimas novedades sobre el desarrollo de dos vacunas para el Covid-19 que prometen resultados seguros y relativamente pronto.

Media docena de laboratorios participan en la carrera por el ‘elixir’ que le devolverá al mundo la ilusión de alcanzar cierta normalidad, pero los dos que parecen estar más cerca de formalizar y masificar su vacuna son estadounidenses.

Ambas se han sometido al estricto escrutinio de la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU., y una de ellas promete someterse a aprobación para producción, bajo el marco de la emergencia, en cuestión de días.

Tanto Moderna Inc. como el consorcio Pfizer-BioNTech han ideado una vacuna de dos aplicaciones en menos de un mes. La tecnología utilizada daría un respiro al principal reparo de los ‘antivacunas’: no contiene el coronavirus, sino un trozo genético que entrena al cuerpo a reconocer la proteína del virus, y lo impulsa a protegerse.

Esto ha hecho la ciencia moderna, con billones de dólares en inversión pública y privada, en ocho meses.

Habrán retos y reveses, sí; pero la eficacia reportada es extremadamente alentadora, ambas superan el 95%. Históricamente, muy pocas llegan al 90%, a excepción de sarampión y varicela, la vacuna contra la gripe, por ejemplo, no supera el 60% y salva miles de vidas.

Ambas farmacéuticas afirman que tendrán unas 20 millones de dosis para distribuir antes de fin de año.

Tardarán en llegar a Ecuador y, aún así, se aplicarían a grupos vulnerables primero.

Con razón, hay motivos para celebrar.

Es misericordioso que el dolor no se pueda describir desde la memoria.”

Christopher Hitchens (1949-2011) Intelectual, polemista y periodista británico.

Hay quienes temen avanzar más allá del status de sobreviviente, por ser exactamente eso -un status.”

Clarissa Pinkola Estés (1945- ) Analista junguiana estadounidense.