Chapeau Elon Musk

El fundador de la fábrica de autos eléctricos Tesla está siendo premiado por una mayor defensa de la naturaleza, al crear vehículos menos contaminantes y por defender mejor a la naturaleza humana.

S&P Dow Jones Indexes anunció que la empresa de Musk será incluida en su principal índice accionario en Wall Street, el S&P 500, el próximo mes, convirtiéndose en la empresa más grande jamás admitida en términos de capitalización de mercado -lo que valen todas sus acciones cotizadas- que ronda los $ 500.000 millones superando a GM, Ford, Fiat Chrysler, Honda y Volkswagen, aunque no produce ni la centésima parte que estas marcas.

Muchos auguran el desplome de Tesla, pero no comprenden que quienes compran acciones no se interesan por los balances, sino que compran cuando intuyen que esa acción tiene potencial para subir, por distintas razones.

También hablan de “expectativas”, pero se parece más a “esperanza” porque las expectativas hacen referencia a la previsión de que el balance de la empresa se superará en el futuro, mientras que la esperanza hace referencia a que unas ideas claras, progresistas, con avances importantes y un liderazgo firme pueden obtener logros hoy impensables.

Elon Musk es uno de esos líderes que, aún lejos de ser perfecto, tuvo la audacia de desafiar, y ganarle, a las cuarentenas, esa violación al derecho humano a la libertad, a vivir la propia vida, a la natural inclinación del hombre a ser libre y trabajar. Luego “privatiza” la carrera espacial con su empresa SpaceX, haciéndola mucho más eficiente y abriéndole a la humanidad el panorama del infinito universo.

Musk ganó $7.200 millones en un día y se convirtió en el segundo hombre más rico del globo. Dejando atrás al tóxico Bill Gates, al que llamó “cabeza hueca”, que desde que ha dejado de trabajar pareciera dedicarse a crear pánico augurando el fin del mundo.

Elon Musk, está escribiendo la historia del futuro.

*Asesor del Centro para la Prosperidad Global, California.

@alextagliavini