¿Cómo afectan los corajes a nuestra salud?

DELICADO. Hay que controlar las emociones, porque de eso depende nuestra salud.
DELICADO. Hay que controlar las emociones, porque de eso depende nuestra salud.

Lo más probable es que todos, en algún momento de nuestras vidas, hayamos hecho algún coraje.

Estos arranques de ira suelen ocurrir cuando algo nos hace enojar demasiado. Si bien una que otra rabieta de vez en cuando no hace daño a nadie, hacer corajes de forma constante sí puede afectar negativamente nuestra salud.

De acuerdo con expertos, los corajes constantes son resultado de emociones encontradas que repercuten en la salud integral, lo que puede provocar diversos síntomas, que van desde dolores de cabeza hasta posibles infartos.

El enojo o mal humor constante repercute directamente en la familia, en la vida social, en la relación con las amistades y en la vida laboral, destacó José Luis García Arcadia, director del Hospital General Subzona (HGSZ) número 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Tecate, Baja California.

No obstante, donde más repercusión tienen los corajes frecuentes es en la salud, indicó el especialista. Al enojarse, ocurren una serie de cambios en el cerebro que afectan a los neurotransmisores (sustancias que equilibran el organismo), y pueden ocasionar varios daños.

En el corazón, por ejemplo, los enojos constantes provocan:

-Aumento del ritmo cardíaco.

-Aumento de la presión arterial y flujo sanguíneo.

-Se produce vaso dilatación.

-Agitación.

-Taquicardia.

-En personas muy susceptibles puede ocasionar un infarto.

Asimismo, cuando algunas personas se enojan continuamente, pueden manifestar problemas en la piel, como enrojecimiento, aparición de manchas y sentir mucha comezón.

En las personas que padecen diabetes, los corajes ocasionan que tengan un mayor descontrol de la glucosa a nivel sanguíneo, lo que a su vez produce daño renal, gástrico y en todos sus tejidos y órganos.

Por otra parte, las personas con mal humor crónico, aquellas que ‘viven’ enojadas tienden a tener un riesgo más elevado de desarrollar diabetes, presentar alteraciones en la presión arterial y sufrir dolores de cabeza o migrañas frecuentes.

García Arcadia recomendó a la población en general a estar atentos a los signos de alerta o alarma, entre ellos se encuentran el mal humor constante, la irritabilidad, agresividad y enojarse por cualquier cosa.

Las personas que manifiesten estos síntomas deben buscar atención médica oportuna. Para ello, recomendó acudir con el médico familiar y, de ser necesario, solicitar consulta en el servicio de psiquiatría, a fin de ser evaluados y recibir el tratamiento necesario.